Central de Noticias habló con María Marta Mallea, vecina de la zona, quien contó sobre la actualidad en la zona. La escuela todavía no pudo retomar las clases. La luz, la salud, los servicios municipales y la solidaridad.

Fotos @estacionmapis

Hace dos semanas desbordaron los arroyos Quilco, Salado y Brandsen. Mapis y su zona circundante quedó bajo agua. Las imágenes fueron impactantes y mostraron el alcance, incluso, con el agua adentro de la Escuela Nº 35. Hasta hoy no pudo volver a dictar clases: el agua no terminó de escurrir y permanece en cortadas en aquella zona de Olavarría.

Mapis está a unos 60 kilómetros hacia adentro de la bajada del kilómetro 360 por la ruta 226 hacia la izquierda en sentido hacia la Bolívar. No es una localidad, es una estación. El censo 2010 informó que había 143 habitantes en viviendas rurales.

Central de Noticias habló con María Marta Mallea, vecina de esa zona. Hace 40 años que está en la zona y hace 15 años que vive allí de forma permanente con su familia. Recuerda las inundaciones de 1980, de 1985 y de 2012 en Mapis. Y la de ahora. “Vino muchísima cantidad de agua, más que otras veces. Yo viví muchas inundaciones acá y está costando que baje, las cunetas siguen llenas de agua. Los caminos algunos ya no tienen agua, pero cuesta que baje” describió el panorama.

La inundación en la zona de Mapis hace dos semanas.
La lluvia alcanzó a unos 390 mm en 11 días.

“Es una comunidad muy trabajadora, muy solidaria. Vamos a salir adelante. Lo importante es pensar más allá” planteó la vecina.

Unos días después de los desbordes del fin de semana del 8 y 9 de marzo, desde la Sociedad Rural se informó que Recalde, Blanca Grande y Mapis era la zona más afectada por el agua. Se detalló que la Escuela N° 35 “José Lamas” tuvo “más de 30 o 40 centímetros de agua”. Allí funcionan el nivel primario y el inicial. Aún no se dictan clases y trascendió que desde el Consejo Escolar se trabaja para brindar asistencia cuando se pueda finalmente ingresar al establecimiento.

María Marta Mallea contó que para el nivel secundario, los adolescentes viajan hacia la Escuela Agrotécnica de Arboledas. Por ello, en el camino hacia esa localidad “hay mucho movimiento”. “En ese camino hay partes donde está imposibilitado de pasar. Pasan con mucho riesgo camionetas, el tractor pasa pero los huellones son tremendos y después las camionetas no pueden volver a pasar” contó para concluir que “hay lugares donde todavía el agua no ha bajado”.

El estado de la Escuela 35 tras las lluvias del 8 y 9 de marzo.

Entre el final de febrero y el principio de marzo llovió durante 11 días. En la zona de Mapis registraron unos 390 milímetros. “Muchísimo” e “inusual” lo definió María Marta. También consideró que “si permanentemente se mantienen las alcantarillas y cunetas es mejor y más fácil que corra el agua”. Aclaró que “se hace mantenimiento, de hecho el camino de Recalde a Mapis es entoscado, entonces abajo está bastante bien. Y ahora está pasando la máquina municipal. Es tal la cantidad de agua que no terminan las cunetas de desagotar todo eso”.

La luz

En Mapis no hay servicio de electricidad por red. Los vecinos tienen generadores o pantallas solares.

La red de Coopelectric llega hasta Recalde. Y el corte del suministro afecta a los vecinos de Mapis en cuanto a la conectividad: “la gente que tiene algún servicio de internet que no es satelital, si es eléctrico que llega de Olavarría, lo tiene cortado. Porque cuando se corta la luz en Recalde se queda sin suministro”.

Actualmente, los habitantes de aquellas zonas buscan cambiarse al servicio satelital de internet dados sus buenos resultados, su costo y la posibilidad de utilizarlo de forma móvil.

Con camión y a caballo llegó la asistencia a los vecinos en medio de la inundación.

La salud, servicios municipales y solidaridad

En Mapis hay un puesto de salud que funciona dentro de la Estación y que depende del CAPS de Recalde. A ese puesto “el médico de Recalde viene periódicamente a atender a las familias de acá. Vacunas o controles de niños y embarazadas se hacen ahí. Cada tanto se hacen gestionados desde la Escuela jornadas de salud donde vienen los bomberos de Olavarría, que son una maravilla, para enseñar prevención de primeros auxilios, RCP, accidentes de todo tipo. Hacen prevención junto con el médico de la sala de Recalde” contó María Marta Mallea.

Durante los días en que permanecía el agua en los caminos, “de Recalde a Mapis podía pasar la delegada municipal (Claudia Ricci) con camioneta o con un camión. Ella se comunicaba con las familias por si necesitaban algo. Venía y traía lo que hacía falta mientras las familias no podían salir, porque el problema es dentro de los campos”. En este punto, explicó que si bien el agua escurre en los caminos, no necesariamente sucede en las trazas hacia adentro de los campos con lo que los habitantes de esos campos no pueden salir. “La idea era que la gente se movía a caballo o alguien que salía hacia Bolívar consultaba para llevar o traer” añadió.

Remarcó que “la gente es muy solidaria en esta comunidad y todos se comunican y avisaban para salir. Después hay un grupo de Cooperadora de la escuela que también, estaba al pie del cañón preguntando a todos qué hacía falta, para hacer de nexo”.

“Vino muchísima cantidad de agua, más que otras veces” dijo María Marta Mallea.

Lo que viene y una mirada integral

Respecto del alerta amarillo por tormentas indicó que “estamos todos mirando el pronóstico permanentemente. Lo que dice es que no son tan grandes las tormentas, hace una semana daba más fuerte. Pero estamos todos mirando para que las cortadas de agua terminen de secarse. Si vuelve a llover volvemos a empezar”.

María Marta repasó las inundaciones que vivió en Mapis en las últimas décadas. Incluso resaltó que “hay un libro de Florentino Ameghino de 1884, ´Las secas y las inundaciones en la provincia de Buenos Aires´ donde habla de estos procesos”.

“Entonces a veces uno se pregunta qué hacemos entre medio, entre una y otra inundación, qué obras estructurales se hacen para evitar esto. Por ejemplo, las estaciones de tren son lugares altísimos, donde nunca llega el agua. Entonces quiere decir que en algún momento se midió y se construyeron en lugares altos. Hay que levantar más los caminos, profundizar más las cunetas. Es importante el mantenimiento de alcantarillas o poner más alcantarillas. No digo que no se haga, se hace pero me parece que no alcanza” concluyó la vecina de Mapis.

Fuente: cdnoticias.com