Gustavo Bustamante, secretario general de SOECO, recordó aquellas jornadas de enero de 2024. Definió como “un alivio” que “cada uno de los trabajadores que estaban en Losa pasaron a Cerro Negro”.
La semana pasada se cumplió un año del cierre de la fábrica Losa en Olavarría. En enero del año pasado hacía pocas semanas que había empezado el gobierno de Javier Milei, pero para la dirigencia del Sindicato de Obreros Ceramistas (SOECO) la dirección política ya era clara: señalaban la reducción del mercado interno y del sector de producción industrial.
Combinado con la decisión de parar a cero las obras públicas, el sector de la construcción fue uno de los más golpeados y Losa se convirtió en un hito de las consecuencias de la gestión nacional libertaria.
En el marco del aniversario de cuando el cierre tomó estado público, Central de Noticias habló con Gustavo Bustamante, secretario general de SOECO, del significado de aquella medida, sus primeros impactos y el escenario hoy. “Esa situación que vivimos hace un año atrás con Losa no es de la misma magnitud hoy, pero seguimos padeciendo los problemas y las políticas de este gobierno” subrayó.
La empresa se tenía unos 80 años de producción, fue la primera del grupo Techint. Al momento del cierre ya hacía varios años que era propiedad de Sociedad Comercial del Plata. Los trabajadores pasaron a otra empresa del grupo: todos mantuvieron su puesto de trabajo en Cerro Negro. Pero eso significó que alrededor de 40 personas se quedaran sin empleo ya que no se renovaron sus contratos.
–Pasó un año del cierre de Losa. ¿Cómo se procesó en el ámbito de SOECO? La fábrica estuvo en riesgo de cierre varias veces antes, pero bueno se concretó en 2024.
Para nosotros, para el sindicato ceramista fue un golpe muy duro. Hablamos de una fábrica de más de 50 años. Teníamos compañeros con más de 40 años de fábrica. Para el SOECO fue un golpe muy duro. Es cierto que estaba el tema de que se cerraba, que no, que el año que viene. Estamos convencidos de que las políticas de este gobierno hicieron que se adelantara. Nosotros lo esperábamos por ahí para este año, a fines de año o fines del año pasado. Pero no que fuera en diciembre de 2023.
–¿Cómo llegó la decisión?
La verdad que estaba la gente de vacaciones. Hasta ese momento la mayoría de la gente estaba haciendo horas extra. Estaba produciendo a ritmo total de la capacidad de la fábrica. Para nosotros fue un golpe durísimo, pero no nos queda duda de que la política de este gobierno agrava totalmente esta situación. Hoy lo seguimos viendo.
–¿Qué pasó con los trabajadores? ¿Efectivamente todos mantuvieron su puesto laboral en Cerro Negro?
Sí. Eso fue por lo menos el alivio mayor que pudimos tener. Cada uno de los trabajadores que estaban en Losa pasaron a Cerro Negro, es la misma empresa. Eso fue lo único más positivo que tuvimos como sindicato. Sí es cierto que en ese momento teníamos muchos chicos compañeros con contrato y quedaron afuera. De una u otra forma se perdieron puestos de trabajo, porque aquellos que estaba por contrato se cortaron, se perdieron 25 a 30 puestos de trabajo. Fue un alivio poder mantener a toda la gente en Cerro Negro, pero se quedó gente nueva sin laburo que estaba con contrato.
fuente: cdenoticias.com