El 1º de enero el presidente Alberto Fernández abandonará el país con rumbo a Brasilia. Allí, a las dos de la tarde, se va a llevar adelante una gran ceremonia para la asunción del nuevo mandatario de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva. Será un momento histórico para la región y para la relación bilateral entre ambos países y Fernández no se lo quiere perder. Ese día, según supo este diario, en la capital brasileña no solo habrá delegaciones de unos
120 países y la presencia de 17 jefes de Estado, sino que también, por la tarde, se llevará a cabo un "show popular" para el que esperan la asistencia de unas 500 mil personas. El 24 de enero da Silva vendrá a la Argentina para la cumbre de la Celac y, además de anunciar el regreso de su país al bloque, firmará un acuerdo estratégico con la Argentina.

En un principio desde el gobierno argentino habían evaluado que el Presidente y su familia pasen la noche del 31 en Brasil, junto con el embajador en ese país, Daniel Scioli. El acto del primero iba a ser temprano y, si el Presidente no dormía en Brasilia, no iba a llegar. Sin embargo, Lula decidió postergar el acto de asunción para horas de la tarde y, de ese modo, lograr que más presidentes viajen a la ceremonia. El mandatario, que pasará la última noche del año en la Quinta de Olivos, irá a Brasil el primero, acompañado por una reducida comitiva conformada por el canciller, Santiago Cafiero y la portavoz, Gabriela Cerruti. Más allá de ese viaje por trabajo, desde Balcarce 50 aseguraron que el Jefe de Estado no se irá de vacaciones porque según dice el propio Presidente "en este puesto no se pueden tomar vacaciones".

Lula da Silva aseguró que su primer viaje fuera de Brasil será a la Argentina. El flamante mandatario llegará a Buenos Aires a fines de enero para participar de la cumbre de la CELAC, que se llevará a cabo en nuestro país el 24 de ese mes. La idea es que da Silva anuncie allí la idea de Brasil de volver a integrar el bloque. La decisión de apartarse temporalmente de la CELAC había sido tomada por Jair Bolsonaro en enero de 2020, después de cuestionar al espacio por una supuesta “falta de resultados en la defensa de la democracia”.

Según confirmaron a Página12, el plan es que, durante la visita del brasileño, Lula y Fernández firmen un "gran acuerdo estratégico". En la elaboración del mismo vienen trabajando hace meses la embajada de la Argentina en Brasil, que conduce Scioli, junto con Cancillería y con la secretaría de Asuntos Estratégicos, que encabeza Mercedes Marcó del Pont. Ese acuerdo estaría basado, fundamentalmente, en la integración financiera y energética. "Los presidentes de ambos países, coincidiendo que el escenario internacional presenta nuevos desafíos para la región, que tornan necesaria la búsqueda de soluciones innovadoras que contribuyan al fortalecimiento del desarrollo económico, social y democrático de sus pueblos y de la región, acuerdan profundizar la integración bilateral privilegiada en sus múltiples ámbitos", expresa un borrador del documento al que accedió este diario.

Allí se explica que la cooperación se dará en el marco del fortalecimiento del Mercosur y de otros mecanismos de integración regional en distintos ejes, dentro de un plan de acción que incorporaría la integración económica, energética, industrial, digital, turística, de salud, defensa y medioambiente, entre otras. La versión original todavía no está lista. Para eso trabajarán a contrarreloj todos los funcionarios involucrados hasta el 23 de enero.

Uno de los puntos centrales de ese acuerdo sería el proyecto para una moneda común. La semana pasada el ministro de Economía, Sergio Massa, viajó a Brasil y tuvo encuentros de trabajo en San Pablo con dos de los hombres fuertes del futuro gobierno de Lula, Fernando Haddad, quien será ministro de Hacienda y Geraldo Alckmin, vicepresidente y futuro ministro de Industria y Comercio. Allí conversó sobre el proyecto de una moneda común entre Argentina y Brasil. Esa idea se llevaría adelante sin
eliminar el peso ni el real. Desde el Gobierno aseguran que su implementación es “realista” y que
se podría complementar con un swap entre ambos países.

En cuanto a la integración energética, otra área clave, en noviembre pasado, ambos gobiernos firmaron una actualización del Memorándum de Intercambio de Energía hasta 2025, que será renovado automáticamente cada cuatro años. De esa forma la Argentina podrá continuar abasteciendo de energía eléctrica y gas a Brasil, al que exportó más de USD 1.000 millones de energía eléctrica en 2021 y casi USD 350 millones de gas en diversas formas en lo que va de 2022. A través de gestiones de la Embajada Argentina, en tanto, este año Brasil garantizó el máximo de capacidad de provisión de energía eléctrica a la Argentina por 250 millones de dólares. También hubo avances en la negociación para concretar el financiamiento de las próximas etapas del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y en el último tiempo el gobierno argentino acordó con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil el financiamiento por U$S 689 millones para la construcción del segundo tramo del Gasoducto.

Para la elaboración del documento que los presidentes firmarán a fines de enero, el embajador no solo conversó con el presidente y los ministros, sino también con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Hace unos quince días se reunieron, Scioli le presentó la idea y la vice estuvo de acuerdo con que, durante el proceso anterior de integración regional –que encabezaron el gobierno de ella y el de Néstor Kirchner, el de Lula y otros líderes de la región– hubo una "gran integración político-ideológica", pero que "faltó pragmatismo", en cuánto a lo productivo. La idea es avanzar fuerte en eso en esta nueva etapa.

Según algunos rumores, existía una posibilidad de que Scioli deje la embajada durante el mandato de Lula porque al nuevo presidente brasileño le habría resultado llamativo el buen vínculo que el embajador argentino logró con Bolsonaro, en las antípodas del pensamiento de da Silva. Sin embargo, cerca de Scioli desestimaron esa versión y dijeron que él se reunió con Lula antes de que anuncie su candidatura. Allí habrían hablado del tema. El argentino le explicó que no se trató de una relación de amistad, sino que él tenía la orden explícita del presidente Fernández de llevar adelante una buena relación con Brasil por la central relación política y comercial que tienen ambos países, más allá del signo ideológico del mandatario. Desde ese momento, dicen, quedó todo aclarado entre ellos.

Para enero habrá otras dos visitas importantes: a fines de mes arribará a la Argentina el Canciller alemán, Olaf Scholz, según cuentan desde el Gobierno, "con una comitiva inmensa de empresarios y funcionarios". También es posible que visite el país el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Hasta ahora eso era imposible porque el gobierno de Jair Bolsonaro le tenía prohibido pasar por Brasil (el avión no podía llegar aquí sin sobrevolar ese país), pero luego de que Bolsonaro este viernes levantó la prohibición de entrada a Brasil –para que Maduro pueda asistir a la asunción de Lula– crecen las posibilidades de que en enero el venezolano viaje a la Argentina.

Artículo original de www.pagina12.com.ar

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