El deterioro cognitivo es el resultado de diversas enfermedades que afectan al cerebro. Según la OMS, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo y cada año se registran 10 millones de casos nuevos. El 70 por ciento se produce por la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. De manera reciente, según un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature, la administración de una proteína llamada klotho en primates longevos mejoró la función cognitiva. Esto podría llevar, según pudo saber la Agencia de noticias científicas de la UNQ, a la realización de ensayos clínicos en seres humanos en el mediano plazo.

Klotho es una proteína que se halla naturalmente en el cuerpo y sus niveles disminuyen con la edad. El nombre es a raíz de la diosa griega Cloto, una de las parcas que teje el hilo de la vida. Científicos del Instituto de investigación de la demencia de Reino Unido y de la Universidad de California, demostraron que la inyección de esta proteína en monos Rhesus con una edad promedio de 22 años mejoraba sus habilidades cognitivas.

Para evaluar estas habilidades y testear la memoria espacial, los investigadores utilizaron un experimento de comportamiento: los monos tenían que recordar la ubicación de una golosina comestible luego de que los investigadores la ocultaran. Antes de las inyecciones, los animales tenían éxito el 40 por ciento de las veces mientras que luego de la inyección este porcentaje ascendía al 60 por ciento. También vale la pena mencionar que la mejora se mantuvo por dos semanas.

El éxito alcanzado en recordar la ubicación de la golosina se compara, según los científicos, con ubicar dónde se dejó el auto estacionado, o bien, con recordar una secuencia de números algunos minutos después de escucharla; tareas que se tornan más difíciles de resolver a medida que pasa el tiempo.

Es la primera vez que este fenómeno se demostró en primates, ya que previamente se habían realizado ensayos en ratones y se probó que klotho extendía la vida y mejoraba la comunicación neuronal.

Si bien existen evidencias de los beneficios, aun no se sabe cómo es que funciona la inyección de klotho. Esta proteína es incapaz de atravesar a la barrera hematoencefálica, que es el conjunto de células que envuelven los vasos sanguíneos del cerebro e impide que moléculas grandes, células del sistema inmune y sustancias potencialmente dañinas pasen del torrente sanguíneo al sistema nervioso. Si klotho no puede atravesar, los investigadores piensan que la respuesta está en los intermediarios que se generan.

Una mejor comprensión del funcionamiento de la proteína es crucial para poder entender su potencial clínico y llegar a tratamientos efectivos en el futuro.

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