La escena se repite, una y otra vez. A veces cambian los protagonistas, los motivos, los contextos. ¿Por qué caen los que caen?

Francisco Ferrari */ especial para Central de Noticias

Tal vez el problema sea creer que en esos niveles las cosas se hacen de otra manera. De un modo más inteligente, más refinado, más pensado, con otro estilo.

No alcanza a veces una prueba tras otra. De algún modo seguimos pensando lo mismo y nos volvemos a sorprender cada vez que la realidad nos demuestra que no, que son mucho más burdos, más imbéciles de lo que podemos llegar a creer.

Tal vez tanto como acá abajo, tal vez un poco menos, o tal vez un poco más todavía. Eso es una cuestión de matices que no vienen el caso.

Como hemos visto en otras situaciones, no tan bajas como esta última pero con algunas características similares, en el fondo no caen por lo que deberían caer.

No caen por la corrupción, no caen por sus malas administraciones, no caen por sus pésimos resultados, no caen por falta de apoyo popular. Ni siquiera caen por traiciones, ni caen por golpes internos, ni por ninguna otra excusa con la que intenten lavar sus propias miserias a la hora de la despedida.

Caen por imbéciles, caen por la idiotez de creerse su propio cuento de seres más o menos poderosos, con la vida atada. Por eso también la frustración es tan grande. Es duro comprobar así que alguien que estuvo al mando era tan perverso pero especialmente tan idiota.

Caen porque se ahogan en su propia burbuja y de eso sí que nadie está a salvo.

Dicen que caen solos, pero no es así. Caen en absoluta soledad que es otra cosa. Pero en la caída arrastran mucho más y ese es el problema en el fondo. Porque a quién le importaría que caigan ellos y sus miserias.

Lo grave es la onda expansiva, los daños colaterales, las secuelas.

Lo peor es lo que viene detrás. Los caranchos, los moralistas, los hipócritas, los abogados pagos, los periodistas pagos, los editoriales, las columnas, las sobreactuaciones, el pasto para las fieras, las fieras agazapadas, los gatos caros, los gatos baratos, los que se hacen los boludos, los boludos. Todos en la misma bolsa.

*Periodista, escritor, conductor de Radioaficionados.

Fuente: cdnoticias.com