De Diego a Charly. Qué pasa con los genios y su entorno, con ellos y la figura del escorpión.

Francisco Ferrari / especial para Central de Noticias

El día que murió Maradona, en medio de toda esa tristeza y los miles de análisis y detalles más o menos escabrosos y chusmas que aparecían en la tele, las radios, los portales y las redes, mi amigo Guillermo me dijo “se murió de entorno”.

Fue la respuesta más certera que escuché y me dejó la sensación que todo lo demás estaba justamente de más.

No sé bien cuánto tiempo pasó desde entonces porque no soy bueno para las fechas pero en estos días se me volvieron a venir a la cabeza. La muerte de Diego y la frase de Guillermo.

El tiempo le dio más fuerza a la sentencia. No dudé en aquel momento pero mucho menos ahora. Maradona se murió de entorno.

Creo que hubo una imagen actual que hizo de disparador. Otro genio, Charly, rodeado de personajes que nada tienen que ver con él rodeando su silla de ruedas y poniéndolo frente a las cámaras para anunciar que el 11 de septiembre lanzará su nuevo disco.

La lógica del escorpión se llama y lo voy a esperar con ganas y seguramente tenga instantes brillantes, conmovedores y todas esas cosas que siempre han tenido los discos de Charly.

Como los goles de Diego, a las canciones de Charly no las podría crear absolutamente nadie más.

Pero esa no es la cuestión, la cuestión es la sensación tan contradictoria con la que me obligan a esperar el disco.

Y el nombre no me parece casual.

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El escorpión le pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río, la rana le dijo—¿Cómo sé que no me picarás? El escorpión respondió: —porque haría que ambos nos ahogáramos. La rana aceptó; y a la mitad del río el escorpión picó a la rana. Cuando la rana le preguntó ¿por qué?, si los dos vamos a morir; el escorpión respondió: —es mi naturaleza.

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No me animé a pedirle a mi amigo Guillermo en estos días una impresión de este regreso a la escena de Charly. Creo saber qué me diría y no quiero escucharlo.

Tampoco sé muy bien si quiero escuchar ese disco, seguramente será una manera de envalentonar a los escorpiones que cada tanto vuelven a atacar.

Fue decadente y triste ver a Diego balbuceando y caminando con tanta dificultad mientras los escorpiones lo ladeaban y ofrecían a las tribunas como su gran trofeo.

Están a punto de hacerlo otra vez y siento que darle play al tema uno me volverá a transformar en cómplice de los entornos que matan.

*Periodista, escritor, conductor de Radioaficionados.

Fuente: cdnoticias.com