El candidato presidencial de La Libertad Avanza revolucionó el centro de la ciudad. En una visita sin declaraciones, recibió el afecto y el saludo de centenares de olavarrienses.
Javier Milei estuvo en Olavarría. Sin hacer ni una declaración, le alcanzó para revolucionar el centro de la ciudad con los centenares de personas que estuvieron en la “caravana de la libertad”, como se llamó la actividad.
La previa mostraba que la convocatoria era importante e intensa. Unos 500 asistentes, con amplia mayoría de jóvenes, se sumaron en la plaza central y a lo largo de las dos cuadras por las que transitó el candidato presidencial de La Libertad Avanza.
Comenzó en San Martín y Vicente López, donde el dirigente se subió a una camioneta en la que también estaban la candidata a gobernadora, Carolina Píparo, la candidata a intendenta, Celeste Arouxet, la asesora y hermana Karina Milei. “Viva la libertad carajo” fue el grito de inicio de la marcha.
La caravana no alcanzó a completar el itinerario originalmente trazado: se cortó al llegar a Dorrego donde el tránsito estaba interrumpido y una larga fila de vehículos esperaba para continuar con la circulación. No obstante, para transitar esas dos cuadras la caravana demoró media hora.
Además de los candidatos olavarrienses, llegaron referentes de la séptima sección. Desde Azul, Roque Pérez, Bolívar, Tapalqué y Alvear estuvieron los candidatos que buscaron una foto con Milei. Asimismo, estuvieron los candidatos de la lista seccional para la Legislatura.
La caravana consistió en una camioneta que abría el paso por calle Vicente López seguida por otra camioneta en la que iba el equipo de comunicación y algunos periodistas, después iba la camioneta con los candidatos seguida por un auto y detrás el colectivo ploteado con “Milei presidente”.
“La casta tiene miedo” y “Galli tiene miedo” fueron los cánticos más repetidos por los militantes de los círculos más intensos de Ahora Olavarría y la Juventud de Ahora Olavarría. Sumaban cada tanto el de “se siente, se siente, Celeste intendente”.
Mientras tanto, los presentes querían saludarlo con un apretón de manos o sacarse una foto. Algunos le acercaban papeles y distintos objetos para que Milei firmara. Algunos bastante habituales y otros sumamente curiosos, todas señales de la admiración que despierta el candidato. Billetes de 1000 pesos, de 500 pesos, de un dólar, remeras, libros y papeles en blanco. Hasta un perro de tamaño pequeño con una camiseta de argentina que Javier recibió y le dejó la remera firmada.
Hacia las 13.25 cerró la caravana. Llegó hasta Dorrego donde el candidato se subió a un auto y salió con rumbo al aeropuerto para abandonar la ciudad.
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