En un mundo donde la preservación de la fertilidad femenina ha ganado gran visibilidad, es importante destacar que los hombres también tienen opciones para asegurar su capacidad reproductiva. Una de ellas es la criopreservación de semen, un procedimiento mediante el cual se congelan espermatozoides para el futuro. ¿Cómo se realiza esto? ¿Cuándo se recomienda este procedimiento?
Mediante la criopreservación, los espermatozoides se conservan a temperaturas extremadamente bajas para mantener su viabilidad durante largos períodos. Este método es ampliamente reconocido como una opción efectiva para la preservación de la fertilidad masculina.
Según cuenta la doctora Carlota Lucini MN (MN 123.528), coordinadora del programa de preservación de fertilidad en Halitus Instituto Médico, hay varias razones de orden médico para que los hombres consideren la criopreservación de semen, como por ejemplo:
- Tratamientos médicos que pueden afectar la fertilidad como ser la quimioterapia y la radioterapia: estos tratamientos pueden dañar los espermatozoides o afectar permanentemente la función testicular y por eso la criopreservación de semen antes de iniciar estos tratamientos puede ser crucial para preservar la fertilidad.
- Cirugías: procedimientos en los testículos, próstata o sistema reproductivo que puedan comprometer la producción o transporte de espermatozoides.
- Enfermedades o condiciones médicas específicas: conocidas como enfermedades autoinmunes o genéticas que podrían causar infertilidad progresiva. Enfermedades testiculares, como torsión testicular o varicocele severo, en donde se puede ver afectada la producción de espermatozoides.
- Edad avanzada o disminución de calidad espermática: en casos de espermatozoides con parámetros de calidad decreciente, la criopreservación de semen puede ser una opción para asegurar la fertilidad futura.
Además, hay razones personales o sociales para considerar.
- Planificación familiar a largo plazo: al igual que las mujeres, muchos hombres desean retrasar la paternidad por motivos personales o profesionales.
- Ocupaciones de alto riesgo: trabajos en ambientes expuestos a químicos, radiación o estrés físico extremo que puedan afectar la fertilidad.
- Procedimientos de transición de género: personas transgénero que planean iniciar terapia hormonal o someterse a cirugías de afirmación de género.
- Antes de una vasectomía: para hombres que desean conservar la posibilidad de tener hijos en el futuro, la criopreservación de semen antes de una vasectomía puede ser una opción viable.
Un proceso sencillo
El proceso de criopreservación de semen es un procedimiento relativamente sencillo y menos invasivo en comparación con otras técnicas como la biopsia testicular. Generalmente, la muestra de semen se obtiene mediante masturbación en un laboratorio especializado, dentro de un recipiente estéril. Se recomienda tener 3 a 5 días de abstinencia sexual antes de la recolección de la muestra. Una vez obtenida, la muestra se evalúa para verificar su calidad, incluyendo la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides. Luego, se mezcla con un medio crioprotector que protege a los espermatozoides durante el proceso de criopreservación.
La muestra se enfría de forma gradual para evitar la formación de cristales de hielo que puedan dañar las células. Finalmente, se almacena en tanques de nitrógeno líquido, donde permanecen congelados en condiciones controladas y pueden descongelarse cuando se necesiten.
Sin dudas, la criopreservación de semen es una herramienta poderosa en la preservación de la fertilidad masculina que brinda la posibilidad de planificar su paternidad ante diversas circunstancias. (DIB)
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Fuente: dib.com.ar