Este mediodía, la Justicia de Quilmes dará a conocer su veredicto en el juicio a Elda Marina Guaquinchay Bogado, una policía Bonaerense acusada por la denominada "Masacre de Quilmes", cometida en 2004, cuando cuatro adolescentes murieron en el incendio de una comisaría en la que habían sido demorados y por la que ya fueron condenados otros diez policías, informaron fuentes judiciales. La acusada llega a esta instancia en libertad.

La decisión del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 quilmeño que juzga a Guaquinchay Bogado por el delito de "omisión de denuncia de torturas", se comunicará de manera digital.

En su alegato, el fiscal Claudio Pelayo pidió que se imponga a la policía una pena de 6 años de prisión y 12 de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Por su parte, la defensa de Guaquinchay Bogado requirió a los jueces la absolución.

El veredicto iba a conocerse ayer pero el TOC 5 postergó la decisión para este miércoles por el feriado nacional anunciado el lunes a la noche.

La semana pasada, al comenzar el juicio, la policía acusada aceptó declarar y lloró cuando recordó los hechos ante los jueces y el fiscal Pelayo. Cuando ocurrió la "Masacre de Quilmes" ella estaba embarazada, tenía contracciones y no tuvo responsabilidad, aseguró.

"No hizo nada para salvar a las víctimas"

Según los investigadores, Guaquinchay Bogado fue una de las Bonaerenses presentes en la comisaría cuando se desató el incendio, y no hizo nada para evitar las torturas y la muerte de las víctimas. En sus alegatos, el fiscal lo consideró acreditado.

Algunos testigos la habían ubicado en el cordón policial que apaleó a las víctimas cuando salían de las celdas quemadas y se dirigían a las duchas.

Durante el debate oral, uno de los de los sobrevivientes del incendio, Jonathan Aguirre, declaró que recuerda a la policía como una de las integrantes del cordón policial, y que no la vio hacer nada para "salvar a las víctimas" ni "impedir la situación".

Una masacre emblemática

La "Masacre de Quilmes" es uno de los casos emblemáticos de la violencia institucional de los últimos 20 años.

El hecho ocurrió en la noche del 20 de octubre de 2004 cuando policías ingresaron a las dos celdas de la comisaría 1ra. de esa localidad, que alojaba a 17 adolescentes, a quienes golpearon y sometieron a torturas.

En reclamo, los detenidos iniciaron un incendio y motín, que derivó en la muerte de los cuatro jóvenes que quedaron encerrados en sus celdas y no pudieron escapar de las llamas.Las víctimas fueron Elías Giménez (15), Diego Maldonado (16), Miguel Aranda (17) y Manuel Figueroa (17).

En 2015 se realizó el juicio.

Por las torturas y el incendio, fueron sentenciados a penas de entre 3 y 16 años el excomisario Juan Pedro Soria, el subcomisario Basilio Vujovic, el oficial inspector Fernando Carlos Pedreira Catalonga, el cabo Hugo D'Elia, los agentes Franco Góngora, Gustavo Altamirano y Elizabeth Fernanda Grosso, y los oficiales Gustavo Ávila, Héctor Jorge Gómez y Juan Carlos Guzmán.

Según el fallo del TOC 3 de Quilmes, los que recibieron la mayor pena fueron Pedreira (a quien le dieron 16 años de prisión), y D'Elía y Guzmán, quienes recibieron 10 y 9 años, respectivamente, pero están en libertad condicional.

Ninguno de los condenados fue preso hasta este año, cuando el mismo TOC 3 ordenó que el inspector Pedreira (45), quien se hallaba cumpliendo prisión domiciliaria monitoreado por una tobillera, sea enviado a la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, donde deberá permanecer hasta el 18 de octubre del 2031.

Artículo original de www.pagina12.com.ar

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