Tres de los ex trabajadores recordaron cómo sucedió el cierre. Contaron como les resultó re insertarse en el mundo laboral, hoy dos de ellos tienen trabajo.
Iván Cabello | Especial para Central de Noticias
El 8 de abril la Fábrica FABI Bolsas Industriales, ubicada en Hinojo, partido de Olavarría, que pertenece a la multinacional chilena CMPC cerró sus puertas. Con ello quedaron sin trabajo 100 empleados directos y además otros 50 que cumplían tareas de forma indirecta.
Central de Noticias dialogó con tres de ellos, quienes contaron cómo sucedieron los hechos, la forma en que se enteraron y cómo es su actualidad laboral.
“Ingresamos a las 5 de la madrugada como un día normal y empezamos la producción, a las 9 de la mañana teníamos el refrigerio, 9:30 una reunión y allí nos dijeron que iban a cerrar la fábrica”, relató Ariel Pérez, maquinista de FABI Bolsas Industriales, quién a sus 42 años fue despedido con el cierre de la planta luego de trabajar allí 20 años.
Miguel Bustos tiene 50 años, trabajaba como maquinista en FABI y había ingresado en 2006. Comentó que se enteró por su pareja del cierre de la fábrica: “Estaba en mi casa, y me manda mensaje que escuchó por la radio que había cerrado FABI. Yo le decía: ‘no puede ser’. Entonces le mandé un mensaje a un compañero que estaba allá (en la fábrica) y me confirmó que sí”.
En este sentido, agregó que la empresa “nos mandó que a las 16 pasaba el recorrido para que vayamos a la fábrica y ahí nos iban a explicar bien los motivos”.
“Trabajé 12 años para talleres externos de la empresa y un año y medio dentro de la fábrica” relató Constanza Recofsky, de 37 años, que se desempeñaba como sacadora. El día del cierre “estaba en mi casa y me llamó mi jefe para contarme” recordó.
Un cierre sin indicios
Los ex trabajadores de FABI consultados comentaron que el cierre de la planta es una medida que no veían venir, “si bien es cierto que el país no está bien, nosotros seguíamos produciendo normal” indicó Pérez.
Agregó que en la reunión “nos juntaron a todos y ahí nos dieron la devolución de porque les convenía. Estábamos la parte de producción, de depósito, administrativa, así que ahí nos dijeron que la fábrica cerraba”
También recordó que en el momento de la reunión se encontraba el Gerente General sudamericano de CMPC: “nos dijo que no les estaba cerrando (los números) de la producción en Argentina, que era más barato hacerlo fuera del país y traer el producto terminado que hacerlo acá, porque acá era caro”.
En tanto, Miguel Bustos señaló que en la planta “se comentaba que podrían sacar gente o algún turno, ese era el rumor”. Sin embargo “que de un día para el otro cierren no lo esperábamos”. En este sentido, “la producción estaba bien. Había meses, que según la época del año mermaba un poco, pero estabas todo el tiempo ocupado, no estabas libre, siempre había para hacer algo” sumó.
Otro punto que no los dejó dilucidar la situación que se avecinaba fue que en la planta los trabajadores tenían planificación de trabajo. “Seguíamos un programa de producción y el mismo indicaba que teníamos productos para hacer” explicó Pérez.
En cuanto a cómo creían que le estaba yendo a la fábrica, “nos dijeron varias veces que no había ventas, pero no hubo indicios de cierre” comentó Recofsky. Por este motivo “pensé varias veces que iba a haber recortes o suspensión”.
“Se me había venido el mundo abajo”
“Cuando me enteré, hacía de cuenta que se me había venido el mundo abajo” expresó Miguel Bustos, al recordar en el momento en que se enteró que FABI había cerrado, y por consecuencia él, había perdido su puesto de trabajo. Miguel tiene dos hijos, de 17 y 20 años, y “no sabía cómo ellos lo iban a tomar”. Además, “mi pareja me preguntaba qué íbamos a hacer. Yo le dije que íbamos a salir adelante. Mis hijos me dijeron que me quedara tranquilo, que me iban a ayudar, de la familia tuve un apoyo bárbaro”.
Asimilar el despido “cuesta” indicó, “porque uno allá (en la fábrica) era casi otra familia lo que tenía con los compañeros y amigos. Con muchos entablas una relación muy linda y se extraña a veces”.
Bustos catalogó cómo “tristísimo” el momento en que se encontraron todos en la fábrica, porque había “muchos jóvenes que tenían sus proyectos, que alquilaban y verlos cómo estaban fue lo más triste. Eso fue lo que más me chocó. Estábamos ahí y nos dábamos fuerzas”.
El despido “me deprimió muchísimo porque yo trabajé ahí desde que salí del secundario prácticamente, era mi lugar de pertenencia y estaba haciendo mi carrera ahí adentro” relató Recofsky. Considera que le cuesta más superarlo porque es vecina de la localidad de Hinojo: “fue de un día para otro y no ayuda que viva al lado de la fábrica”.
Para Pérez, el impacto que sintió fue sobre todo por una cuestión del tiempo que llevaba trabajando allí: “estuve veinte años y de la nada quedarme sin trabajo no es lindo y más con una rutina”. Y sumó: “asimilar va a ser un proceso, porque estuve mucho tiempo ahí y más como está hoy en día la cuestión del trabajo en la sociedad. Pero ya está, hay que seguir para adelante”. No obstante, reconoció que sabe que a muchos de sus compañeros “le ha caído muy mal”.
Todos los trabajadores despedidos percibieron su respectiva indemnización. “Nos pagaron todo lo que correspondía y un 15% más. En ese sentido la empresa se comportó bien” destacó Bustos.
La situación laboral actual
Los tres trabajadores despedidos entrevistados tuvieron distintas experiencias a la hora de intentar conseguir re insertarse en un nuevo trabajo. “Hoy en día por suerte pude conseguir empleo rápidamente y sigo en el mismo rubro. Difícil fue porque estuve casi un mes viendo qué hacer. Entré en BOLSAS Olavarría que es la competencia” contó Bustos. A lo que sumó que obtuvo la ayuda de sus hijos para confeccionar el curriculum, ya que “ahora lo armas por el celular y lo mandas por ahí”.
Pérez contó: “Yo tardé 15 días en encontrar otro trabajo. Así que de mi parte no me puedo quejar.” Y detalló que él sí cambió de rubro, porque trabaja “en un depósito de distribución y logística”.
Recofsky expresó que ella aún no cuenta con trabajo. Pero “estoy en el SAD para dar clases. Recién el año que viene quedo en el listado oficial ya que contaba con el tramo pedagógico”.
Para cerrar, detallaron que la empresa además de la indemnización, también los ayudó contratando una consultora. “Dieron cursos a cargo de una consultora local, de reinserción laboral. Pero más que nada para tener herramientas, como armar curriculum, inversión. De eso se hizo cargo todo CMPC” señaló Pérez.
Fuente: cdnoticias.com