El abogado Maximiliano Gallo Cabrera respondió en Central de Noticias sobre distintos aspectos que hacen a la relación entre los usuarios y las empresas de tarjetas de crédito cuando se generan deudas por mora en los pagos.
En las últimas semanas, distintos informes del Banco Central y de consultoras especializadas advierten por el aumento de la presión financiera sobre los consumidores y, en ese marco, se informó sobre los incrementos de saldos vencidos de las tarjetas de crédito y de la morosidad en los préstamos personales. Además, los cargos por deuda incobrable en el sistema financiero argentino alcanzaron un máximo en cinco años, medidos como porcentaje del total de activos, según datos del Banco Central.
En ese marco, Central de Noticias habló con Maximiliano Gallo Cabrera*, abogado del estudio jurídico AEQUITAS, quien respondió sobre distintos aspectos que hacen a la relación entre los usuarios y las empresas de tarjetas de crédito cuando se generan deudas por mora en los pagos.
“Hay situaciones de injusticia en que nos quieren cobrar dos, tres millones de pesos por mes del pago de tarjeta de crédito. Hay que tenerlo en cuenta: está siempre la posibilidad de defenderse, que no nos obligue al pago del 100% o que se termine convirtiendo en una carga que no se pueda sobrellevar” expresó.
Es un contrato
“Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la tarjeta de crédito, como la conocemos, es un contrato en el cual nosotros no podemos hacer nada. Se llaman contratos de adhesión, donde el usuario pone ´sí´ o ´no´. No tenés ninguna posibilidad de negociar nada” explicó. Así planteó que “esa relación se empieza a complicar cuando llega la imposibilidad de pagar, sobre todo en estos momentos en que las deudas por tarjeta son tan importantes, ocupan un porcentaje tan alto de los ingresos de las familias”.
Una información clave que los usuarios no deben perder de vista son las tasas de interés y las tasas por mora que cobran las empresas que brindan las tarjetas. “Esa información está cuando vos iniciás la relación de consumo. Lo que pasa es que suele estar en una letra chiquitita” advirtió. Además, señaló que “el problema que tenemos actualmente es que esa actividad bancaria está bastante laxa de controles del Estado Nacional. Es más, lo ha dejado prácticamente de hacer, de emitir tasas pensando en que se puedan pagar. Eran cuestiones que anteriormente había con respecto a los topes de los intereses de créditos hipotecarios o personales. Hoy eso está no te digo liberado, pero a algunos lugares llegó la libertad”.
El Banco Central fija los máximos de las tasas a cobrar, “a veces figura con una sigla que por ahí muchas veces no la reconoces. Tenés que mirar la ´Tasa financiera´” remarcó el abogado.
Imposibilidad de pago
Si un usuario de tarjeta de crédito se encuentra ante la imposibilidad de pagar, “lo primero que no hay que hacer es pagar el mínimo. Evitar por todos los medios pagar el mínimo de la tarjeta. Muchas veces parece una solución, pero es una solución al momento” subrayó el profesional sobre la primera recomendación. Y con ese contexto, apuntó a que se debe “analizar si podemos seguir haciendo el pago o no”.
Volvió sobre el punto de conocer las tasas de financiación para explicar que “en el caso de que se pague el mínimo, los intereses van a seguir corriendo. No es que pago el mínimo y en ese momento se cubre la responsabilidad con la tarjeta de ese mes. Por eso siempre es recomendable no pagar el mínimo, porque implica tal vez que al mes siguiente se vuelva a pagar el mínimo y la deuda se siga acumulando. En algún momento va a ser una deuda impagable”.
La baja de la tarjeta
Maximiliano Gallo Cabrera indicó que en caso de que la situación llegue a esta imposibilidad de cubrir los pagos, se puede solicitar la baja de la tarjeta.
“Ahí viene un mito, una cosa que no estamos muy familiarizados, que es la de que ´no puedo dar de baja la tarjeta teniendo una deuda´. Eso es lo primero que dice el banco cuando vas a hacer algún reclamo; con cualquier servicio en realidad, no solamente con la tarjeta. Y eso no es cierto” sostuvo.
“Se puede dar la baja de la tarjeta en cualquier momento. No quiere decir que exima de la deuda. Vos podes dar de baja el plástico, dejar de usar la tarjeta y arreglar un plan de pagos. Incluso algunas instituciones te dan un mes de gracia. Hay que regularlo, sobre todo para cortar el aumento de los intereses. Algunas tarjetas ponen multa, no corresponde, pero hay que estar siempre chusmeando el resumen para ver qué es lo que dice” agregó.
Deuda judicializada
Si bien los reclamos de deudas con tarjetas o créditos pueden asumir un formato que haga pensar al usuario que está ante una demanda judicial, no necesariamente es así. “Siempre hay que tener en cuenta que para que un reclamo sea judicial primero nos tienen que notificar. Si no estamos notificados ese proceso judicial todavía no empezó. Y la notificación siempre va a ser en papel, con una cédula que va a llegar a tu casa y va a decir número de causa y nombre del juzgado. Ahí se pueden acercar al Estudio, ya que esas cédulas casi todas tienen un código QR para acceder a la causa e informarse exactamente” contó.
El abogado alertó por otro tipo de comunicaciones que las empresas pueden hacer llegar a los usuarios y las formas de respuesta y negociación que se habilitan. “Si me mandan un Whatsapp que dice ´iniciamos el proceso de cobro´ o algo así, no implica que eso sea un proceso que está judicializado. Todo proceso judicial, en este caso de una tarjeta de crédito, es un cobro ejecutivo en el cual la tarjeta va a presentar cuál es la deuda que tiene y nosotros nos vamos a presentar para ofrecer algún tipo de pago. Pero nada de eso se va a resolver por un mensaje de Whatsapp” aclaró.
Las notificaciones
El reclamo de pago de una deuda debe llegar al domicilio de la persona en papel. “No puede ser que se la dejaron a un vecino. Tiene que ser a un lugar fehaciente y es responsabilidad de quien te va a intimar. Tampoco sirve por Whatsapp” indicó. Luego, si avanza el proceso judicial se pueden establecer otros domicilios o formas de notificación, como al propio abogado representante.
La recomendación fue “no apurarse cuando te mandan esos Whatsapp, mail, SMS a vos o a tu familia. Eso siempre busca que pagues la deuda, pero no es algo judicial”.
Un punto especial de advertencia son las notificaciones que llegan y despiertan dudas por la información que presentan: “está bueno que vengan a ver a un abogado y ver qué hay de cierto detrás de eso. Porque muchas veces también es un Whatsapp como para ´cazar´ a alguien y ver si terminan pagando. No pagar; mi recomendación sería no apurarse a pagar para no pagar mal”.
Las consecuencias de no pagar
Por no pagar una deuda generada a través de compras con una tarjeta de crédito se pueden derivar distintas consecuencias.
“La primera es la posibilidad de iniciar un proceso judicial. No siempre la tarjeta lo inicia porque hay que ver si le conviene jurídicamente o económicamente. No siempre la tarjeta lo inicia. Hay que saber que la tarjeta tiene dos años para iniciar ese proceso. Si en dos años la tarjeta no lo inició y lo hace después, el usuario se puede oponer” dijo.
Si el proceso judicial avanza y hay una sentencia favorable a la empresa crediticia, “puede haber un embargo de sueldo. Un porcentaje de nuestro sueldo va a ir al pago de esa deuda sin que nosotros podamos ni siquiera acceder a él”.
Extinción de deudas
Las deudas generadas por tarjetas de crédito tienen fecha de caducidad: “Las deudas prescriben. La tarjeta de crédito, por el tipo de relación que es, a los 2 años ya no puede ser exigible” informó.
La defensa
Si la deuda exigida rebasa la capacidad de pago “hay posibilidad de oponer algún tipo de defensa ante esa situación”. El abogado se refirió a casos en los que se logra comprobar que hay un conocimiento de la capacidad de consumo y de pago de cada usuario por parte de los bancos o las empresas emisoras de las tarjetas de crédito.
Consultado sobre ese aspecto, informó que incluso hay jurisprudencia en el Departamento Judicial de Azul. “Hay algunas cuestiones que tienen en cuenta al usuario de tarjeta de crédito no solamente como deudor, sino visto desde el punto de vista de consumidor. Y ahí creo que ahí empieza un poquito a equipararse la relación tan asimétrica que decía al principio” cerró Maximiliano.
* Egresado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Matriculado en el Colegio de Abogados de Azul (Tº XII Fº25) y en la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata (Tº703 Fº732). Socio del estudio jurídico AEQUITAS ubicado en Coronel Suarez 2717, para solicitar una consulta cel: 2284-649166 o 2284-308672.
Fuente: cdnoticias.com