Pese a que cuando fue detenido, en 2018, la entonces ministra Patricia Bullrich lo presentó como uno de los grandes narcos del país, a Federico Marín le habían concedido la detención domiciliaria, tras ingresarlo al programa de Protección de Testigos. Como era de prever, en febrero pasado se fugó y este domingo murió en un aparente enfrentamiento con la Policía Federal. En calidad de arrepentido, Marín había participado de una maniobra del gobierno de Mauricio Macri, que incluyó al falso abogado Marcelo D'Alessio, para ocupar un juzgado clave en Corrientes.
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