Maximiliano Wesner, personal y político. Ezequiel Galli estuvo en todos lados. Lo que dejó la visita de la única precandidata presidencial que pisó Olavarría.
Por Alexis Grierson y Josefina Bargas
“No me pidas que no vuelva a intentar…”
“¿Salió redondito, no?” fue lo que expresó un dirigente minutos después de que Maximiliano Wesner arengara en un final vibrante desde lo político y también en lo emotivo, tras presentar sus propuestas en un gimnasio del club Pueblo Nuevo colmado de militantes y público para conocer la plataforma de gobierno de este sector.
Con un video muy personal y apelando a su historia de vida, el audiovisual resumió a la perfección la campaña de Wesner: conocerlo no sólo como dirigente sino también como persona. Es un vecino más, amigo de sus amigos, insertado en la sociedad olavarriense y sus instituciones, encabeza un espacio político que luego de muchos años en la ciudad y de intentar llegar al poder, cree que es el momento. La confianza posterior al acto subió varios niveles.
Con la presencia de muchísimos sectores no sólo políticos sino también sindicales, la presencia de la Unión Industrial de Olavarría, también del Círculo Médico, Cemeda, Instituto Médico, también la titular de la Asociación de Profesionales Alejandra Capriata, presidentes de clubes de la ciudad y las localidades, entre varios etcéteras, fueron los que marcaron esta presentación que tuvo algunos datos interesantes y que mostró diferencias y similitudes con sus rivales de internas.
La principal diferencia es que salvo por alguna cuestión puntual (como dejar en claro que en caso de ser gestión no permitirá el ingreso de Sabores del Mundo y generará una Fiesta de las colectividades) no criticó al Municipio. Todo el tiempo fue por la positiva: si se repasa el discurso, ni siquiera nombró al Intendente Galli.
Diagnóstico, propuesta, diagnóstico, propuesta. Por momentos ni siquiera era necesario criticar: con dejar en claro que “en mi gestión la salud pública será gratuita al 100% y si alguien tiene obra social le iremos a cobrar a la obra social” era una forma de complementar lo que dijo en otras oportunidades como crítica.
Pensado literalmente como un espacio de propuestas -es decir, ir por la positiva- Wesner recorrió seis grandes ejes de diversas medidas que tomaría en caso de llegar al Palacio San Martín.
La segunda gran diferencia que marcó con respecto a los rivales -de interna y también de otros espacios, por qué no- es que al compartir color político con Provincia y Nación tiene ejemplos tangibles de lo que quiere desarrollar en Olavarría en caso de ser Intendente: desde el barrio CECO III, pasando por la intención de llevar adelante un Frigorífico Municipal junto al Ministerio de Agroindustria y hasta potenciar la Cultura con eventos como el Festival del Libro, el Festival de Jazz o el Encuentro de Teatro.
Después, vale decir, se notó alguna coincidencia de propuestas con otros espacios, lo cual puede denotar que hay puntos de acuerdo para pensar lo que viene. Wesner no hizo mención alguna, por ejemplo, al Impuesto a la Piedra, mientras que otros lo tomaron como propuesta centro de todo el desarrollo de la ciudad.
Otro de los datos de valor fue la comunión de la militancia, la dirigencia y también de los vecinos presentes en el acto: calculado en más de 700 personas “cómodo”, hubo momentos emotivos, de algarabía pero sobre todo de mucho apoyo y la sensación de que “Maxi es el candidato que necesita la ciudad”. La unanimidad fue clara, expresa y hasta a los sectores que fueron invitados se los observó “muy conformes” por lo realizado en la actividad que duró poco más de una hora. Todo un signo de esta campaña con pocas visitas y mucho debate local.
A una semana de las PASO Wesner mostró sus cartas y luego del acto las expectativas crecieron mucho más. “Hablen de esto en sus casas, en las cenas familiares, con amigos, que conozcan una Olavarría Mejor” fue una de las frases finales de Wesner entre emoción, alegría y mucha esperanza de triunfar en la interna y, por qué no, imponerse en los números generales de la PASO.
Galli multiplicado
El Intendente pisó el acelerador: se lo vio por todos lados, recorridas relacionadas con la gestión pero también en plena campaña y la búsqueda de quedarse con la interna con comodidad para no integrar -ante la incertidumbre de Patricia Bullrich, sus rivales de interna y el posible corte de boleta- pero también con el objetivo de ser el candidato más votado.
Como decíamos, hubo varias recorridas no solo por instituciones locales -como en Bomberos Voluntarios- sino también por varios comercios en los que se lleva adelante un trabajo con la Secretaría de Desarrollo Económico.
También fue la semana donde definitivamente se empezó a mostrar con sus precandidatos todo el tiempo: Hilario Galli, Guillermina Amespil y el precandidato a diputado provincial Martín Endere fueron los que más visibilidad tuvieron junto al jefe comunal.
El hito de la semana quizás estuvo en Tandil, donde Galli no solo mostró que está jugando a fondo con Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta, sino que también hubo algunos guiños de su referencia como armador en la Séptima Sección.
Fue, junto con otros dirigentes, protagonista del apoyo de Facundo Manes a la lista del palomar dentro de Juntos por el Cambio, algo que también realizaría horas después María Eugenia Vidal. Pero Galli no fue solo, fue acompañado de Natalia Colomé, precandidata del espacio en Azul que buscará triunfar en internas no solo contra Ramiro Ortiz, sino también contra el Intendente Hernán Bertellys.
Si bien todas las apuestas del jefe comunal en los ocho distritos -incluida la propia- son importantes, en Azul están puestas las fichas de un triunfo contundente que ayudará no solo a reafirmar el liderazgo de Galli en la Séptima, sino también un espaldarazo fuerte a Santilli y Larreta. Y, obviamente, un empuje fuerte a la suerte de Martín Endere, que triunfando se asegura el 1 en diputados provinciales -y su inminente ingreso a la Cámara Baja- pero con una derrota muy ajustada el número 2 (y también su inminente ingreso). Es cuestión de hacer una buena elección.
Por lo bajo, la sensación de triunfo con los pronunciamientos de Manes y Vidal expuso, a su vez, que eran vistos como los referentes de los otros precandidatos locales de la interna de Juntos por el Cambio: Manes de Spina, Vidal de Jáuregui. Si bien no hubo mella en los postulantes y durante la semana se mostraron muy cercanos a Patricia Bullrich y su armado (incluso Jáuregui dejó evidenciado que su referencia hoy es Cristian Ritondo) la relación fue inmediata y buscaron que acusaran el golpe.
¿Spina? Sigue en la misma línea de señalar que “ahora representamos al radicalismo de Olavarría” y que se trata de la única lista del centenario Partido en carrera por las PASO.
Volviendo al jefe comunal, esta “aceleración” en la campaña se prevé que continúe hasta el mismo viernes a las 8 horas, donde comenzará la veda electoral. Su presencia será una constante en todas las actividades y los candidatos mencionados serán, también, las caras visibles de una campaña activa para el jefe comunal.
Una visita (la única)
El jueves a la mañana vino a Olavarría la precandidata presidencial Patricia Bullrich. Dejó muchas cuestiones para resaltar. Pero la primera y más evidente es que es la única de los “presidenciables” que llegó en campaña. Fue una etapa con pocas visitas de candidatos a nación y a provincia y, en consecuencia, una campaña poco nacionalizada. A priori todo parecía que iban a imponerse las discusiones de temas nacionales, pero la verdad es que hubo mucho de local y los candidatos de Olavarría tuvieron oportunidad de presentar sus propuestas y opiniones sin muchas interrupciones.
Desde ya aclaramos una duda que apareció casi todas las veces que señalamos esta situación: Rodríguez Larreta vino varias veces, pero ni una dentro de la campaña formal. Su última llegada fue unos días antes del cierre de listas. Sí vino Diego Santilli para la cena que organizó Ezequiel Galli hace dos semanas. Lo mismo Guillermo Moreno, que también estuvo pero igualmente en la previa al cierre de listas.
Bullrich llegó con el precandidato a gobernador, Néstor Grindetti, y varios precandidatos a legisladores nacionales, entre ellos Cristian Ritondo y Maximiliano Abad. Estuvo flanqueada por sus dos candidatos locales: de un lado Marcelo Spina, del otro Dalton Jáuregui cuyos nombres leyó de un papelito cada vez que tuvo que presentarlos. Así en la conferencia, en la caminata callejera y en el acto en el Paseo Mendía.
Y aprovechó para citar en nuestra ciudad a los referentes de toda la sección. Así que en todo momento, Bullrich estuvo rodeada y seguida por un séquito de dirigentes que buscaba mostrarse lo más cerca posible. Por supuesto que hubo competencia, codazos y personas “invitadas” a correrse para que aparezcan otras en las fotos.
En resumen, la agenda fue: llegada de la dirigente al Club Social, saludo con los precandidatos de la sección, formación para conferencia, conferencia (muy breve), fotos y videos con los candidatos de la sección (que ahora ellos difunden en sus redes), recorrida por algunos comercios y acto en el Paseo Mendía.
Se viralizó el ninguneo
La conferencia de Bullrich duró cinco minutos en los que respondió tres preguntas, y una cuarta que fue para Grindetti. La primera tomó trascendencia con esa minimización de los pronunciamientos de Vidal y Manes en favor de Larreta.
“Son dos votos nada más y vamos a ganar por más que dos votos” respondió y despertó la risa y el aplauso de sus seguidores en el salón. La respuesta llegó a los medios nacionales muy rápidamente y sumó a amplificar la confrontación entre los sectores del Juntos por el Cambio. Este contexto derivó en que un día después ambos precandidatos nacionales se mostraran juntos, en una intención de bajar el tono.
En ese clima contemos un episodio que se dio durante la recorrida callejera de los bullrichistas: pasó una publicidad de Ezequiel Galli con Larreta y Santilli que fue abucheada por los militantes con insultos y acusaciones.
Respecto de la recepción de Bullrich, la gente que se acercó al sector de la plaza central la saludó efusivamente y muchos se quedaron al acto. Ahí vamos.
Apuntando para arriba
Como te dijimos, parte de la actividad de Bullrich en Olavarría fue sacarse fotos y filmar videos con los dirigentes de cada municipio de la sección. Hay uno que resaltamos porque resume un poco el significado local de la visita: con Marcelo Spina y Alejandra Lorden señalan para arriba, hacia la Municipalidad mientras dicen “vamos a la Muni”. (acá lo ves)
Y por eso es clave la ubicación del escenario en el acto en el Paseo Mendía. Se había informado que iba a realizarse en el Monumento a la Bandera, pero en realidad fue a muy pocos metros de las escalinatas de acceso al Palacio Municipal y alineado a una de las ventanas del despacho del intendente. Una pequeña tarima a la que se subieron los dirigentes que pudieron y delante de ellos el grupo de asistentes.
La voz de los oradores, en el mediodía frío y soleado de la ciudad, iba para la Municipalidad donde, aclaremos rápido, Ezequiel Galli no estaba: había salido de recorrida. Pero había unas ventanas discretamente abiertas en el primer piso, desde donde muy seguramente se tomó la foto que poco después del acto se difundió en redes para -con doble ataque- dar cuenta de la asistencia.
Hubo un buen grupo de personas que se acercó al acto. De ninguna manera fue masivo, pero señalemos esa “trampa” que es registrar asistentes a un espacio abierto: había personas por fuera del sector inmediato del escenario que estaban escuchando a los oradores y se habían acercado para eso.
¿Y qué dijeron? Hablaron en este orden: Ritondo, Abad, Grindetti y Bullrich. El primero abrió con la arenga y preparó el clima para las palabras de la precandidata presidencial. Su propuesta: “hablar con los que quieren escuchar, es imposible hablar con quienes no quieren escuchar. Vamos a hablar con todos los que quieran construir una Argentina en serio y que estén convencidos del cambio”. Con esa base hablemos del mensaje de la principal dirigente. En el medio, los demás oradores fueron dejando conceptos sobre ella para definir sus fortalezas en el liderazgo.
Ese es el centro de su intervención. Bullrich habló de la situación del país, criticó al kirchnerismo sin nombrarlo, sí nombró y cuestionó a Sergio Massa, planteó sus propuestas en tres ejes. Pero todo eso tuvo como sentido subyacente plantear una forma de ejercicio del poder y ese es el corazón del mensaje. En sus palabras -y con el ejemplo del caso de San Luis- y en sus gestos, buscó mostrar que no acepta confrontaciones ni dudas sobre sus decisiones. No pretende consensuar ni negociar con sus opositores a los que prefiguró acechantes y en disputa constante. “No vamos a aceptar de ninguna manera que pongan en duda la gobernabilidad que ganamos con la legitimidad de las urnas” dijo.
Y a todo esto, por si ya todo el acto no fuera un mensaje para el Municipio, habló de lo que “le dijeron” los comerciantes de Olavarría acerca de que “las tasas están muy altas”, lo cual cosechó el asentimiento de los asistentes. Aprovechó para mencionar el “compromiso” de sus referentes locales y provinciales de mantener las tasas e impuestos bajos.
¿Qué esperar para las PASO?
Referentes de este sector aseguran que Patricia Bullrich aventaja en las encuestas por pocos puntos a Horacio Rodríguez Larreta en Olavarría. No tenemos cómo chequearlo, nos limitamos a contar.
De cualquier manera, nos plantea dudas sobre cómo impactará un potencial escenario favorable para Bullrich en Ezequiel Galli. Dos conversaciones escuchadas durante el acto de Pato entre los asistentes. De un lado, una mujer que estaba en una de las últimas líneas de asistentes le aseguraba a un hombre que “ese que está ahí en el escenario es Ezequiel Galli”. Era Maxi Abad. Del otro, del lado de la plaza, una persona le explicaba a otra que “ella (Patricia) se dio cuenta cómo es Galli y por eso lo dejó”.
¿Qué boleta podrán en sus sobres esos votantes? El misterio es enorme.
La intriga está en todos los sectores. La elección de Bullrich es determinante para todos los postulantes por una cuestión básica: una boleta de ocho cuerpos será difícil de cortar, y si es una dirigente con buenas mediciones en Olavarría (al menos unos puntos arriba de Larreta, el precandidato del jefe comunal) habrá que ver cuánto se distribuye a los tres precandidatos y cuánto perjudica al que no tiene boleta de Bullrich, Galli.
Con el dato, además, de que no se militó el corte de boleta a favor del mandatario local ni tampoco hay una expectativa de que eso suceda al menos en un volumen notable. Durante la semana se vio muchísimo reparto de boleta en la ciudad y las localidades y hasta ahora no se encontró ninguna rareza: cada uno con su cada uno.
De todos modos, desde el entorno de Ezequiel Galli insisten en pensar las elecciones “de abajo hacia arriba” y no al revés: en ese escenario, Larreta tendría las de ganar (un caso similar al de Santa Fe, donde los larretistas no tenían buenos números y triunfaron bajo esta premisa de la fortaleza de abajo) y Ezequiel Galli de ser el candidato más votado.
Todo está por verse, claro. Pero será un impacto para el votante encontrar al menos ¡16! boletas plagadas de nombres, de cruces de nombres y de ausencias, como por ejemplo que Bullrich y Galli no comparten boleta. “Partamos de la base que vamos a tener problemas para ubicar las boletas en el cuarto oscuro, por la cantidad, la extensión y porque todos querrán ubicar lugares visibles en todo ese contexto” admitió una experimentada dirigenta que conoce de estos temas electorales.
Habrá mucho trabajo para autoridades de mesa y fiscales…
Dicho esto, avisamos de antemano: hay ¡tres! hojas de escrutinio y muchos experimentados en elecciones anticiparon que “los resultados van a estar más tarde de lo que habitualmente solemos conocerlos” por lo que habrá que tener paciencia. Bastante más de lo habitual.
Un extracto
Esta publicación es parte de la edición de este domingo del newsletter Volver a las Fuentes que escriben Alexis Grierson y Josefina Bargas. La edición completa está disponible aquí y tiene un sistema de suscripción económica y aportes únicos al que se puede acceder aquí.