"No veo la hora de estar en Argentina y la locura que será eso”. Las palabras de Lionel Messi, a solo minutos de traspasar una jornada histórica que terminaría con él y sus compañeros levantando la Copa del Mundo, se repitieron con leves variantes en todas las declaraciones y posteos de jugadores y cuerpo técnico. "¡Mañana nos vemos!", sintetizó Rodrigo De Paul en sus redes sociales, en lo que era una promesa dirigida a suelo local, junto a la foto soñada. “Mi sueño es estar en Casa Rosada y tirarme del balcón con la gente. Es lo que soñamos todos. Levantar la Copa en Casa Rosada, estar ahí con la gente. Después de tantos años, sería algo extraordinario”, había imaginado, y se recordó ahora, Alejandro “Papu” Gómez. Los deseos se multiplicaron: todos y cada uno dejaron en claro que el festejo que comenzó en Qatar se completaría recién cuando pueda ser compartido en la Argentina, entre miles y miles, tantos o más que los que se volcaron el domingo a las calles de todo el país. Y aunque la Casa Rosada no sería finalmente el escenario de la foto imaginada –como lo fue en aquel balcón de Diego y los campeones del 86–, se prepara una gran recepción popular que tendrá como epicentro el obelisco porteño, y el predio de la AFA en Ezeiza como punto de partida. En la tarde de ayer se definió finalmente un feriado para dar tiempo y lugar a los festejos de hoy (con excepción de la atención en bancos y Afip, abierta hasta las 12).
Con semejante expectativa y el nivel de pasión y adhesión que ha alcanzado esta Selección Nacional, el gran tema que se recorta es qué forma y recorrido tendrá la caravana que llevará a los jugadores al festejo. Y, sobre todo, cómo se contendrá a la enorme cantidad de gente que se espera acuda a la cita. El entusiasmo es tanto que ya hubo quienes, desde el domingo a la noche, fueron a acampar a los costados de la Ricchieri. También se montó un extenso operativo con un cordón policial rodeando desde temprano el predio de la AFA. Ayer por la tarde se reunieron en la sede del Ministerio de Seguridad de la Nación el ministro Aníbal Fernández con su par bonaerense, Sergio Berni, y porteño, el viajero VIP Marcelo D'Alessandro, para organizar el traslado de los jugadores.
Palpitando la caravana
Ayer se anunció cómo está planeado inicialmente el recorrido del micro –que ya fue exhibido en redes sociales, ploteado con imágenes de los jugadores en este Mundial–. Se espera que al mediodía parta desde el predio de la AFA en Ezeiza (donde descansarán los jugadores desde su arribo, a la madrugada); de allí tomará la Autopista Ricchieri hasta la 25 de Mayo; ingresarán a la Capital en la bajada de Avenida San Juan y luego tomarán la Avenida 9 de Julio, hasta el obelisco.
El regreso será por toda la traza de la 9 de Julio hasta avenida del Libertador, posteriormente Figueroa Alcorta, otra vez Libertador, avenida General Paz, Ricchieri y el regreso al predio de Ezeiza. Al cierre de esta edición no se confirmaban, pero tampoco se descartaban, algunas alternativas: que la Selección se dirija también a Plaza de Mayo ("se hará lo que los jugadores y el cuerpo técnico elijan", resaltaban desde la Casa Rosada). O que se monte un escenario cercano al Obelisco. En lo que coincidían varias fuentes es que lo más acorde a un operativo de este tipo será el vallado a lo largo de la 9 de Julio.
Desde provincia se informó que estarán afectados al megaoperativo para este recorrido 3.300 efectivos de la Policía Bonaerense, que escoltarán al micro, desde Ezeiza, por la Autopista Ricchieri hasta General Paz. A partir de ahí, se hará cargo la Ciudad, con un operativo similar en el retorno a Ezeiza.
Luego de todo lo intenso que se espera vivir en la jornada, hoy por la noche los jugadores quedarán libres para poder pasar unos días con sus familiares y amigos, ya que, a excepción de Franco Armani, el arquero suplente, todos juegan en el exterior y –detalles de un mundial hecho en Qatar, y para eso movido de lugar en el calendario– la liga europea debe continuar. Desde la AFA informaron que la entidad gestionó un permiso para que los jugadores puedan pasar al menos hasta el fin de semana con sus familias, antes de reintegrarse a sus equipos.
Yo te sigo desde el avión
El fervor por la Scaloneta ha dejado postales hermosas, bizarras, inesperadas, además de una cantidad de bebés recién nacidos que se llaman Lionel y Julián, de abrazos, risas y lágrimas compartidas. Entre otras locuras mundiales, ocurrió que el recorrido del avión de Aerolíneas Argentinas que trajo al seleccionado –su partida de Doha en la tarde argentina del domingo, su escala en Roma el mediodía siguiente para abastecer combustible, su arribo a Ezeiza previsto para la madrugada de hoy– fue seguido on line, minuto a minuto, como un acontecimiento en sí mismo. Al cierre de esta edición, casi 8 mil personas estaban siguiendo el vuelo desde el sitio on-argentina-desde-qatar">FlightRadar24. Llegaron a ser 26 mil.
Otro punto de atención era el predio de la AFA en Ezeiza, ya engalanado para la ocasión. En el portón de entrada, el escudo de la entidad sumó la tercera y anhelada estrella dorada por encima de las letras, y la leyenda: "En este suelo hay otra estrella". La imagen fue publicada en la cuenta de Twitter de la Selección, junto a otra del complejo "Julio Humberto Grondona", donde se estampó una gigantografía de Messi levantando la copa, delante de Lautaro Martínez, Julián Álvarez y Ángel Di María,entre otros, con otro mensaje: "Los esperamos en casa, campeones".
El mundo a sus pies
Desde aquel penal final de Montiel para el infarto hasta ahora, el entusiasmo por la Selección se acrecienta, la figura de Messi imanta e irradia. No sólo en Argentina: circulan las emocionantes imágenes de los festejos multitudinarios alrededor del globo. También llegan los saludos y palabras de admiración hacia Lio, desde los más lejanos palos y regiones. Catherine Zeta Jones, Ashton Kutcher, Ben Stiller, Usain Bolt, Tiger Woods, Gary Kasparov, Roger Federer, Neymar, Manu Ginobili, integrantes actuales e históricas de Las Leonas, han declarado su amor al Capitán de la Selección. Si hasta el alemán Mario Gotze, autor del gol fatídico con el que Alemania se quedó con la Copa en Brasil 2014, hinchó públicamente por Messi y la Selección.
Todo queda puesto en escena, dramática y felizmente: el ídolo, ese que además de la capa que le puso el dueño de Qatar para la foto, lleva sobre sus hombros el título (compartido o no, cada quien dirá) de mejor jugador de la historia. Sus características humanas, también únicas en esta escala estelar. Las del entrenador y las del equipo, reunidos para hacer una historia de fútbol colectivo, de compañeros que lograron un objetivo que los trasciende. En ese marco épico, hoy se escribirá el capítulo celebratorio.