Entre octubre y noviembre se desarrollaron siete audiencias. La fiscalía pidió condenar a prisión perpetua a los dos imputados por el homicidio ocurrido en junio de 2019. Las defensas solicitaron su absolución. El 10 de diciembre se revelará el fallo.

Darío Machado | Especial para Central de Noticias

A lo largo de varias semanas se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 del Departamento Judicial de Azul el juicio oral y público por el homicidio del olavarriense Carlos Cordero, asesinado en junio del año 2019. Para el 10 de diciembre a las 13;00 horas se programó la audiencia donde se conocerá la sentencia contra las dos personas imputadas.

Claudio Ibarra Arrieta, de 44 años, y Anabella Landalde, de 27 años, llegaron a la instancia de juicio acusados de ser autor y partícipe primaria del homicidio de Carlos Cordero, un vecino de nuestra ciudad de 60 años que fue asesinado de un disparo el 26 de junio de 2019. La víctima estuvo desaparecida durante diez días, hasta que sus restos fueron encontrados el sábado 6 de julio del mismo año en un predio ubicado en Ruta 226 casi Ituzaingó.

Juicio por el crimen de Cordero: tramo final

El pasado jueves 7 se desarrolló la última audiencia en el TOC N.º 2 de Azul, tribunal conformado por las juezas María Alejandra Raverta, Silvia Torres e Inés Olmedo. La parte acusatoria estuvo a cargo de la fiscal María Paula Serrano, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N.º 4 de Olavarría, mientras que las defensas las llevaron adelante Soledad Kelly, quien representó a Ibarra Arrieta, y Adriana Hernández, defensora oficial de Landalde.

Luego de seis audiencias en las que, en su mayoría, se presentaron testigos ofrecidos por la fiscalía, en el cierre del juicio se escucharon los alegatos de ambas partes.

Por un lado, la fiscal Serrano solicitó al tribunal condenar a los dos acusados a prisión perpetua, por ser considerados autores del delito de “homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por su comisión con alevosía”. En el caso de Ibarra Arrieta es considerado por la parte acusatoria como el autor material del crimen de Cordero, mientras que Landalde fue ubicada bajo la figura de partícipe primaria.

De manera subsidiaria, la titular de la Fiscalía N.º 4 de Olavarría, quien coordinó la investigación por el violento homicidio de Cordero, consideró que en caso de que el tribunal azuleño considerara que la mujer de 27 años actuó como partícipe secundario, la pena a dictar sea de 15 años de prisión.

Mientras tanto, ambas defensas solicitaron que los imputados quedaran absueltos de ser responsables de los delitos encuadrados en los artículos 80 inciso 2 y 41 bis del Código Penal de la Nación, por no existir pruebas que los vinculen con el homicidio de Cordero.

Asimismo, la defensora oficial de la Defensoría N.° 5 de Olavarría, Soledad Kelly, pidió una pena subsidiaria para Ibarra Arrieta por el delito de “encubrimiento”; mientras que su par de Azul, la defensora Hernández, solicitó que Landalde sea ubicada como partícipe del delito de homicidio simple, cuya pena es menor a la figura establecida en la imputación por la que fueron detenidos.

Al cierre de la audiencia del jueves pasado se resolvió que la sentencia que dicten de las juezas del TOC N.º 2 de Azul se conocerá el día martes 10 de diciembre desde las 13.

Si bien subsidiariamente Ibarra Arrieta era juzgado en este mismo proceso por un hecho de “daño agravado” registrado el 17 de mayo de 2019, la fiscalía desistió de esta acusación porque los testigos presentados no recordaban lo ocurrido.

El juicio

La causa por el homicidio de Carlos Cordero llegó a juicio cinco años más tarde del crimen luego de que fuera suspendido en varias oportunidades. A lo largo de las audiencias realizadas desde el 9 de octubre hasta la semana pasada se escucharon los testimonios de más de 30 personas, en su mayoría propuestos por la fiscalía.

El brutal homicidio de Carlos Cordero llega a juicio con dos imputados

A lo largo del juicio se reconstruyeron los hechos que sucedieron entre el miércoles 19 de junio de 2019, día en que Carlos Cordero desapareció, y el sábado 6 de julio del mismo año, cuando hallaron sus restos carbonizados y descuartizados en el santuario del Gauchito Gil de ruta 226 y avenida Ituzaingó.

Durante las audiencias de octubre y noviembre declararon familiares y allegados de la víctima y de los acusados, aunque en su mayoría fueron testimonios de peritos, efectivos policiales y especialistas de distintas áreas y dependencias que se desempeñaron en distintas instancias a lo largo de la investigación.

Para la parte acusatoria, Cordero fue asesinado el mismo día de su desaparición, el 19 de junio, en una vivienda de Pourtalé al 2200 en el que se encontraban Ibarra Arrieta y Landalde. Se presume que el ex militar de 60 años llegó a este domicilio poco antes del mediodía con intenciones de mantener una cita sexual con la mujer de 27 años, y en ese lugar fue víctima de una emboscada. Poco después de su llegada habría sido asesinado de un disparo en el rostro.

A lo largo de los siguientes diez días el cuerpo de Cordero habría sido movido en distintos puntos, hasta que fue abandonado en el santuario de ruta 226 y avenida Ituzaingó. Producto del estado de los restos hallados, su identidad fue confirmada meses más tarde, a través de una prueba de cotejo de ADN realizada con una muestra tomada a su hija.

Fuente: cdnoticias.com