La Selección Argentina de fútbol inició otro recorrido hacia una nueva Copa del Mundo, en este caso la de 2026, pero lo que logró en Qatar todavía sigue latente. Entre esos recuerdos permanece uno que también quedará perenne en la historia.
La canción titulada "Muchachos", con melodía del grupo La Mosca, es otro de los hitos que permanecerá en el tiempo. El creador del tema es Fernando Romero, quien desde fines del año pasado transita un período de ensueño.
"Mi vida no se modificó con la canción. Me cambió en la dinámica en cuanto a la exposición, no en la rutina diaria. Tal vez mucha gente no sabe que yo soy el creador, y eso hace que uno mantenga la vida normal. Pero cuando se enteran que soy el que escribió la canción, me pasa muchas veces que la gente me agradece, o también me cuenta historias de su familia relacionadas a la letra. Incluso, de alegría o de dolor que fueron atravesadas por el tema", le explica Romero a Líbero.
Y va más allá: "En lo grande sigo siendo el mismo, con los mismos amigos, viviendo en la misma casa, con el mismo auto, y trabajando de lo mismo, como docente. Lo que sí, se me comprometieron un poco los sentimientos con lo todo que pasó".
Romero es uno de los tres autores de la canción, con lo cual económicamente tiene un ingreso extra, pero no es un cambio sustancial, según cuenta. "Se puede vivir un poquito mejor, pero no es que puedo dejar de trabajar el resto de mi vida", aclara.
El es docente en un colegio (Adveniat, de Haedo) y en un profesorado, y da teología y formación religiosa. "Las personas -remarca- que tienen fe en algún momento se hacen la pregunta si podrían llegar a ser sacerdote o algo relacionado, pero creo que Dios me fue mostrando el camino por ese lado. En algún momento escribí una canción para un retiro espiritual, que en su esfera fue un lindo tema, escuchada y valorada, pero no comparada a esta que tuvo otra escala a nivel mundial".
El protagonista destaca que hay muchas maneras de contabilizar los ingresos de la canción, pero no en todas él está afectado. "No es que por cada reproducción que hay en Spotify a mí me entra un dólar, no es así. Me ingresa un porcentaje de algunas cuestiones donde el derecho de autor está inmerso, frente a alguna apropiación de la canción o en alguna reversión. En lo que corresponde al derecho de autor, Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) es quien lo rige y lo cobra, y luego lo reparte a los autores", indica.
"En ese lugar -amplía-, cuando junta a todos los autores de todas las canciones a mí me toca cobrar una parte por la versión del grupo La Mosca. Por las otras versiones no tengo ningún tipo de derecho".
La Mosca, precisamente, es el dueño de la melodía, y se juntaron con ellos para hacer la versión nueva, que fue la que surgió. La unión se dio debido a que él la cantó en la previa de un partido con Bolivia, en las inmediaciones del estadio Monumental, en una nota con Matías Pelliccioni (TyC Sports). Al día siguiente lo llamaron de Radio 10 y lo cruzaron al aire con Guillermo Novellis, cantante de La Mosca, y a partir de ahí quedaron en contacto. "Al tiempo me contactó Santiago Ruiz, el mánager de ellos, que es de Racing como yo, y ahí me dijo de potenciar y promover la versión nueva", dice.
"La vida después de la canción -añade Romero- fue la misma, lo que cambió fue el tema de la exposición, la salida en los medios, la invitación a algunas charlas. Pero me encargué que esto no me modifique en nada con lo que tenía y hacía antes de esto. Tengo la gracia de ser feliz trabajando de lo que trabajo, y no pesa en la cabeza la posibilidad de dejar de ser docente. Esto me ayudó un montón y también me expuso un montón. Para lo que es el cuidado de la imagen de uno, en lo personal, no quiero otra cosa como dedicarme a la música o trabajar en los medios. Frente a esa situación voy tratando de mantenerme en el mismo lugar de siempre".
Romero empezó a escribir un libro, con todo lo que le tocó vivir, pero luego lo abandonó y, en algún momento, espera retomarlo. "La trama es todo esto que fue una locura y como el sueño del pibe, entonces puede estar bueno contarlo. Sobre todo para que la gente vea que soñar no es en vano, y que las cosas se pueden realizar", sostiene.
Su vínculo con el fútbol fue desde siempre. Racing y la pelota lo acompañaron de chico, junto a su padre y su hermano. Y de pequeño va a la cancha y le gusta cantar, y también hacer canciones con su grupo de amigos.
Cuando Romero escucha esa música en los estadios o en otros lugares le provoca "emoción, y uno tiene mucha gratitud por eso. La canción me puso en lugares que nunca había soñado, y me ha hecho recibir cariño totalmente inesperado. Entonces, cada vez que suena me dejo conmover también".
A él lo invitaron a un evento en la sede de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), en marzo último, donde le pudo entregar un reconocimiento de Angel Di María, Leandro Paredes, Nahuel Molina y Angel Correa. "Eso fue todo -expresa- lo que me pude acercar al plantel. Me gustaría acercarme más pero por el momento es lo que pude. Al resto los tuve muy cerca y les pude hablar".
A Romero le llegó la posibilidad de ir a la final del Mundial, por una invitación, pero prefirió no concurrir por una cuestión de cábala: "El riesgo era grande. Tengo cábalas también con Racing pero se pierden más rápido, duran dos o tres partidos, je, je. Siempre algo hay, como algunas costumbres que no se pueden tocar mucho. Igual, no creo fervientemente que un equipo gane o pierda por lo que haga yo".
El hombre nacido en Hurlingham reflexiona que "para sobreponerse a la adversidad que generalmente vive Racing, hay que volver siempre al origen, a lo que es cada uno. Y no hay que olvidarse que ser de Racing es mirar mucho más allá de un resultado. Si fuéramos hincha de un resultado solamente seríamos todos del Real Madrid, pero cada uno es de su club acá. De Racing me enamoró lo que es su gente".
Los festejos que se hicieron por el título, en marzo de este año, lo tuvieron a Romero como invitado estelar, y reconoció que no veía a la Selección desde las eliminatorias para el Mundial 2002. "En Argentina está medio disociado la Selección de los clubes. Durante muchos años fue así, y si eras hincha de tu equipo no eras hincha de la Selección. Pero creo que este equipo logró unir esa distancia. Y me gustaría ahora estar cerca de ellos y poder acompañarlos", se ilusiona.
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