Tras la polémica sobre los fondos que el gobierno de Milei pretende eliminar, los extensos ejemplos en toda la Provincia muestran la importancia en los barrios más humildes. Cómo el FISO le cambió la vida a millones de personas.

Por Marcos Pascua / Especial para Central de Noticias

¡Hola! ¿Cómo estás? Hace unos días te conté sobre la siniestralidad vial en la ciudad de Olavarría durante los últimos once años, si te perdiste esa columna, la podés encontrar acá.

Durante la semana que pasó estuvieron en el centro de la escena los Fondos Fiduciarios que el gobierno actual pretende eliminar. Estos fondos fueron claves en la negociación del proyecto de la ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” más conocida como ley “ómnibus” que no prosperó en diputados y que hoy tiene un nuevo capítulo con la intención de eliminarlos por decisión del presidente de la nación.

Uno de esos fondos es el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), a partir del cual se destina el financiamiento a diferentes programas que tienen como objetivo mejorar las condiciones habitacionales de miles de argentinos y argentinas que viven en condiciones precarias.

Pero empecemos por el principio.

¿Qué es un fondo fiduciario?

Básicamente un fideicomiso se compone de tres partes, el fideicomiso, el fiduciario y el beneficiario. El fideicomitente transfiere ciertos activos o propiedades al fiduciario, quien lo gestiona de acuerdo con los términos establecidos en el contrato del fideicomiso. El beneficiario es la parte que eventualmente se beneficiará de los activos del fideicomiso. Estos fondos son ingresos garantizados a las provincias durante más de un año para asegurar el financiamiento de un programa oficial y hoy representan alrededor de un 2% del PBI.

Breve cronología

Los fondos fiduciarios no son nuevos y comenzaron en 1990. Durante la presidencia de Carlos Menem se crearon cinco, mientras que durante la presidencia de Fernando de la Rúa se crearon tres, uno fue creado durante la presidencia de Néstor Kirchner, siete durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (PROCREAR, Fondo para el manejo del fuego, protección de los bosques nativos), diez durante la presidencia de Mauricio Macri (Fondo fiduciario para la Vivienda Social) y tres durante la reciente gestión de Alberto Fernández (fondo fiduciario de asistencia directa a víctimas de trata, el fondo fiduciario para la promoción de la economía del conocimiento y el fondo de integración sociocurbana).

Para conocerlos todos, podés acceder acá.

ReNaBaP

Para comenzar a hablar del Fondo para la Integración Sociourbana (FISU) es necesario empezar por el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP).

En 2016 se realizó el primer Relevamiento Nacional de Barrios Populares, donde se relevaron todas las villas y asentamientos del país. Dicho relevamiento fue impulsado por organizaciones sociales nucleadas en la CTEP, CCC, Barrios de Pie, TECHO y CÁRITAS ARGENTINA, y ejecutado en cogestión con el estado nacional.

En 2017 a través del decreto 358/2017 es que se reconoció la existencia de los barrios populares, se oficializó la creación del Registro Nacional de Barrios Populares y se creó el Certificado de Vivienda Familiar, que es un documento que sirve para acreditar domicilio legal o fiscal ante cualquier autoridad pública nacional, provincial, municipal o empresa privada que lo solicite. Además, permitió que quienes lo tienen puedan solicitar la instalación de servicios como agua corriente, electricidad, cloacas o red de gas natural y es uno de los requisitos para poder participar del programa Mi Pieza. Acá te dejo la información de cómo se puede obtener.

En 2018 se sancionó la Ley N°27.453. En 2019 se sancionó el Decreto N°819 que creÓ el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) cuyo objetivo es financiar la totalidad de las actividades que resulten necesarias para llevar adelante el objeto de la Ley N°27.453. Actualmente el FISU se financia con el 9% del Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) y el 15% del Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia (Impuesto a las Grandes Fortunas). Además, cuenta con otras fuentes de financiamiento como el Banco Intercamericano de Desarrollo a través del préstamo BID N°4804/OC – AR y el programa de abordaje integral de barrios populares.

En el mismo año asume Fernanda Miño como secretaria de Integración Socio Urbana.

En 2020 se comenzó con la ejecución de obras generales de integración, lotes con servicios, se lanzó el programa Mi Pieza, entre otras líneas de trabajo. Dentro de las obras generales de integración, algunas de ellas son los Proyectos de Obras Tempranas (POT) que permiten a los barrios acceder a servicios de agua corriente, cloaca, conexiones seguras de electricidad, veredas peatonales, equipamiento urbano, entre otros.

En 2022 se actualizó el Registro Nacional de Barrios Populares a través de la resolución ministerial 483/2022 a 5.687 Barrios Populares.

A fines de 2023 se realizó una actualización ampliando este número a 6.467 barrios, que componen una superficie de 684 km2 (tres veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires) y donde viven 1,2 millones de familias (5 millones de personas).

Entre las provincias con mayor cantidad de barrios se encuentran la provincia de Buenos Aires cuenta con 2.065 barrios populares, seguida de Santa Fe con 469, Chaco con 442, Misiones 413 y Tucumán con 370.

Se define como barrio popular a las urbanizaciones informales “que se constituyeron mediante distintas estrategias de ocupación del suelo, que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, un déficit en el acceso formal a los servicios básicos y una situación dominial irregular en la tenencia del suelo”. Además, los núcleos de viviendas “deben contar con un mínimo de ocho familias, con la mitad de sus habitantes sin título de propiedad del suelo, ni acceso formal a al menos dos de los servicios básicos (agua corriente, energía eléctrica, red cloacal)”.

Crecimiento

La conformación de asentamientos informales no es nueva, a partir de los relevamientos realizados por las diferentes organizaciones sociales durante años, se puede saber que existen asentamientos que datan de 1900, vale recordar que, en esa década se produjo la “huelga de las escobas”. José Figueroa Alcorta, presidente en ese momento, anunció un aumento sobre los propietarios para inicio del próximo año, lo que derivó en un aumento en los alquileres del 30%. Como consecuencia de esto los inquilinos que vivían en los conventillos decidieron realizar una “huelga de no pago”.

El crecimiento de los asentamientos continuó profundizándose a lo largo del tiempo, aumentando considerablemente a partir de la década de 1980 y llegando a un punto cúlmine en la década del 2000, donde la crisis del 2001, el cierre de los ferrocarriles y un modelo de especulación inmobiliaria instaurado durante el período neoliberal llevó a que menos personas pudieran acceder a una vivienda formal. A estas causas, luego de le sumarían el proceso inflacionario, la falta de acceso al crédito hipotecario y la falta de programas de acceso a la vivienda. Si bien, el PROCREAR fue una política pública que garantizó el acceso de muchas familias a la vivienda propia, la demanda es tal que fue muy difícil de cubrir.

Según los datos del Censo 2022 en nuestro país, el 68,9% de las personas viven en una vivienda propia, pudiendo acreditar la titularidad de la misma en el 59,9% de los casos. Mientras que quienes alquilan representan un 17,4%. Si repasamos los datos de los censos anteriores, las personas con vivienda propia representaron en 2001 el 70,64%, mientras que en el 2010 fue el 67,7% del total de hogares encuestados. Mientras que en el caso de las y los inquilinos, representaban en 2001 un total de 11,14%, en 2010 un 16,11%.

Censo Propietarios Inquilinos
2001 70,64% 11,14%
2010 67,70% 16,11%
2020 68,90% 17,40%

Tabla 1: Evolución de propietarios e inquilinos según censo (INDEC)

Analizando estos números, podemos ver que en la década del 2000 hubo una tendencia a la “inquilinización” mientras se reducía la cantidad de propietarios y propietarias. Durante la década siguiente, apenas aumentó la cantidad de personas que viven en casa propia, mientras que la masa inquilina continuó en aumento.

Programas

El FISU se compone de una serie de programas que paso a detallar a continuación:

  • Proyecto de Obras Tempranas (POT): comprenden el financiamiento de obras específicas que responden a un modelo social, productivo y urbano. Se busca mejorar la accesibilidad y conectividad, la construcción de infraestructura o equipamiento y el acceso a servicios básicos. Dentro de los POT se llevaron a cabo las siguientes obras:
    • Salón de usos múltiples;
    • Playón deportivo;
    • Conexiones de agua o cloaca;
    • Conexiones de electricidad;
    • Veredas, cordón cuenta y arbolado;
    • Polideportivo techado;
    • Núcleos húmedos
  • Proyecto Ejecutivo General (PEG): los PEG son proyectos integrales desde el punto de vista urbano, social, ambiental y de seguridad en la tenencia. Contemplan la totalidad de las obras de infraestructura y servicios básicos que hacen a la integración socio urbana de los barrios populares. Incluye el trabajo sobre la regularización dominial de las tierras sobre las que se asienta el barrio.
  • Programa Lote.ar: este programa tiene como objetivo la creación de nuevo suelo urbano para la generación de lotes con servicios destinados a los sectores populares, con finalidad de vivienda única, familiar y de ocupación permanente.
  • Mi Pieza: este es un programa de asistencia económica a mujeres, mayores de 18 años y residentes en Barrios Populares del ReNaBaP, para que puedan realizar refacciones, mejoras y/o ampliaciones de sus viviendas.

Obras

Según el monitor de obras de Integración Socio Urbana al que podés acceder acá, entre las obras realizadas y otras en ejecución el número es de 1278 obras que llegaron a:

  • 5.060 barrios populares con obras de vivienda;
  • 117 obras de acceso al suelo para sectores populares;
  • 338.336 fueron las familias alcanzadas por las obras de integración;
  • 255.754 fueron las familias alcanzadas con obras de vivienda;
  • 23.565 familias fueron alcanzadas con obras de acceso al suelo.

Lejos de los “tres cordones cuneta” que una periodista mencionó en LN+ la semana pasada, algunas de las obras que se ejecutaron:

  • 768.733 ml de red de agua;
  • 58.127 conexiones eléctricas;
  • 75.725 conexiones de agua;
  • 37.787 conexiones de cloaca;
  • 251.567 mejoramientos de vivienda;
  • 464.677 m2 de espacio verde;
  • 2.583.936 m2 de veredas perimetrales;
  • 193 centros comunitarios;
  • 14 espacios productivos;
  • 26 espacios educativos.

No obstante, en el mismo programa se hablaba de que el dinero iba directo a la UTEP, algo que es fácil de chequear y que podemos ver a continuación:

  • El 34,3% de las obras fueron ejecutadas por Organizaciones de la Sociedad Civil (por ejemplo, Cáritas);
  • El 34,1% fue ejecutado por los municipios;
  • El 14,4% fue ejecutado por nación, en su totalidad en el programa Mi Pieza;
  • El 12,7% fue ejecutado por las provincias en Obras de Integración y en obras de Lotes con servicios;
  • Mientras que el 1,4% fue ejecutado por cooperativas de servicios en obras integración.
  • El restante 3,1% no se cuenta con el dato de la UE en la base oficial.

Ejecución

Las cooperativas de trabajo y organizaciones de la sociedad civil fueron conformadas por hombres y mujeres, en algunos casos de los mismos barrios beneficiarios de la obra que realizaron trabajos de albañilería, electricidad, plomería, entre otros. Dichos trabajadores y trabajadoras pertenecen a la economía popular, organización que surgió luego de que el mercado formal los expulsara post crisis del 2001.

A dichas cooperativas se les exigió que contara a lo largo de la obra con un o una profesional de la construcción a cargo (ingeniería, arquitectura), un o una profesional encargado de llevar adelante las rendiciones de los diferentes desembolsos (contaduría) y un o una responsable social, encargada de hacer el nexo entre vecinos y vecinas y la obra. También se les exigió contar con los seguros correspondientes para llevar adelante la obra.

Además, parte del financiamiento de la obra estaba destinado a la adquisición de los elementos de seguridad correspondientes para realizar los trabajos de forma segura. Algo no menor, es que este programa permitió que muchas mujeres pudieran insertarse a trabajar en un rubro donde predominan varones y que, de otra manera, su inserción hubiese sido más compleja.

Las tareas en muchos casos fueron ejecutadas en tiempo y forma, con un rendimiento superior en calidad que las obras que fueron llevadas adelante por municipios, que se encargaban de contratar a empresas constructoras con mayor experiencia en estas tareas.

Además, fueron auditadas por profesionales externos a través de diferentes convenios llevados adelante por la Secretaría de Integración Socio Urbana y universidades y colegios profesionales. Entre las universidades encargadas de hacer las auditorías se encuentra la Facultad de Ingeniería de Olavarría perteneciente a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), ese listado lo podés ver acá.

Algunas de esas obras llegaron a la ciudad durante la gestión de Ezequiel Galli:

  • Programa Mi Pieza: barrios Matadero, Villa Mailen, Eucaliptus, Francisco Moreno, Villa Aurora, Belén, Costero Sur.
  • Proyecto de obras tempranas (POT): veredas, espacios verdes, centro de recreación y deportes (en ejecución) y conexiones eléctricas, conexiones de agua (ejecutado) en barrio Matadero.
  • Lotes con servicio (Lote.ar): lotes con servicio en proceso de contratación.

De los barrios populares en Olavarría te conté acá.

Uno de los municipios que recibió mayor cantidad de obras relacionadas (110) a este fondo fiduciario fue General Pueyrredón, con la intendencia de Guillermo Montenegro, una figura importante dentro del PRO.

Es decir, desde su sanción este fondo fiduciario ha financiado y ejecutado obras en diferentes municipios independientemente de su orientación político partidaria, ya que es un proyecto transversal a la política y que cuenta con un fuerte consenso.

Transparencia

En cuanto al financiamiento, cada desembolso girado a las cooperativas tiene que ser rendido por el área contable en un plazo de tiempo establecido y es condición contar con su aprobación para recibir el siguiente monto de dinero. La rendición implica la presentación de todas las facturas correspondientes a la compra de insumos, materiales, herramientas y pago de sueldos.

Además, los proyectos financiados por el FISU cuentan con la participación comunitaria, donde a través de asambleas vecinales se presentaron el trabajo que se a realizar, se les consultó por las obras necesarias en el barrio y hasta en algunos casos se hicieron elecciones para elegir que tipo de árboles colocar. Son obras que avanzan con la supervisión de los propios vecinos y vecinas del barrio que son testigos de como los trabajos mejoran la calidad de vida de las diferentes familias.

Toda la información de las obras es pública y se puede encontrar acá, como también se puede encontrar los datos de los programas acá. Además, podés ver acá los resultados del relevamiento realizado y acá la ejecución presupuestaria con la distribución provincia por provincia.

Comentarios finales

La urbanización de los barrios populares es una política pública que cuenta con un gran consenso en nuestro país, muestra de eso es que la ley se sancionó durante la presidencia de Mauricio Macri y el FISU se creó durante la presidencia de Alberto Fernández.

Este tipo de obras permiten que vecinos y vecinas de diferentes ciudades del país puedan transitar por una vereda de hormigón en lugar de barro o que cuenten con una instalación eléctrica segura, pudiendo dormir tranquilos sin miedo a que por un desperfecto se les prenda fuego la casa. Permite también, que muchos barrios no se queden sin servicio de agua potable en los momentos de mayor demanda, como sucede en Necochea y Mar del Plata en plena temporada, ya que ahora cuentan con un tanque de reserva que les asegura el abastecimiento.

Muchas viviendas son pequeñas y no cuentan con un espacio de ocio o recreación, no tienen un patio o un jardín, por eso la inclusión de espacios como plazas son importantes en estos barrios. Centros productivos que permiten que recicladores urbanos tengan un lugar de trabajo, salones de usos múltiples que fomentan la integración barrial, la inclusión social de niños y niñas que pueden desarrollar una actividad extracurricular, luces led que brindan iluminación donde antes no la había, cordón cuneta que permite que las aguas pluviales escurran con fluidez evitando el deterioro de las calles del barrio, muchas de ellas de tierra.

Eliminar el FISU acusándolo de “caja negra” es de una ignorancia suprema ya que el trabajo realizado hasta aquí estaba comenzando a saldar una deuda del Estado para con millones de sus habitantes. Claro que el trabajo hasta aquí realizado no alcanza porque la desigualdad estructural es mucha, pero discontinuarlo en un contexto donde el Estado no parece tener intenciones de dar respuestas habitacionales, lo que va a terminar generando es que la desigualdad aumente y que los asentamientos continúen creciendo en un contexto social complejo.

Quienes creemos que el hábitat es un derecho, que el Estado debe tener un rol fundamental en brindar calidad habitacional y en salvar la desigualdad existente vemos esta decisión como un retroceso y una pérdida de tiempo que va a costar mucho recuperar.

Además, quienes hemos participado en este tipo de proyectos superadores, integrales y que logran el objetivo de la política que es mejorar la calidad de vida de la gente, vemos con preocupación como la información falsa prolifera en medios masivos de comunicación en horario central y ensucia el trabajo realizado con honestidad intelectual por cada uno de nosotros y nosotras desde nuestro lugar.

A la vista está que durante este tiempo se han realizado muchas más obras que “tres cordones cunetas”, que las Unidades Ejecutores han sido muchas y de las más variadas y que la realidad de muchas personas ha mejorado sustancialmente.

Quien también escribió unas palabras sobre este tema fue Juan Grabois, si te interesa te dejó acá la nota como recomendación.

Nos volvemos a leer en unos días.

Fuente: cdnoticias.com