Entrevista con el economista sobre los últimos seis meses. La traba entre el control de la inflación y la depresión económica. “No veo ninguna perspectiva de acá a fin de año para el sector construcción” dijo.

Hace seis meses Central de Noticias entrevistó al economista Gabriel Schmale para analizar la situación económica nacional y las perspectivas. En esta oportunidad la invitación fue a repasar la evolución en el primer semestre del año.

El contador destacó que hay aspectos que se mantienen, centralmente el impacto de una inflación controlada, aunque dejó advertencias por perspectivas negativas. Así apuntó a la depresión del consumo y a la falta de dólares en las reservas del Banco Central. “Lo que hicieron para controlar los precios de los productos nacionales le está jugando en contra (al Gobierno)” afirmó. Además, analizó el cambio de la pirámide social: “va a empeorar” proyectó.

En tanto, respondió sobre la economía local y coincidió con la lectura que días pasados presentó el Municipio: leyó la caída del sector de la construcción por doble vía, la obra pública y la obra privada.

-En enero dijiste que la economía había cambiado, ¿qué es lo que pasó en estos seis meses?

Sigo manteniendo que la economía cambió, tenemos que pasar, cambiar el chip. Nosotros como consumidores y el comerciante, el industrial tiene que cambiar el chip como empresario, es totalmente distinto. Ahora nos tenemos que acostumbrar a inflación baja, ya no se puede subir los precios por las dudas, sabiendo que después se corregía a los dos o tres días. Eso no va más. Hay que acostumbrarse a que los precios al ser más estables y con una caída total de las ventas, nosotros como consumidores tenemos que caminar más que nunca. No nos queda ninguna alternativa, buscar precios y ahí es donde empezamos a notar que te llevas a sorpresas.

Vos recordá que en la época de la inflación, estamos hablando hace dos años, era notorio si uno iba al mayorista que está en la calle Pellegrini, lleno de autos y la gente saliendo con los carritos llenos. El efecto stockeo. Hoy el efecto stockeo no va más y nos encontramos que inclusive el almacén de barrio puede tener precios más accesibles, más baratos, que el supermercado, que el mayorista inclusive, aunque parezca mentira. Entonces más que nunca hay que cambiar el chip.

-Este movimiento del consumo hacia abajo que es sostenido en el tiempo, ¿se da en todos los rubros?

Es dispar entre los rubros. Hay algunos que no están vendiendo nada y hay otros que están vendiendo algo, vamos a llamarlo así. Si damos una vuelta a la noche en Olavarría y vemos las casas de comida, están bien, están vendiendo, hay gente comprando las casas de comida. Ahora, si damos una vuelta ahora por las pilcherías de Olavarría, no están vendiendo nada. Pero a su vez lo que estamos empezando a ver es que hay gran diferencia dentro del mismo rubro: tenés comercios que le está yendo bien, punto, y comercios que le está yendo muy mal. Entonces, esto que decíamos hoy de cambiar el chip de la economía, lo que pasa también es que el empresario tiene que entender que ya las rentabilidades de dos dígitos que teníamos en el año 23 y principio del 24, ahora se transformaron en rentabilidades de un dígito. Eso te obliga a que vos repases muy bien los costos, muy bien en lo que estás gastando. Y esto lo podemos llevar a nuestras casas.

-¿Cómo?

Los sueldos por ahí no subieron por arriba de la inflación, con lo cual el poder de compra de mi bolsillo es menor, yo puedo comprar menos porque la plata me alcanza menos. Especialmente lo que han subido mucho son los servicios, luz, gas. Te obliga a remirar los gastos y ser más eficiente en los gastos de tu casa.

-¿Cómo se explica esto que estabas diciendo hoy de cierta inflación controlada, y que aumenten tanto la luz, el gas, los combustibles?

Cambió la estructura de la inflación. En el año 2023, principio del 2024, cuando vos mirabas el número de inflación era todo bienes duros: alimento, tecnología, ropa. Eso empujaba la inflación hacia arriba. Ahora cuando ves el número de inflación que se publicando -alrededor de dos puntos- lo que pesa son servicios: telefonía, internet, luz o gas. Los bienes duros están manteniendo un valor más bien estable.

-Estas medidas que se habían anunciado sobre fin de año pasado que tenían que ver con pagos en dólares, exhibición de precios en dólares, ¿eso funcionó?

No funcionó. A ver, ¿el gobierno tiene logros? Sí, tiene el mayor logro que es bajar la inflación y tener los precios medidamente estables. Ahora, tiene grandes fracasos también.

-¿Como cuáles?

Ese, por ejemplo. De que para reactivar el consumo saquemos los dólares del colchón para ir a comprar yerba, detergente, cosa que decíamos que no iba a funcionar, que no lo veíamos. Y no lo vemos, porque no va a pasar. Nadie va a sacar los dólares que tiene ahorrados en el colchón para ir a comprar detergente.

-¿Lo sacaron para viajar?

Para viajar, sí. Fíjate que en el Mundial de Clubes estaba lleno de hinchas de Boca y River. Y eso para el Gobierno fue muy malo. Ver la televisión que allá en Estados Unidos, las canchas estuvieran llenas de argentinos era muy malo. Porque era el efecto contrario al que estaba buscando. Sí sacaron la plata del colchón, pero no para gastarla acá y dinamizar el consumo acá. Lo gastaron allá.

-¿Y ese mismo efecto se puede medir cuando uno ve todas las compras que hay en esas páginas Shane, Temu, Alibaba?

Es el mismo, exactamente el mismo efecto. El gobierno se metió en un terreno que para bajar los precios abrió las importaciones. Ahora las importaciones crecieron tanto y cada vez que hablás de importaciones son dólares que se van del país, cuando se necesita que vengan dólares, no que se vayan. Entonces lo que hicieron para controlar los precios de los productos nacionales le está jugando en contra.

-Hay algo que vos venís señalando y es que ya no es posible mirar un solo indicador para saber cómo está la economía, ¿cómo se explica?

Hay una frase que la debés haber escuchado un montón de veces: Milei logró acomodar la macro, estabilizó la macro. Nosotros veníamos de un desbarajuste en los números fiscales. Entonces, el hecho de controlar la inflación, el dólar relativamente, de volver a tener superávit, eso es genial. El problema es que lo hizo a costa de los jubilados, a costa de que nosotros tengamos un poder de compra cada vez menor. Y no hay perspectiva de que mejore. Ahí está el problema. No vemos que haya ninguna decisión o que estén pensando en cómo poder dinamizar el consumo, que nuestros bolsillos estén un poco mejor. En eso nos preocupamos. Independientemente de que empezamos a mirar con mucha atención cosas que tendrían que haber pasado y no pasaron.

-¿Cómo qué?

Por ejemplo, el campo liquidó. El campo cosechó, vendió, tuvimos liquidación récord durante mayo y junio. Y el gobierno no sumó reservas. ¿Por qué? Porque esos dólares récord que le entraban del campo, se iban por turismo, por compras en el exterior vía courrier. Entonces no pudo sumar reservas. Las reservas en la caja fuerte del Banco Central son escasas. Tenía que haber sumado reservas y ahí es donde empezamos a ponerle atención ahora. Ahí es donde digo que hay muchas cosas en materia económica que están agarradas de los pelos.

-Y en esta advertencia que estás señalando, ¿las elecciones cómo juegan?

Históricamente en la República Argentina siempre que hubo un proceso electoral viene lo que se llama cobertura: compran dólares. Ante la duda que no sabemos qué va a pasar, quién va a ganar, los pesos que tienen se compran dólares o en lugar de comprar dos paquetes de yerba compró uno y el otro compro dólares. Es la realidad. Entonces, esto va a pasar ahora.

-¿Es lo que estamos viendo con el aumento del dólar o todavía no?

No, todavía no. Lo veo más para agosto. Se ve algo, el efecto electoral, no digo que no, pero no de magnitud. El efecto electoral de magnitud va a venir en agosto. Ni hablar entre septiembre y octubre después de la elección en la Provincia de Buenos Aires.

-En esto que estábamos diciendo de los sectores que están en baja de consumo, el mercado de la construcción que tiene tanto que ver con Olavarría, ¿cómo lo ves?

El sector de la construcción no está andando bien, ni hay mucha perspectiva de que ande bien. Pero al mismo tiempo tenés el sector inmobiliario que sí anda bien. ¿Pero qué pasó? ¿Qué cambió? Que hoy el metro cuadrado construido sale mucho más barato que ponerte a construir. Entonces, muchos que antes iban y se hacían la casa, hoy están buscando comprarse ya una casa hecha. Eso frenó el sector de la construcción de lo privado. Lo tenés totalmente parado. Todos sabemos lo que pasó con la obra pública, con lo cual el sector de la construcción está parado. No veo ninguna perspectiva de acá a fin de año para el sector construcción.

-En ese contexto el Municipio presentó los indicadores locales y un panorama económico muy complejo para lo local. ¿Vos ves que esto tiene chances de revertirse en lo local?

No.

-¿El Municipio tiene margen de acción en esto?

Escaso. Muy poco lo que puede hacer. O sea, puede hacer algo. Estoy convencido de que el Municipio puede hacer algo. ¿Va a cambiar, va a revertir la situación? No. Porque esto es mucho más macro, no lo va a lograr.

-Bien, o sea, ¿tiene razón el Municipio en presentar la palabra "macroeconomía" adelante del contexto?

Sí, sí, totalmente. Este es un problema -no me meto en política-, pero es ajeno a la gestión. Después, se puede discutir si la gestión está bien o está mal.

-¿Vos decís que a cualquier gestión que hubiera estado le pasaba lo mismo?

Sí.

-Este contexto económico, ¿qué dice de la pirámide social argentina?

Cómo está cambiando y va a empeorar. Nosotros las pirámides las vamos segmentando por ingresos donde ponemos la clase baja, la clase media, la clase alta. Te encontrabas con que la pirámide argentina era más bien petiza, muy ensanchada la base. Con lo cual el diferencial que había entre el que más ganaba y el que menos ganaba era más bien chico.

Este modelo económico nos está llevando a una pirámide de ingresos flaquita y larga donde el diferencial entre el que más gana con el que menos gana se ha ampliado muchísimo.

En eso empieza a haber una diferencia de la composición. Deben haber escuchado que la clase media se rompió, mucha gente cayó a clase baja. Con lo cual ensanchaste la base de la pirámide, hay más pobres en Argentina. ¿Cuál es otro problema? Que cayó también lo que era la clase media media, pasó a ser media baja. Y la media alta pasó a ser media media. Pero la clase alta no, siguió manteniéndose. Con lo cual vos te encontrás con que tenés un 20% de gente que la está pasando muy mal, un 30% de pobres, un 30% de clase media y un 10% rico que le están ganando muchísimo más de lo que están abajo.
Fuente: cdnoticias.com