Lionel Messi, todavía en duda por una molestia muscular, confirmará sobre la hora misma del partido si estará o no en condiciones de jugar este miércoles la final de la US Open Cup, equivalente a la Copa Argentina en el ámbito de la MLS de los Estados Unidos. El equipo de la casaca rosada enfrentará en la definición a Houston Dynamo desde las 21:30 en el estadio DRV PNK de Fort Lauderdale con transmisión de TyC Sports.

"Mañana me sentaré con él, veré sus sensaciones y nos pondremos de acuerdo en lo mejor para todos", expresó Gerardo Martino, el técnico rosarino del Inter Miami, a propósito de la participación o no de Messi quien buscará su segundo título con la franquicia de Miami, luego de haber ganado la Leagues Cup el 19 de agosto pasado por penales a Nashville FC. "Primero está el jugador, después la final y luego lo que se viene para el equipo. Esos son los tres puntos que tenemos que evaluar. Indudablemente hay futbolistas y futbolistas y estos interrogantes son porque se trata de 'Leo'", agregó Martino en rueda de prensa. La única certeza es que el cuerpo técnico esperará a Messi hasta último momento.

El capitán de la selección argentina campeona del mundo se entrenó este martes aparte de sus compañeros y sólo hizo tareas de kinesiología. La molestia muscular en el isquiotibial derecho la arrastra desde el partido ante Ecuador por la primera fecha de las Eliminatorias sudamericanas y le impidió jugar la segunda ante Bolivia en La Paz. Trece días después, Messi reapareció contra Toronto por la MLS, pero estuvo apenas media hora en el campo de juego y salió ya que se resintió de la misma dolencia.

Si finalmente se decidiera que no sea titular, el súpercrack rosarino irá al banco de suplentes y entrará en algún momento del segundo tiempo. Debería tenerse en consideración que Messi llegó a la MLS luego de un mes de vacaciones y que sin realizar la tradicional pretemporada, entre Inter Miami y la Selección Argentina, disputó trece partidos en 61 días con el consiguiente desgaste para un jugador de 36 años.

Por su parte, el mediocampista español Sergio Busquets, compañero de Messi en el equipo propiedad de los hermanos anticastristas Jorge y José Mas y de David Beckham deseó que el astro argentino pueda estar en la final ante Houston Dynamo ya que "marca una diferencia abismal". "Es un hándicap (desventaja) cuando no tienes al mejor jugador del mundo, que marca un diferencia abismal en todas las estadísticas del equipo. Pero vamos a esperar, ojalá haya alguna chance de que pueda estar", manifestó Busquets en la conferencia de prensa que compartió con Martino.
"Jugar al lado de él, ya sabes lo que es. Jugamos muchos años juntos, ahora nos reencontramos aquí y esos años nos dieron el conocernos y asociarnos de la mejor manera. Es un regalo estar al lado suyo", señaló el volante, de 35 años que también llegó este año al Inter Miami.

En caso de conseguir el torneo más añejo del fútbol de Estados Unidos, Messi saldará la discusión en torno a la cantidad de títulos que ganó. Algunos le computan 43 cuando en verdad obtuvo 44 que lo convierten en el jugador con más consagraciones en la historia del fútbol mundial. El debate surge sobre su presencia en la Supercopa de España 2005 con Barcelona; si bien Messi no participó de ninguna de las dos finales, sí formaba parte del plantel. Por eso, el club catalán lo cuenta como una de los 35 coronas que logró en la institución.

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