El pasado viernes 24 de marzo, la entonces concejal de Chacabuco por la Coalición Cívica, dentro de la alianza Juntos por el Cambio, Silvia Gorosito, decidió conmemorar el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia posteando en sus redes la foto de un cuerpo humano arrojado desde un avión, con la leyenda “Felíz día del montonero”. La reacción social y política de su ciudad generó una ola de rechazos que hicieron que la concejala decidiera borrar el comentario. Pero ya era tarde, todos lo habían visto. Además, no era la primera vez que hacía algo semejante: algo imilar había publicado el 24 de marzo de 2022.
Gorosito recibió el repudio de los organismos de derechos humanos y el bloque de concejales del Frente de Todos, hasta de sus aliados del radicalismo local, que le exigieron que presente su renuncia a la banca municipal. Este miercoles, esa renuncia fue aceptada, pero los problemas para Gorosito están lejos de terminarse. En las últimas horas, la Comisión Provincial por la Memoria presentó una denuncia penal en su contra.
Otra chacabuquense, Sandra Raggio, es la querellante en la causa por apología del delito. "Claramente era una publicación celebratoria de los vuelos de la muerte, y eso va más allá del negacionismo, porque ya no es negar los crímenes sino hacer apología", señaló a Buenos Aires/12 la directora general de la Comisión Provincial por la Memoria.
"Eso debe ser investigado por la Justicia, nosotros entendemos debe recibir una sanción; y ya existe un antecedente favorable a través de un fallo que derivó en una probation a un funcionario de Ramallo", señala Raggio que reconoce que la renunicia de la concejala buscó evitar la discusión en el recinto. "Estaba moralmente inhabilitada para la función pública y en consecuencia correspondía al mismo cuerpo legislativo tramitar su expulsión, como una manera de marcar un límite de lo que puede decir un funcionario público", dice al respecto.
–¿Hay una nueva ola de negacionismo y apologismo?
–El negacionismo existe desde la propia dictadura. La narrativa negacionista de hoy tiene la misma matriz que el discurso de los militares en su momento, ya sea en su forma de negar los crímenes, justificarlos o relativizarlos, que fueron las estrategias a las que recurrieron. La metodología elegida, la desaparición forzada, implica que no hay cuerpo y en consecuencia no hay prueba del crimen. En eso se basaba la negación.
–¿Y ahora?
–La novedad es que ese discurso, que tenía limitaciones a la hora de circular en el espacio público, si no era con el objetivo de producir escándalos, concretamente en la política, porque no era apto para producir credenciales políticas ni captar adhesiones, hoy parece ejercer cierta atracción. Ahora le sirve a algunos dirigentes de ciertos sectores para construir su perfil y su identidad, y presentarse como alternativa ante la sociedad. Entiendo que este es un fenómeno que se da a nivel mundial, que no es propio de la Argentina. Pero lo notable de Argentina es que, con los procesos de Memoria, Verdad y Justicia que tenemos, no creíamos probable que esas dinámicas autoritarias de otras sociedades se reeditaran acá.