En un año que alcanzó el reordenamiento post pandémico, la educación inicial dejó atrás las burbujas y volvió a la cotidianidad con las niñas y niños dentro de la escuela. En este marco, la Dirección Provincial de Educación Inicial encontró en la filosofía un punto de encuentro para que las infancias pudieran tener un canal de expresión en base al preguntar. El anclaje formativo de un adulto que interroga a un niño empieza a cambiar, y hoy el paradigma se presenta invertido.

En diálogo con Buenos Aires/12, Patricia Redondo, directora provincial de Educación Inicial, contó que la perspectiva asuminda "es una posición más dialógica, entendiendo con los niños no son receptores pasivos en términos educativos, sino que son protagonistas activos de la relación educativa”. “El ministro de Educación provincial, Alberto Sileoni, y la subsecretaria de Educación, Claudia Bracchi, tienen como una de sus políticas centrales la cercanía y el territorio”, destacó la funcionaria, y remarcó la importancia de esa decisión, “sobre todo después de la pandemia”.

Según advierten los números oficiales, la educación inicial de la provincia de Buenos Aires es el tercer subsistema más grande en América Latina, con 5.500 jardines en total. “En la provincia atendemos niñas y niños desde los 45 días hasta los 5 años, de jardines urbanos, suburbanos, salas maternales en escuelas, jardines maternales, y tenemos jardines rurales y en islas”, explicó la funcionaria al dar cuenta de la expansión del sistema. Asimismo, destacó la existencia de los Jardines de Infantes Rurales y de Islas de Matrícula Mínima (JIRIMM), que define como “una forma que es propia de la provincia de Buenos y casi única en Latinoamérica”, en la medida que “pueden tener hasta tres niños nada más y sólo con ellos se instituye un espacio de educación inicial con una maestra o maestro en un aula de una escuela primaria”.

En regreso a las aulas, la pandemia fue un eje de la conversación profunda respecto a su incidencia en el patrón formativo de niñas y niños. “En marzo de 2020, a una semana de empezar abrir los jardines y empezar a conocer familias, niñas y niños, docentes, tuvimos que pasar a un formato virtual” recordó Redondo. En este escenario, las y los trabajadores de le educación tuvieron que lidiar con la “contradicción” de que “conceptualmente desde la primera infancia insistimos que los chicos estén frente a las pantallas lo menos posible”, señaló la directora de Educación Inicial.

"En ese momento hubo que encontrar formas para vincularse y hacer propuestas para que las familias asuman rol de docente”, explicó la funcionaria, al tiempo que relató la experiencia de los docentes que debían acercarse a las y los niños que vivían en parajes rurales o islas. “Los muelles y tranqueras se volvieron espacios pedagógicos”, resumió Redondo. “Todavía no tenemos conciencia de lo que significó educar en pandemia”, sintetizó, y recordó como “los chicos preguntaban si en el teléfono estaban sus amiguitos”.

“Los niños han atravesado muchas pérdidas”, señala Redondo al advertir sobre el valor de las y los docentes durante la pandemia. En ese marco, destacó la relación de la actual gestión y la puesta en valor del trabajo docente en comparación al accionar de la adminitración de María Eugenia Vidal que “sancionó a 300 docentes de educación inicial por adhesión a los paros”.

“Nosotros velamos por una democratización de la educación”, apuntó la funcionaria, y en ese sentido aseguró que "a los chicos hay que ofrecerles cosas de excelencia: la mejor literatura, ofrecerle un tono de voz adecuado, bajar el cuerpo para escuchar, estar presente y alojaros como sujetos. Aprender y escuchar”.

Nueva experiencia filosófica

Este año, la Dirección General de Cultura y Educación organizó el Primer Encuentro provincial de niñas y niños de nivel Inicial: ‘Infancias y filosofías’ en Marcos Paz. Una jornada donde los chicos interactuaron en el plano de la deducción, la introspección y el valor de preguntar y preguntarse. Participaron 138 niñas y niños de 2 a 5 años de JIRIMM y jardines rurales y urbanos de nueve municipios.

La conducción del trabajo de campo estuvo en manos del filósofo y pedagogo Walter Kohan. “No queríamos escolarizar la experiencia, la idea no era replicar lo que hacíamos en los jardines de infantes”, explica Redondo, que también advierte que “el objetivo era vertebrar una idea de encuentro, donde niños y niñas que fueran los protagonistas en clave de pregunta”.

“Los maestros lo que hacemos siempre es responder, acá es al revés”, relató la directora de Educación Inicial y organizadora del evento. A su vez, y en búsqueda de que se tome dimensión del encuentro, Redondo contó que “eran chicos que por primera vez salían de su paraje, que viajaron 100 kilómetros, y dónde algunos trabajan con su familia, cuidan animales chicos, ayudan en su trabajo rural, y nunca habían estado en un espacio con tantos niños”.

Mirta Correa es la directora del Jardín de Infantes N°904 de Suipacha y asistió con cinco niños y niñas al encuentro y conversó con este medio. “Una experiencia genial”, celebró la directora y docente, y destacó que “Uno crece y aprende con el otro. Los chicos aprendieron a preguntar”. Asimismo, precisó que “ahora es un trabajo nuestro empezar con mayor cantidad de interrogantes, y lamentó que “eso en algún momento los docentes lo perdimos, y hay que recuperarlo porque no hay que dar todo por sentado”.

“Por primera vez los chicos estuvieron en una actividad de más de 100 chicos que no eran de su comunidad, y con mucha diversidad”, destacó Correa y, en referencia a la matriz filosófica del encuentro, afirmó que “la filosofía es eso, preguntar y dudar de todo”. “No sé si el jardín tiene que dudar de todo, pero sí no dar todo por sentado. Nosotros tenemos que llevar a que los chicos deduzcan, que busquen alternativas, que crezcan y sean críticos de lo que los rodean”, apuntó la directora.

Durante la jornada, que tuvo lugar a finales de noviembre, Redondo anunció nuevas instacias de encuentro, al tiempo que agradeció a Gabriela Valverde, inspectora de la Región 10 que fue la sede de la actividad. “La infancia siempre representa algo nuevo”, enfatizó Redondo, y precisó que el principal valor de estos eventos está en “el reconocimiento de los niños como sujetos de derechos” puesto que hay que “reconocer que tienen voz propia y no es que nosotros como adultos se las brindamos.”

Artículo original de www.pagina12.com.ar

;