Yoly Pérez, bibliotecaria de Olavarría, dialogó con Central de Noticias y alertó sobre las consecuencias de la Ley Ómnibus en materia cultural. La postura de la CONABIP y el plan de acción a seguir.

Las bibliotecas populares nucleadas en la CONABIP promueven un plan de acción “en lucha contra el DNU 70.23 y la Ley Ómnibus”. Se trata de una serie de movilizaciones y reclamos en distintas partes del país para exigir que la “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” no se apruebe.

Muchas manifestaciones se dieron en conjunto con otras disciplinas y sectores culturales. En el caso de Olavarría el miércoles pasado referentes de bibliotecas locales participaron del “instrumentazo” en rechazo al DNU 70/2023.

“La cultura es la estructura de toda sociedad, desfinanciarla es quebrar los cimientos de nuestro pueblo” sostuvieron desde CONABIP.

En la ciudad, las bibliotecas con reconocimiento de la entidad son la 1° de Mayo, Coty Laborde, Collinet y Amoroso. Yoly Pérez, bibliotecaria de la 1° de Mayo, habló con Central de Noticias y denunció que “las bibliotecas populares corremos peligro” ante un posible desfinanciamiento. Manifestó su desacuerdo con el proyecto de ley de Javier Milei, destacó el trabajo de las bibliotecas como “espacios de cultura” y adelantó que habrá más movilizaciones, una de ellas para el 25 de enero.

Uno de los puntos con más peso es que se eliminaría el Fondo Especial reconocido por la Ley 23.351 promulgada en 1986, a través del cual se financia a la CONABIP y a las Bibliotecas Populares.Este fondo no le quita nada a ningún sector de la sociedad para darle a las bibliotecas populares ya que se constituye a partir del gravamen sobre los impuestos a los premios pagados en los juegos de azar de la Lotería Nacional” explicaron trabajadores de CONABIP.

View this post on Instagram

A post shared by Trabajadorxs de la CONABIP (@trabajadorxsdelaconabip)

Pérez señaló que “ese recurso es utilizado para ayudar a solventar gastos de servicio, mantenimiento edilicio, conexión, capacitaciones tanto a bibliotecarios como a los voluntarios integrantes de las comisiones directivas, compra de libros, entre otros” y que sin ese financiamiento “las bibliotecas populares se verían seriamente afectadas”.

“La lucha de estas instituciones por permanecer y mantenerse es continua. Generamos recursos propios, pero no es suficiente” agregó.

“Las bibliotecas han pasado a cumplir una función social en la actualidad, con acciones culturales y recreativas concretas, tales como promoción de la lectura, talleres, cursos. Han convertido sus sedes en espacios de encuentro para el crecimiento cultural de su zona de influencia. El ejemplo claro fue en tiempos de pandemia. Acompañamos a nuestros usuarios haciéndoles llegar los libros con los medios que teníamos y que nos permitían las autoridades sanitarias en ese momento. Y de esta manera hicimos más llevadero el confinamiento” profundizó Pérez.

Además, la ley elimina la Junta Representativa de la CONABIP sistema por el cual las bibliotecas eligen a sus representantes provinciales ante la Comisión, los cuales son voluntarios. Propone también quitar el acceso de las Bibliotecas Populares a tarifas diferenciales de servicios, beneficios fiscales y franquicia postal.

Otro de los efectos es que se pierde la figura del profesional al frente de la biblioteca, las funciones y tareas del bibliotecario o bibliotecaria función y tareas propias de la bibliotecaria o el bibliotecario.

Cabe mencionar que el paquete de reformas que es la Ley Ómnibus abarca también el cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes (FNA), el desfinanciamiento del INCAA y el Instituto Nacional de la Música (Inamu).

Desde CONABIP recalcaron que “las Bibliotecas Populares constituyen un movimiento único en el mundo, que promueve la lectura, el acceso a la información, la difusión de la cultura y la inclusión social en todo el país”.

“El avance de este proyecto de ley arrasaría con las políticas culturales que llevan más de un siglo de vigencia. Está en manos de los legisladores y legisladoras impedirlo” concluyeron.

Por su parte como bibliotecaria de Olavarría, Pérez aseguró que “vamos a seguir manifestando nuestro desacuerdo a través de acciones propuestas en conjunto con bibliotecas populares de todo el país y en lo local, junto a otros agentes culturales, sumándonos con distintas actividades.

La próxima actividad que organizarán es una suelta de libros a realizarse el 25 de enero, mientras tanto cada semana habrá intervenciones públicas desde todas las áreas culturales de la ciudad.

Fotos: Trabajadorxs de la CONABIP y Biblioteca 1° de Mayo

Fuente: cdnoticias.com