Las ciencias exactas y sociales, juntas para favorecer el aprendizaje escolar

Investigadoras de las Facultades de Ingeniería y Ciencias Sociales de la UNICEN trabajan junto a docentes de las escuelas secundarias Nº 13 y 14 de Olavarría para potenciar la enseñanza interdisciplinaria en el aula.

¿Quién dijo que las ciencias naturales y las ciencias sociales son antagónicas? Contra todo prejuicio al respecto, docentes investigadoras de las Facultades de Ingeniería y Ciencias Sociales de la UNICEN profundizan acciones para su aprendizaje en escuelas secundarias.

La primera experiencia que reunió formalmente a Cristina Iturralde y a Gabriela Casenave, directoras del proyecto “Diseño de Dispositivos Pedagógicos Didácticos Interdisciplinarios entre ciencias sociales y naturales para fortalecer la participación de los jóvenes en aprendizajes escolares”, fue en 2021. Junto a un nutrido grupo de colegas trabajaron acerca de las posibilidades de la aplicación de tecnologías áulicas en la escolaridad rural con las particularidades que presenta, por ejemplo, en términos de conectividad y los pluriaños. De esta vinculación surgió un libro que fue presentado en abril.

Ambas directoras son profesoras (Cristina de Física y Química, mientras que Gabriela está formada en Comunicación Social) y pertenecen a núcleos de investigación reconocidos de la UNICEN, que en Ingeniería y en Sociales abordan las problemáticas educativas: el Grupo de Investigación en Didáctica de las Ciencias Experimentales (GIDCE-FIO) y el Núcleo de Actividades Científicas y Tecnológicas Investigaciones en Formación Inicial y Prácticas Educativas (IFIPRAC_Ed – FACSO).

La propuesta actual, enmarcada en el Programa de Fortalecimiento de la Ciencia y la Tecnología 2023 de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (SECAT) de la UNICEN, se puso en marcha en mayo y durará un año. Tiene como objetivo central la articulación de la Universidad Pública en los territorios escolares con demandas relacionadas a achicar brechas tecnológicas y de recursos. Si ambas Facultades tienen carreras de formación docente ¿por qué no aunar esfuerzos?

Puentes pedagógicos

El grupo, integrado por profesionales y estudiantes de los profesorados de la FIO y FACSO, ya comenzó a trabajar con los equipos docentes de las Escuelas Nº13 y Nº 14. La escuela 13, además, es una de las instituciones que forman parte de los Puntos de Extensión Territorial (PET) a través de los cuales la Universidad del Centro organiza su tarea con la comunidad. “Trabajamos interdisciplinariamente con las docentes y luego ellas trabajan con los chicos”, detalló Cristina Iturralde, investigadora de Ingeniería. Las áreas en la que despliegan estrategias son tan diversas como música, arte, historia, ciencias naturales, matemática y química, entre otras.

Las mayores complejidades están vinculadas a los tiempos y estructura escolares para lo cual se desplegó una articulación institucional que permite a los equipos docentes de las escuelas secundarias participar de los talleres y actividades del proyecto universitario, con el acompañamiento de las gestiones de cada escuela y las inspecciones correspondientes.

Al respecto, Gabriela Casenave detalló: “lo discutimos mucho con los docentes que participaron de los talleres: la estructura que tiene la secundaria es un poco rígida. Está organizada por disciplinas, materias, pero a su vez hay mucho incentivo para innovar en el aula. Lo vemos en distintas investigaciones y nosotras mismas cuando trabajamos en el anterior proyecto,que hay otro tipo de movilización de estudiantes y docentes en cuanto a los aprendizajes”, agregó la docente de la Facultad de Ciencias Sociales.

Otro escenario, otros desafíos

La dinámica de trabajo conjunto entre ambos grupos de investigación educativa tuvo su primera experiencia con escuelas rurales de Olavarría, que derivó en la publicación de la obra “Interpelaciones a la enseñanza en la escuela secundaria”. En este caso “el contexto era diferente. También abordamos la interdisciplina pero el trabajo estaba atravesado principalmente por las características de las escuelas rurales como los pluriaños y la falta de conectividad”, destacó Iturralde.

“El proyecto anterior también tenía un anclaje en las tecnologías de la información y la conectividad. Finalmente en algunos casos se pudo lograr más y en otros menos, nos interesamos en conocer qué se podía facilitar desde el proyecto para sanear un poco la distancia y los problemas de red de internet. Pensamos alternativas que sean digitales, pero no online. Incluso herramientas que suelen ser de uso cotidiano, como puede ser hacer una presentación audiovisual o visual, bueno, trabajar con ese tipo de herramientas para facilitar las Tecnologías de la Información en el aula”, contó Casenave.

Si bien el proyecto actual no tiene necesariamente estas particularidades, está atravesado por otros aspectos de las tecnologías y dispositivos que se encuentran en el aula. Partiendo de esta base se trabajan los contenidos, los objetivos pedagógicos, la estructura que van a tomar estos dispositivos y también el tiempo de ejecución “porque la idea es que los equipos docentes puedan diseñar y aplicar ese dispositivo, que puede ser una actividad de enseñanza, un taller, una muestra, una puesta en escena, y nosotros acompañamos”, detalló Iturralde.

La propuesta busca que, al terminar el proyecto, se hayan incorporado conocimientos a través de experiencias que conjugan herramientas tanto de las ciencias sociales como de las ciencias exactas. “Nuestro ideal sería que se puedan sentar algunas bases como para detectar los desafíos y las limitaciones que presenta la interdisciplinariedad y que ellos después puedan tener experiencias propias, sin nosotros que en este momento hacemos como un rol de tutoría o andamiaje. Y ojalá estas experiencias despierten otras posibilidades que se desarrollen adentro de las escuelas, sin nosotras necesariamente”, expresó Gabriela Casenave.

Alianzas que transforman

Las investigadoras coinciden en que las experiencias presentan un gran desafío. Tras lo desarrollado con escuelas rurales revisaron acciones, resultados, avances “siempre es un proceso en construcción”, expresaron. “Este tipo de proyectos es una manera de aportar al campo de conocimiento. Cuando hacemos investigación educativa lo que queremos es llegar al aula y acompañar los procesos docentes”, reafirmaron.

La Dra. Cristina Iturralde destaca la horizontalidad del trabajo. “No queremos que se piense la Universidad como algo inalcanzable donde tenés que estudiar una carrera o ser docente para poder venir a vivir algo de lo que es la Universidad Pública”, expuso desde la FIO.

Por los pasillos y laboratorios de Ingeniería y Ciencias Sociales, además de docentes de las escuelas transitan los grupos de estudiantes destinatarios de estos dispositivos pedagógicos. “También nos interesa que no vean a la universidad como algo lejano. Incluso en este momento donde su rol está tan discutido, estas propuestas son muy tangibles, esto también hace la universidad”, concluyeron las especialistas.

Fuente: cdnoticias.com

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