Abrazados frente a un estadio donde los vitoreaban varias decenas de miles de eufóricos militantes de todo el peronismo, Massa y Kicillof cerraron la campaña en la provincia de Buenos Aires, convertida en el centro de las esperanzas para las elecciones del domingo. La distribución del ingreso, la defensa del trabajo y la lucha contra la inflación y la inseguridad fueron las principales promesas.
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