Pasó sólo un mes desde la muerte de Mariano Caprarola. Días después, el fallecimiento de Silvina Luna potenció la indignación social contra el condenado cirujano Aníbal Lotocki, dado que ambos habían sido sus pacientes y lo denunciaron -uno en los medios y otra en la Justicia- por mala praxis.
Desde entonces, fueron muchos los famosos que, de a poco, comenzaron a perderle el miedo al falso cirujano plástico y empezaron a revelar que ellos también fueron sus víctimas.
Una de las víctimas que se animó y avanzó en la Justicia fue Raphael Dufort, productor teatral y empresario uruguayo, que pensó que en manos del médico argentino podía solucionar un problema que tenía en la nariz, sin saber que el paso por el consultorio del falso cirujano le iba a cambiar toda su vida.
-¿Cómo lo conociste a Aníbal Lotocki?
-Fue una casualidad, lo vi en una revista que estaba en una peluquería en 2008. Yo venía con un problema de Montevideo que estaba buscando en la Argentina alguien que me pueda arreglar la nariz y surgió esto que hacían ‘full estética’, con un método revolucionario. Hablé con una actriz conocida de acá que me dijo: ‘Yo no fui, pero una colega fue y está de moda, debe ser bueno’. Entonces pedí una cita y a partir de ese día fue un cambio total en mi vida, lamentablemente.
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Él me dijo que mi nariz estaba muy baqueteada, muy tocada, pero que existía este relleno que se degradaba, que por un tiempo me lo tenía que aplicar seguido para que siempre estuviera recta la nariz. Me dijo que más adelante vuelva para operarme bien, pero que esto me iba a ayudar. Al otro día que fui a operarme, fue rapidísimo, me dolió mucho, con un producto bastante denso, que no era líquido.
Me empezó a hablar de otras partes del cuerpo en las que se podía poner el producto que decía era revolucionario. Me dijo que se perfilaban los pechos, los brazos, hasta los penes, que los hombres se ponían en su parte íntima para agrandarlo y engrosarlo. ‘Esto en 6 ó 7 meses tenés que volver a aplicarte’, me explicó. Obviamente era toda una mentira, no era nada degradable, era algo que iba a quedar permanente y que iba a traerme para la salud gravísimas deformaciones en mi cuerpo y, hoy estoy pagando las consecuencias de una estafa y de una mala praxis de este psicópata.
-Además de la nariz, ¿te operaste otras cosas?
-Me dio tanta confianza y la nariz, en principio, me había quedado bien. Pero después tuve una infección que me entró por la aguja en la nariz, producto de la falta de higiene del consultorio; y estuve casi un año y medio para recuperarme. Como no pude ver los resultados por la infección en ese momento, confié en él y accedí a hacerme los brazos y los pechos.
Él me dijo: ‘Vos calmate, no te va a doler porque esto tiene anestesia, te va a impresionar, por eso te pido que cierres los ojos’. Me atravesó la carne, la cánula se le salió para el otro lado, me atravesó el bíceps y salió por el hombro. Cuando abrí los ojos me vino una puntada en el pecho de la impresión. Vi cuando el producto salió por abajo, cómo chorreaba porque era una cosa como viscosa, como una gelatina blanca. Me puso el otro brazo, pero ya estaba asustado.
Cuando me puso en los pechos, me atravesó la costilla para adentro y estuvo a un milímetro de los pulmones. Podría haberme hecho un agujero en el pulmón, pero me raspó y ahí me infectó. Yo lo empujé y cuando le dije que no me ponga más nada porque me estaba doliendo, me dijo: ‘Tenemos que seguir porque vas a quedar con un pecho gigante como si tuvieras una prótesis femenina y vas a tener el otro pecho chato’.
Se me empezó a hinchar y le dije que era una locura y le recordé que me había dicho que me iba a poner anestesia. En ese momento, me dijo: ‘La anestesia la tiene el producto, los antibióticos, tiene todo, esto es así, no hay otra manera de hacerlo’, me dijo él. Me llevó como dos o tres meses recuperarme porque me desgarró todos los pectorales, me atravesó como quien mecha una carne con panceta y yo en silencio, porque me sentía avergonzado sintiendo que había hecho cagada, que me había manipulado. Yo iba sólo por la nariz y el tipo me dio tanta seguridad, me sacó el dinero del bolsillo y menos mal que no seguí con otras partes, porque me quería poner los gemelos y las pantorrillas. Hoy sería mucho peor.
-¿Qué problemas te generaron las operaciones?
-A los cuatro años tuve problemas de formación de cálculos renales, pero yo no era consciente de que había sido por eso, sino que pensé que era por toda mi vida estresada, la vida del mundo del espectáculo es muy complicada. Me enteré muchísimos años después de tener seis operaciones en los riñones, hasta que un día la escucho a Silvina Luna en televisión contando lo que le estaba pasando y yo dije: ‘Pero a mí me pasa lo mismo’, me estaba hablando como si estuviera hablando yo y ahí empecé a abrir los ojos.
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Cuando Silvina estaba en las últimas, me vino a mí en paralelo una hipercalcemia que estuve a punto de morirme con 21 ó 22 de presión y ahí me hice todos los análisis de calcio y de sangre. Tenía todos los valores alterados y la nefróloga me dijo: ‘No sé cómo estás vivo yo con tu presión y todos los valores, ya tendrás que haber estado muerto hace mucho, ¿cómo tardaste tanto en venir?’. Uno se va a acostumbrando al dolor, si no hubiera tenido ese pico de presión capaz que ya estaba muerto. Nosotros éramos todos sanos, teníamos buena salud. Yo soy re deportista, nunca tomé alcohol, no me drogué nunca, como sano… me arruinó la vida.
-¿Volviste a contactarte con Lotocki?
Desde 2008 al 2014 que me quise sacar este producto, me bloqueó de todos lados. No me podía comunicar porque yo quería que se hiciera cargo de esto, le decía: ‘Yo no aguanto más, los dolores son insoportables. No puedo mover los brazos, se me duermen’. Me arruinó mi trabajo. Hasta que en 2014 vine a Argentina a buscarlo, fui a la clínica de Córdoba y Pellegrini y estaba cerrada, me dijeron que él no estaba desde hace mucho tiempo. Yo fui a Belgrano después buscándolo por medio de otra actriz que me dijo dónde estaba. No me querían atender en recepción, estuve 10 horas esperando hasta las 11 de la noche.
Cuando lo vi, se hizo el boludo, me dijo no sabía quién era y yo le dije: ‘Tengo esto que no puedo más de dolor. Yo quiero que me saques esto, vos me dijiste que en seis meses se iba y cada vez se hizo peor’. Al otro día volví y presencié una pelea con la anestesista que se le fue reclamándole dinero de operaciones pasadas. Quedé solo con él y la mujer. Él mismo me puso la anestesia, que es una locura. Cuando me desperté, no sólo que no me había sacado nada, sino que me había hecho una lipoaspiración o un ‘marcado de raviolitos’, como él dice, de los cuales me había puesto más producto.
Yo no se lo pedí y me dijo que necesitaba más tiempo para sacarme lo que yo tenía: ‘Pensé que era una pavada, pero cuando empecé me di cuenta que necesito ponerte una anestesia potenciada, pero ya que estabas dormido te hice esto’. A lo que yo le respondo: ‘¿Esto qué?’, ‘¿Viste cómo te deje la panza?’, me respondió. Me destruyó el vientre, me dejó una pelota. Cuando me fui de ahí tenía una infección impresionante, se me había hecho una bola de edema, y me empezó a salir como un líquido con sangre por los agujeros donde él me había hecho eso.
Me acuerdo que le dije: ‘Pero no te pedí nada’, la respuesta de él fue: ‘Pero te lo hice para que estés bárbaro y por lo menos para que te vayas con algo, ya que te dormí’. Me fui y pasé la peor noche de mi vida, lo llamé a la clínica el otro día y no me atendían. Me decían que no estaba, por lo que me volví Montevideo por miedo de lo que me llegue a pasar. En mi país me hicieron un drenaje, me tuvieron que sacar dos litros de líquido. Todo lo que le pasó a Silvina yo lo vi como una película de mi propia vida y cuando la vi en su baúl dije: ‘Podría haber sido yo o puedo ser yo’.
-¿Cómo te afectaron las operaciones en tu vida?
-Estoy al 60 por ciento de la función renal. Me dieron una medicación fuertísima que se usa para el cáncer de hueso, tuve parálisis facial y pequeños ACV porque nosotros tenemos una inflamación crónica. El producto genera una inflamación continua, si vos no controlas eso, te afecta todo el cuerpo, y una de las cosas que me ha pasado es perder un poco memoria de corto plazo.
Tengo que vivir adentro del médico. Cada dos meses me tengo que hacer análisis de orina y cada tres meses de sangre. Me toca hacer dietas especiales. Me arruinó lo que es el placer de la vida, poder disfrutar libremente de lo que quieras, no lo puedo hacer. Tengo diarrea hace cinco años, es mucha incomodidad, no retengo la orina. Tengo que tomar cuatro litros de agua, pero tengo que estar cerca de un baño porque pasa enseguida a la vejiga al no filtrar bien. Todo lo que hago en mi vida lo tengo que planificar de manera perfecta. Yo sé que si voy a un lugar que me tarda 30 minutos no puedo tomar agua porque si no me puedo orinar en el taxi.
-¿En qué estado se encuentra la denuncia?
-Nosotros hicimos la denuncia por intento de asesinato con doble eventual, quiere decir que él sabía que nos estaba poniendo algo que nos iba a matar y no le importó. El fiscal determinó que este hombre tenía que ser detenido, pero el juez está de vacaciones y lo tomó otro juez y, como otros casos que fueron presentados, fueron denegados. Dicen que él está a derecho, que nunca hizo nada en contra de lo que tenía que hacer.
Ellos creen que no va a fugarse, porque tiene el pasaporte retenido en la justicia. Depende de la Justicia y de toda la cantidad de demandas. Todos los días se acerca más gente a presentar demandas por situaciones dantescas, realmente cosas que no podés creer. Es una persona que es mala, él sabe que hace daño y no le importa.
-¿Cómo pensas que va a seguir avanzando la denuncia?
-Él va a ir preso por muchas otras cosas que se van a comprobar. Él y la mujer, que es la principal mafiosa. Se van a descubrir cosas que tienen que ver con robos a su socio que se está enterando ahora de todo el dinero que le robó y le estafó. Están apareciendo ahora pruebas que él mismo va a tomar cartas en el asunto.
La mujer va a ir presa también por usurpación de títulos, ella no terminó el liceo y está operando con él. Aparte del contrabando del producto que es veneno, tienen que comprobar que él infectaba veneno en cantidades exorbitantes. Después hay otras derivaciones a cosas mucho más turbias, complicadas e inimaginables que tienen como pantalla la clínica plástica, pero atrás hay algo mucho más oscuro que se van a quedar flasheados y no van a poder creer, pero por ahora eso no se puede hablar porque está en investigación.
Contenido original de BigBang News