Marixa Balli no tuvo el mejor de los regresos a la pista del Bailando por un sueño. Incómoda y un tanto fastidiosa, toleró como la humorista Fátima Florez la imitó, entre burlas y completamente personificada igual que ella. "La verdad no lo disfruté. No me sentí cómoda. Una pena", había escrito Balli junto a una imagen de ella con el conductor horas después del show. Sin ir más lejos, la aparición en escena de la actual pareja de Javier Milei opacó mucho a la ex del Potro Rodrigo, ya que, utilizando el perfil de Marixa, Fátima aprovechó para hablar de la imagen que compartió y luego borró en las redes sociales donde se veía la cama mojada y el brazo del candidato libertario.
Lo cierto es que, molesta, la panelista de LAM volvió a compartir otro descargo en sus redes y hasta se animó a contestarle algunas de las preguntas que le fueron enviando sus seguidores sobre su participación en el programa de Tinelli. "No dejé que Fátima me saque protagonismo. Yo estaba muy tildada porque estaba enojada por todo lo que me había pasado anteriormente con el enterito, con un montón de cosas, con el zapato, el calzado fue culpa mía que me lo olvidé y ellos me dieron lo que tenían ahí, unas botitas, nada”, comenzó explicando con algunas muecas de bronca la ex vedette en su cuenta de Instagram.
"Me sentí incómoda": el fastidio de Marixa Balli por la imitación que hizo Fátima Florez de ella
Al hablar de la imitación de Fátima, Marixa resaltó que llegó en un momento donde "ya estaba entregada" al show y con fuertes deseos de abandonar los estudios de Martínez. "Cuando salió Fátima yo ya estaba entregada así que dije ‘bueno, basta, que esto termine, me quiero ir. Y en un momento casi me voy porque estaba tan cerca de la salida, casi en la puerta, pero bueno, nada, soy demasiado respetuosa, lo dejé pasar, pero esto… ¡no se repite más!”, concluyó.
Ya sentada en su habitual espacio en LAM, la "angelita" fue consultada por Ángel de Brito sobre "qué le molestó" y, sin pelos en la lengua, respondió: “Todo. Primero teníamos el tema que yo me tenía que adaptar un poco con la ropa para que Fátima pueda estar cómoda, pueda hacer sus cosas, entonces dije… un catsuite me parece genial. En un momento del canal me mandaron cosas que me recordaban a mis épocas cachaqueras, con piedras, cosas sí que no van".
Esto último, según explicó, la "molestó". "No me gusta, la verdad es que yo me hubiese ido en el primer momento, encima después me sientan ahí, me quería morir, viste cuando por dentro vos decís ¡pero que me trague la tierra! ¿qué hice? que me pasó cerebralmente para venir a este programa. Fui, busqué los enteritos, el mío era en S, el de Fátima era M. Cuando llego me dieron el M a mí y S a Fátima".
De acuerdo con Marixa, su vestuario le quedaba "gigante" y tuvo que tolerar las quejas de Fátima, quien lógicamente señalaba que su enterito "le quedaba chico". "El mío me quedaba gigante, Fátima decía que el de ella le quedaba chico. Las vestuaristas no fueron capaces de darse cuenta que un enterito era más grande, el otro era más chico. Estaba incómoda. Las botitas que me dieron me dolían, me quedaban chicas, todo patético”, dijo.
Minutos después, la empresaria de moda se refirió al peculiar ida y vuelta que mantuvo con Tinelli: “Yo pensé que iba a ser otra cosa, es Marcelo, un tipo que me conoce espectacularmente bien, que sabe cómo me puede llegar a manejar y en lo que me puedo enganchar, lo que voy a decir, lo que no voy a decir yo creo que lo tiene re claro. Me sentí como un muñeco que utilizaron. Hubieran puesto un mural mío, y listo”.
Finalmente se mostró arrepentida de haber participado del Bailando, calificó el certamen y a su conductor con un "-1" y cerró: "Mi puntaje es -1 para todo, Marcelo también. No tuve que haber ido. Me bardearon, me siento totalmente utilizada”.
Contenido original de BigBang News