En 2023 fueron 30 las familias que recibieron la caja navideña que entrega la parroquia local, en 2024 fueron 54. En su mayoría son familias numerosas con niños pequeños. La caridad, el desempleo y la esperanza.
Agustín Dal Poggetto / Especial para Central de Noticias
Hace un poco más de 2 años que Cáritas San Vicente mudó su sede del colegio José Manuel Estrada a un espacio propio en el mismo barrio. Ubicada en 25 de mayo a metros de la avenida Avellaneda, la entidad pudo agrandar su equipo de trabajo y contar con el lugar para guardar más comida y ropa. Al mismo tiempo, la lista de familias asistidas ha crecido considerablemente.
En diciembre de 2023 entregaron 30 cajas navideñas. Hacia julio de 2024 ya eran más de 50 las familias las que una vez por mes buscaban su bolsa con alimentos y ropa. Esta Navidad, fueron 54 hogares los que recibieron ambas ayudas y hay otros 10 que están en lista de espera, a los que también dan asistencia.
Este diciembre la bolsa fue más abundante porque en enero no se entrega. Cada una contaba con varios paquetes de fideos de varias clases, arroz, aceite, azúcar, yerba, puré de tomate, leche, harina, galletitas. Un total de 12 productos. A ese número también llegaba la cantidad de los alimentos navideños que se entregaron: pan dulce, garrapiñadas, turrón, budines. La caja también se retiraba con un pesebre artesanal y una bolsa con regalos para los niños.
Viviana y Mónica, colaboradoras en Cáritas, comentaron que a los alimentos los consiguen mediante donaciones y por compras mayoristas a distribuidoras, las que también costean con contribuciones de dinero y con aportes de los socios de que son cerca de 20 por mes. Ambas reconocen que se ha vuelto una actividad que requiere de un gran esfuerzo sostener. “Siempre vamos aprendiendo y viendo algunos detalles para mejorar el próximo año o hacerlo distinto” comentaron, a la vez que aclararon que 54 familias es lo máximo que hoy pueden acompañar pero que si pudieran el número sería mayor.
Explicaron que durante los primeros meses en el nuevo lugar preparaban una bolsa de alimentos y ropa para cada familia, acorde a sus necesidades, cantidad de hijos y otros factores. Eso dejó de resultar cuando cada vez eran más las familias asistidas: “Cuando pasamos a 54 bolsas eran un montón de niños y también muchos adultos y entonces empezamos a poner a la entrada los tablones con la ropa, para que cada uno agarre. Nos sorprendió ver que muchos se llevan y si no les entra o sirve la devuelven para que a otro se lleve”.
A cada necesidad
Acorde a los datos arrojados por la Encuesta de Hogar y Empleo de 2023, la desocupación en Olavarría llega al 7,1%, y se registra una leve brecha entre varones (6,6%) y mujeres (7,7%). Quienes llegan a Cáritas son, en su mayoría, mujeres. Y también son las que más consultan por oportunidades de trabajo.
“Nos preguntan si nos enteramos de algo o se ofrecen a hacer alguna changa. Una señora se ofreció a cuidar a un adulto mayor, también hay unos chicos que cortan el pasto y nos cortan acá y mantienen el patio” recordó Viviana, que destacó el acompañamiento por fuera de la asistencia, el acto de escuchar y estar atentas a la situación de cada persona. Ellas, el equipo de Cáritas, también son mayoritariamente mujeres.
A cada necesidad de los que se acercan se la registra. Trabajo, calzado, colchón, algún mueble, cada pedido va a parar a una lista que todos los días suma nombres. Para febrero, el equipo se prepara para anotar los pedidos de útiles escolares, además de preguntar a qué escuela van los niños y a qué grado.
“Vienen de todos lados, más allá de los que viven por el barrio. La gente recorre, se va enterando y viene” sostuvieron. El interés más allá de colaborar es que la comunidad se sume a las actividades de la parroquia y que la gente se sienta incluida en el barrio, que sepa que puede contar con el otro.
Con este sentimiento de solidaridad cierran el 2024 de mucho trabajo, donde se fortalecieron como equipo de caridad y misión, pero también se consolidaron como un lugar de escucha y sobre todo de registro de las familias olavarrienses que necesitan asistencia. Junto al Padre Juan, referente de la parroquia, coincidieron en que fue un año donde, más que esperanza, la gente mostró “espíritu de lucha”. Para el 2025, entre trigo y cizaña, esperan lo mejor.
Cáritas San Vicente está ubicado en 25 de Mayo 1127. En febrero volverán a abrir sus puertas en su horario habitual: martes, miércoles y jueves de 14:30 a 17:30.
fuente: cdenoticias.com