Los protagonistas de GIRO dejaron sus recomendaciones a los vecinos para lograr mayor efectividad en el recupero de materiales. Hoy el relleno sanitario recibe 20 toneladas de basura menos al mes. Cómo reingresa lo recolectado a la industria.
Iván Cabello / Especial para Central de Noticias
El programa de reciclaje local GIRO (Gestión Integral de Residuos Olavarría), que actualmente se encuentra a cargo de la Cooperativa de trabajo Viento en Contra cumplió a principios de julio un año de su relanzamiento.
Central de Noticias dialogó con dos referentes de la actividad quienes destacaron el rol que cumplen en la separación de residuos tanto los recolectores urbanos como los vecinos en sus hogares.
La Cooperativa llegó al manejo de la planta mediante un convenio con la Municipalidad de Olavarría, “armamos un proyecto que estuvimos trabajando meses, que en parte tomamos de modelo el programa Argentina Recicla, fue una gestión pública que sí fue importante dentro del gobierno de Alberto Fernández, del Ministerio de Desarrollo Social, que lo conduce una compañera del MTE” explicó Juan Pérez del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
Destacó que es “un modelo de reciclado con inclusión social”, que incluye a los recuperadores urbanos “como el principal actor dentro de la cadena del reciclado”.
En este sentido, explicó que los residuos urbanos en Argentina y el mundo están pensados “como un sistema lineal en el que ‘sacas la basura afuera de tu casa, va al basural y no sé lo que pasa ahí porque no lo veo’ ”, en cambio con políticas como las que implementó GIRO con el nuevo relanzamiento “se pasó a pensar en un sistema circular, es decir, que ese residuo es un recurso que no tiene que terminar su vida en un basural sino que tiene que retornar a la industria de la producción de bienes”.

Con ello se refirió a la tarea de los recuperadores urbanos: “logran que no se contamine el suelo en los rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto. Ellos son una barrera para que no lleguen esos materiales ahí y vuelvan al circuito comercial”.
Desde el inicio de esta nueva etapa, entre los cambios que se agregaron al programa de recolección diferenciada fue la utilización de un transporte propio para esos materiales.
“Empezamos a utilizar el camión destinado a esa tarea y no recolectar los materiales que la gente confunde de día o no son reciclables, entonces disminuyó muchísimo la cantidad de rechazo que llegaba a la planta, estoy hablando de toneladas” señaló Pérez. Añadió que se dio un aumento en la cantidad de lo que recibía la planta, ya que “antes de agarrarlo nosotros, que fue una crítica que le hacíamos, es que en tres años de gestión habían podido comercializar supuestamente 70 mil kilos y eso nosotros lo hicimos en un año”.

Los materiales: lo que sí y que no
Ahora bien, no todo el material reciclable que recolectan desde GIRO y que llega a la planta se reutiliza, sino que del total de kilos “ahora se recupera el 50%” indicó Pérez.
Esto se debe a que llegan a la planta muchos elementos que se desechan porque no se pueden reciclar, “hay materiales que se venían comercializando y se dejaron de comercializar porque la industria no los está comprando entonces mucho de eso va a parar al rechazo y no le podés decir al corredor ‘esto juntalo y esto no’”.
Giselle Rastelli es trabajadora de la planta de reciclaje de GIRO. Ella coincidió con Pérez en que llegan muchos materiales que no son aptos para el reciclaje. En el momento en que abren la bolsa se dan cuenta “que muchas veces los vecinos de Olavarría en la parte de arriba ponen cartón, botellas y abajo del todo, te encontrás jeringas, cosas de veterinaria, cosas mal clasificadas, comida, basura que la gente tira”. En este sentido, remarcó que los materiales que los vecinos separan “tienen que estar limpios y secos”.

La operaria de la planta resaltó que “entre las cosas que llegan que no son reciclables tenes pañales, poda, resto de comida”. Sumó otro de los elementos más comunes que envían desde los domicilios: el telgopor “que más allá de que sean reciclables, nosotros no tenemos salida en el mercado para poder comercializarlo”.
El vidrio es otro de los reciclables, pero no todo. “Es solo botella, no de otras cosas porque tienen otros tratamientos químicos” aclaró Juan Pérez.
En ese sentido, Giselle aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a los vecinos de Olavarría: “tengan muy en cuenta los días que pasa el camión a juntar los reciclables, y por favor no saquen los materiales que no lo son”.
Este tipo de informaciones respecto de las condiciones en que deben estar los reciclables, los elementos que sirven y no, los días de la recolección diferenciada son brindados en muchas oportunidades por las promotoras ambientales.

“Son compañeras del sector, hijas o esposas de cartones, incluso también cartoneras” describe Juan Pérez. “Son todas mujeres y eso es importante, por una cuestión de género donde la mujer históricamente ha sido la invisible del sector y a través de este programa pueden ser la cara visible” completó.
Desempeñan una tarea en la que recorren los barrios en los que actúa GIRO, “para insistir con la importancia de la separación en origen de los materiales, cómo beneficia al sector y cómo mejorar el trabajo que hacen nuestros compañeros en base a clasificar”. Contó que asimismo hacen jornadas de separación en jardines y escuelas.
A la planta llega todos los días el camión que transporta lo que los vecinos de los distintos barrios separan en sus hogares: “son dos descargas, una nocturna y otra que se hace a la mañana”indicó Rastelli.
Respecto a la cantidad de materiales recolectados y aptos para reciclar, “en GIRO se juntan más o menos 20 toneladas por mes” confirmó Juan Pérez. Esta cantidad está representada por la recolección diferenciada en los distintos barrios y la recuperación de los ecopuntos, que son los contenedores ubicados en plazas, parques y lugares públicos.
Respecto de si lo recolectado por GIRO se junta para comercializarse junto con lo recolectado por la cooperativa Viento en Contra en su planta, “esa articulación no existe. Porque la planta de Viento en Contra son materiales de nuestros compañeros” explicó Juan Pérez.

Devolver a la industria
Los vecinos separan sus residuos, los trabajadores de la planta de GIRO se encargan de recolectarlos y clasificarlos, pero otro de los pasos es que vuelvan al circuito productivo para que la industria los utilice para la confección de diferentes materiales.
Esto se da mediante la comercialización del material recolectado. GIRO los vende “directamente a la industria del reciclado” señala Pérez.
En detalle “por un lado vendes cartón donde vuelven a hacer envases de cartón, por el otro vendes el PET o el soplado que es la botella de lavandina y demás a la industria que la tritura, la lava y la vuelve a hacer botella. El aluminio va a la industria que funde el aluminio. Tenemos más de un cliente”.
El único material que comercializan en Olavarría es la botella de vidrio. “Lo vendemos acá porque el costo logístico no se justifica” indicó.

Los valores
En cuanto a los precios del mercado de los materiales reciclados, el integrante del MTE no dio mayores detalles. Sin embargo, sí realizó una comparación en cuanto al nivel de cuál es mejor pago y por cuál se paga menos: “Siempre lo que más valen son los metales: nosotros solo juntamos el aluminio y la chatarra que viene a ser la lata de conserva, que tiene que ver con el residuo domiciliario”.
Respecto a los vidrios “es lo que más pesa, lo que más se mueve, pero lo que menos vale”. En resumen “lo que más vale son los metales, le siguen los plásticos y después el papel blanco, atrás el cartón y el papel de segunda”.
El precio del cartón sufrió un duro golpe en 2024, cuando se vio impactado por la liberación de importaciones. Esta medida, según Juan Pérez, perjudicó mucho “a los compañeros que tienen su trabajo independiente y no están vinculados a la cooperativa, ya que tenes que juntar el doble” para obtener los mismos ingresos. Contrastó que “nosotros gracias a que tenemos el convenio no necesitamos sacarle casi ni un centavo al material que llevan los compañeros”.

Tuvo en cuenta que otro factor que influyó es el consumo a la baja que redundó en la caída del precio. Una de las líneas de recolección GIRO que se dio de baja eran los compostables, que según Pérez “estaba muy mal pensado de entrada”.
Además critica la modalidad de trabajo que tenían con él, ya que “se pasaba a la cinta, los compañeros rompían la bolsas y sacaban lo que no era compostable un día determinado a la semana. Pero pasa que vos estás manipulando orgánicos y eso no es lo mismo que un reciclable que es inorgánico, que no debería tener ningún patogénico asociado, pero lo orgánico sí”. En este sentido: “Yo apuesto más al compost domiciliario y algo más ideal, pensar en compost comunitario”.
Dignificar el trabajo
Entre los objetivos con que se propone la planta de reciclables de GIRO, se encuentran la recolección en mayores cantidades: “Que la gente pueda separar más y mejor los reciclables para que llegue mejor volumen. Un objetivo fundamental es que empiecen a llegar grandes generadores de reciclables” proyectó Juan Pérez.
Las condiciones laborales son siempre un tema central: “como organización a nosotros nos encantaría que las personas que trabajan en la montaña de basura puedan dignificar su laburo entrando a trabajar en una planta de reciclado como la que hay ahí (GIRO), cambiar las condiciones laborales de los propios trabajadores que hay actualmente y que conviven”.
Concluyó en que si los vecinos realizan una separación domiciliaria acorde el material llegaría en mayores cantidades y eso provocaría “poder ocupar más gente trabajando dignamente”.
Fuente: cdnoticias.com