El sábado pasado trabajaron en la llegada de Las Pastillas del Abuelo. Pero llevan más de 5 años produciendo a artistas nacionales. Skay, Gardelitos, Guasones, El Plan de la Mariposa, y muchos más.

Morella promete volver desde el fin, representa una idea de renacimiento y perpetuidad. Surge de un cuento de Edgar Allan Poe, pero está relacionado con el tema de Los Piojos, que por estos días decidieron renacer. La productora encabezada por Alejandro Casamayou y Martín Ferrari lleva cinco años de trabajo en la ciudad y la región, perseguidos por el amor por la música y el deseo de que miles de fanáticos puedan ver, disfrutar y acompañar a sus artistas favoritos en Olavarría.

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Con decenas de bandas que llegaron a la ciudad, uno de sus mayores logros fue reencontrar a Olavarría y a Skay Beilinson, 25 años después de los recitales truncos de Los Redondos en el Maxi del Club Estudiantes. Obviamente, es una apreciación externa: para ellos todos y cada uno de los artistas que llegaron tienen su toque especial, más allá de lo que signifique para el público.

“Morella funciona desde 2019. Se armó de la nada, a raíz de laburar con bandas, nos picó el bichito de producir. La primera banda fue Pastillas del Abuelo, justamente, que vienen por cuarta vez a Olavarría. Guasones, Plan de la Mariposa, Skay, Gardelitos, Facón y su regreso” contó a “Te mostramos cómo” Alejandro Casamayou, uno de los titulares de la productora, que además tiene varias apuestas por lo local, no sólo en la llegada de artistas de alcance nacional: “tenemos un festival local que es el Festival Primavera que son todas bandas locales, es un evento cultural 100% de Olavarría”.

Como todo emprendimiento que apuesta en Olavarría, el trabajo y la gran mayoría de los proveedores son locales. Para dar cuenta de la magnitud y el crecimiento de Morella, “el staff permanente es alrededor de 50 personas, incluye barra, boletería, corta ticket, seguridad, carga y descarga, flete, camarines, entre otras cosas”. Además, se debe sumar proveedurías “de bebida, comida, mobiliario, seguridad” y lo que es escenario, luces y sonido “es de Azul”, y en el caso puntual de Las Pastillas del Abuelo para este show en Racing, de Coronel Suárez.

La movida dura un día y medio. Qué poco, pensarán muchos. Pero ese día y medio tiene trabajo de organización de meses atrás, y un ritmo frenético del que no todo el mundo está preparado. “Es tratar de regular las energías porque arrancamos hoy a las 16:00 horas, quizás terminemos de madrugada, mañana se sigue, es día de recital, está todo el día de recital y luego hay que desarmar todo y dejar el gimnasio tal cual lo recibimos para que sigan las actividades. Son muchísimas horas en pocos días y hay que manejar las energías” contó Checho, encargado de toda la logística de la estructura, con apenas unas horas encima del armado de Las Pastillas del Abuelo, que tuvo un show multitudinario en el gimnasio de Racing.

“Olavarría se está instalando como una buena plaza para recibir bandas”

El otro titular de Morella es Martín Ferrari. La visión de que Olavarría se recupere de un lugar central en la historia del rock (sobre todo de los reveses de Los Redondos en el 97’ y todas las complicaciones del recital del Indio Solari en 2017) es central para Morella: de hecho, Ferrari valoró en primera instancia “la voluntad de la banda de venir a la ciudad. Olavarría se está instalando como una buena plaza para recibir bandas y es sumamente importante. No siempre fue así, hoy estamos transitando un buen momento. Nosotros y otros productores lo cual es genial”.

En términos logísticos, una vez que se cierra la llegada de una banda a la ciudad, “empezamos a trabajar con el tema de habilitación. Pero la voluntad de la banda es fundamental”.

“Una vez que la fecha se confirma siempre la banda es la encargada, mediante sus redes sociales, de comunicarle al público que va a venir a la ciudad. A partir de ahí, nosotros vamos compartiendo esos flyers que diseñaron para la ocasión” y luego de la alegría por saber que la banda favorita de miles llega a la ciudad, “se pone en marcha toda la maquinaria de venta: Olavarría tiene su punto de venta oficial. Bolívar, Azul y Tandil son ciudades que también le ponemos un punto físico de venta” pero además “pensando en las dificultades que tiene hoy el ciudadano común como nosotros para hacer frente a un montón de gastos”. Es por ello que “las ticketeras tienen un papel fundamental, principalmente con los pagos en tarjeta de crédito, como para hacer accesible la cosa”.

Es también uno de los pilares de Morella. “Que pueda venir al show, pero también seguir con su vida cotidiana en torno a los gastos. O que vaya a otro show que desee sin problemas”.

El caso de Checho y Yoselí es muy particular. Los encargados de logística de la estructura y la logística de la banda respectivamente son fanáticos del rock, con decenas de recitales encima, con amor por la música, pero hoy con otras responsabilidades. Son dos del staff que alcanza el medio centenar.

Checho (que prefiere que sea su apodo el que predomine y no su nombre ya que todo el mundo lo conoce así) admitió que “toda mi vida fui a recitales, y de repente estar de este otro lado se ven otras cosas, se aprenden otras cosas, están muy bueno”. Pero además “soy muy fanático de Las Pastillas del Abuelo. En los anteriores no quise laburar, pero en este no tenía opción. Acá estamos, un ratito me escapo seguro (risas)”.

Yoselí, por su parte, cuenta la complejidad de recibir a todo el equipo de la banda, más allá de los músicos. “La movida es interesantísima. Empieza muy temprano, cuando llegan los primeros integrantes de la banda que no son los músicos sino el sonido, producción, armado de escenario, en grupo son entre 20 y 40 personas”.

“Siempre los esperamos con lo que piden, que son los pedidos de producción. Te pueden pedir desde un café de tal marca, bebidas alcohólicas, lo que suben al escenario, todo eso se arma acá en la producción. Para las 16:00 horas piden papas fritas y fernet, para las 18:00 otra cosa, depende mucho de la banda”.

Trabajar en esos lugares, además, permiten ser testigo de momentos únicos e inolvidables para cualquier fanático. Yoselí lo sabe: “los momentos más especiales son antes de subir, que la banda tiene su ritual y eso es re interesante y cuando bajan, que están todos transpirados (risas) hechos pelota, festejando con ganas de tomar algo fresco”.

Martín Ferrari, al cerrar su exposición, resume el objetivo de Morella: “hay una parte que es muy linda, que es cuando se van todos, y ves que tienen una cara de felicidad tremenda y pasa alguien que te conoce y sabe nuestro laburo y te dicen ‘salió buenísimo’. Cuando eso pasa y cuando el artista se va conforme cierra por todos lados”.

“Y una y mil veces, renacer…”. El sábado pasaron las pastillas. Vuelve Facón, también El Plan de la Mariposa. Y ahí estará Morella.

Fuente: cdnoticias.com