La pericia se realizó el 24 de julio. Se describieron 39 “lesiones traumáticas agudas” sobre las que se subrayó que no ocasionaron la muerte del hombre. El horario y causa de muerte quedaron confirmados.
En las últimas horas se conoció el informe de autopsia de Gonzalo Tamame (29), el hombre cuya muerte se produjo el 23 de julio en la Comisaría Primera. La intervención se realizó al día siguiente en la sede de Junín de la Asesoría Pericial y los datos que arrojó confirman la información previamente conocida sobre el caso.
Cabe recordar que las actuaciones penales se mantienen caratuladas “averiguación de causales de muerte” y tramitan a cargo de la UFIE de Azul que encabeza el fiscal Ignacio Calonje. Una decena de policías están acusados de distintos delitos que se investigan, entre ellos "apremios ilegales".
La perito médica Carolina Pérez Mernes del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses Norte de la Procuración General de la Suprema Corte bonaerense dirigió la pericia que se extendió por casi cinco horas. Asistieron también profesionales de criminalística y radiología y el perito de parte Ricardo Grubisa.
En el informe se cita la constatación de muerte que se llevó adelante en la sede policial de Olavarría, datada a las 4.30 horas del miércoles 23 de julio, la cual se confirmó durante la autopsia.
A su vez, se detallaron 39 “lesiones traumáticas agudas” en la cabeza, cara, cuello y extremidades, e “intensa congestión y tres lesiones contusas” detectadas durante el examen del cráneo. Respecto del cuello de Tamame, entre los detalles abordados, se informó la realización de “radiografía del hueso hioides encontrándose indemne”.
Los peritos consideraron que Tamame “ha fallecido de manera traumática” para describir que “presenta a nivel del cuello, surco de compresión externa”. Analizados los distintos elementos y partes del cuerpo se señaló que “refleja un mecanismo de deslizamiento ascendente de las estructuras del cuello”.
Más adelante, en referencia a la causa del deceso se indicó en el informe que “ha sido secundario a un paro cardíaco traumático, tras sufrir lesión de las estructuras vasculonerviosas de cuello, tras un mecanismo de compresión cervical externa que con un elemento a modo de lazo, de adelante hacia atrás y hacia arriba comprime las estructuras de cuello generando como resultado un cuadro de asfixia traumática, que tras escasa agonía, produce el óbito”.
También en el informe se estableció sobre las lesiones traumáticas detectadas que “son superficiales, sin traducción interna, ello debido a la ausencia de contusiones internas”, excepto las descriptas en el cráneo. “Carecen por sí mismas de la jerarquía necesaria y suficiente para ocasionarle el óbito a la víctima” concluyeron los expertos.
En el tramo final del informe se detallaron más de 20 muestras tomadas para estudios complementarios entre los que se cuentan pruebas toxicológicas, de ADN y cotejos. Finalmente, el informe dio cuenta de la realización de placas radiográficas y fotografías a lo largo de la autopsia, elementos que se adjuntaron al informe para su presentación ante la Fiscalía que interviene en las averiguaciones.
fuente: cdenoticias.com