Un grupo de personas que partió en cuatro micros de larga distancia desde la ciudad de Tandil al Monumental, no pudo ver el partido.

Según contaron los damnificados, a varios medios, intentaron comunicarse con el responsable de la venta de las entradas y los charters, pero hasta las 19:30hs no había respuesta alguna y nada se sabía de él.

Llantos y  decepción predomino entre los damnificados que además, ellos mismos tuvieron que organizarse para emprender el triste regreso a su ciudad.

En inmediaciones de estadio la policía Metropolitana realizo varios procedimientos que derivaron en el secuestro de decena de entradas falsificadas.

La denuncia de los tandilenses estafados tuvo una amplia repercusión en medios nacionales.