El nacimiento de un nuevo organismo que busca dar respuestas concretas a los vecinos de Olavarría con un fuerte aporte del conocimiento científico universitario local. Los cinco ejes principales de abordaje que propone.

En agosto de este año se conformó el Consejo Académico Asesor del Municipio de Olavarría (CAAMU), representado por las tres unidades académicas locales de la UNICEN (Facultad de Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Sociales y Facultad de Ingeniería) y un representante municipal.

La Facultad de Ingeniería estará representada por su secretario de Extensión Joaquín Domato y la vicedecana Silvana Gobbi, Sociales por su secretaria de investigación Constanza Caffarelli y su decano Gustavo Flensborg, por Salud su vicedecana Melina Barbero y la secretaria de extensión Rocío Pereyra, mientras que por parte de la Municipalidad estará la directora de planificación Carolina Planes.

Central de Noticias dialogó con Gustavo Flensborg, decano de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) y Joaquín Domato, secretario de Extensión de la Facultad de Ingeniería (FIO), quienes dieron detalles de cómo surgió el Consejo Asesor Académico, cuáles son sus características y ejes a abordar.

Ambos entrevistados reconocieron que la creación de este nuevo espacio fue una propuesta del Intendente Maximiliano Wesner a las unidades académicas. El consejo “es una iniciativa que surge desde el Municipio como proyecto de Wesner, que invita a las tres facultades que tiene la sede de la UNICEN en Olavarría a pensar y proponer proyectos que mejoren las políticas públicas como ciudad y partido en sí mismo”, explicó Flensborg.

“Cuando el Municipio convocó a las Facultades, lo que plantea es la necesidad de trabajar de manera articulada en el abordaje de las demandas y problemáticas de la comunidad” sumó Domato.

El consejo está aún en una etapa de formación, en donde los representantes de las unidades académicas están dando a conocer a la Municipalidad en qué están trabajando y de qué manera. Según Flensborg “los primeros encuentros están destinados por un lado a que el Municipio dé cuenta de todos los proyectos que estamos llevando a cabo las facultades, en el territorio, es decir en los centros de formación, en los centros territoriales, los CAPS, en los establecimientos educativos”. Además, añadió que “una vez que esté el diagnóstico que hemos estado realizando como Universidad en el territorio, el segundo paso es conocer cuáles son las necesidades que tiene el Municipio”.

El decano de la FACSO destacó: “claramente la Facultad tiene un compromiso con todos estos sectores para pensar prácticas extensionistas, prácticas pre profesionales, etc”. En concordancia, según Domato, este convenio tiene “la intención de sumar a la Universidad como generadora de conocimiento para complementar la acción del Estado y, de manera conjunta, llevar ese conocimiento al territorio”.

Sumado a este aporte de conocimiento que brindará la Universidad al que hace referencia Domato, acordaron que “el municipio ofrezca sus áreas: obras públicas, obras sanitarias, derecho, territorio” indicó Flensborg.

Ejes y reglamento

Son cinco los ejes en los que el consejo trabajará para aportar soluciones a la comunidad de Olavarría. Según un documento que brindó uno de los miembros del consejo entrevistado a este medio, los ejes del CAAMU con los que van a trabajar son:

  • Identidad, diversidad y cultura: Aquí buscarán “poner en valor la historia de Olavarría (pueblos originarios y colectividades), el patrimonio y el desarrollo artístico propio” señala el archivo.
  • Desarrollo integral de la persona en comunidad: en este eje plantean “pensar acciones que aporten a garantizar el cumplimiento de los derechos humanos básicos, desarrollo integral de la persona con acceso a salud, educación, deporte, recreación, socialización y alimento”.
  • Olavarría segura e inclusiva: el objetivo es “que el espacio público sea accesible, que se pueda transitar, utilizar y disfrutar por todas las personas. Esto implica la transitabilidad del espacio a través de diferente vías y medios; la prevención del delito, prevención de formas de violencia, la accesibilidad y seguridad vial”.
  • Diversificación e integración productiva: buscarán mayor autonomía económica y productiva. Por esto plantean en este eje “producir lo que se consume, promover la integración vertical de la producción existente, revisar y actualizar las modalidades de producción extractivas; conocer y fomentar nuevas fuentes de trabajo”.
  • Hábitat sustentable: en este eje proponen “planificar el hábitat urbano y rural como parte de un mismo espacio administrativo, sociocultural, histórico y productivo”. Además, que el derecho al hábitat no sea “solo el acceso a la vivienda, sino también a los servicios básicos que garantice la calidad de vida de todas las personas”.

También existe un reglamento básico que el consejo ya aprobóy explica el funcionamiento del órgano que se conformó, es decir, la entrada de los temas y cómo se va a dar el tratamiento. Según Flensborg: “cualquier vecino, investigador o docente que tenga una propuesta para llevar a cabo en el territorio, se presenta a través del CAAMU y ahí es donde se discute y evalúa la importancia y con qué área se puede articular”.

Enaltecer a la Universidad Pública y su conocimiento científico

Que el Consejo Académico Asesor esté conformado por las tres unidades académicas de la Universidad Nacional de Centro de la Provincia de Buenos Aires pone en valor a los profesionales que en ella trabajan y al conocimiento científico. Por este motivo, la intención del Municipio “fue sumar a la Universidad como generadora de conocimiento para complementar la acción del Estado y, de manera conjunta, llevarlo al territorio”, señaló Domato.

Para el secretario de Extensión de la FIO, la creación de este consejo “muestra que el Municipio reconoce en la Universidad un actor clave para aportar soluciones a problemáticas técnicas, tecnológicas y/o comunitarias”.

Domato explicó que, a través del consejo, la Universidad “puede ofrecer un abordaje interdisciplinario de las problemáticas detectadas por el Municipio, brindar herramientas técnicas, tecnológicas y sociales, y contribuir a interpretar cómo ese conocimiento impacta en la comunidad”.

Según Flensborg un ejemplo concreto de uno de los tantos trabajos donde la Universidad podría hacer su aporte es en el derecho al hábitat, ya que las tres unidades académicas pueden “lograr una buena planificación para que cuando se realicen proyectos de ampliación de nuevos barrios, esté pensado y tenga una estructura”.

Siguiendo con el ejemplo, se explayó en que puede haber desde la Facultad un aporte desde el punto de vista antropológico, “porque hay que pensar en qué sector de la ciudad se va a proyectar un emprendimiento inmobiliario, un emprendimiento de crecimiento de casas de vivienda social”. Además, a nivel sanitario porque “hay cloacas, pero no en un porcentaje en que todos nosotros como ciudadanos estemos beneficiados de ese servicio, entonces como proyectar y delinear los pozos” y desde el punto de vista de la Ingeniería “es planificar bien cómo van a estar ediliciamente construidos las viviendas”.

Sin embargo, “esto es un ejemplo, pero todavía no estamos en un proyecto claro” aseveró el decano de la FACSO.

Un aporte interdisciplinario

Aunque cada Facultad tenga su campo de especialidad, “el espíritu es que trabajemos articulados” dijo Flensborg, pero reconoció que algunas veces “quizás la temática no lo amerita y sea de manera unitaria”.

Ante la consulta de si las demandas que se atenderán son las que propongan el Municipio o la sociedad o la comunidad académica, Flensborg respondió: “Todas esas juntas. Puede ser que un vecino se acerque con una problemática al municipio que nosotros desconocemos, pero es el CAAMU como representante el que nos tiene que convocar para pensar cómo solucionar ese tema”.

Que sea una forma de abordaje interdisciplinaria, “evita la superposición de iniciativas y potencia el impacto real de lo que se hace”, ya que “permite ordenar, focalizar y coordinar las acciones que se venían realizando entre todos los actores involucrados” describió Domato. Esto “promueve un trabajo colaborativo, interdisciplinario y orientado a resultados, fortaleciendo la capacidad conjunta de dar respuesta a las necesidades del territorio”.

fuente: cdenoticias.com

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