Andrés Arauz: “El de Ecuador es un gobierno de narco-banqueros”

“Este es un gobierno de narco-banqueros”. El economista y excandidato a la presidencia de Ecuador Andrés Arauz no se anda con vueltas a la hora de definir el gobierno del banquero Guillermo Lasso que atraviesa una profunda crisis por las denuncias de corrupción en su contra y la contundente derrota en las elecciones y el referendo convocados el 5 de febrero. Arauz perdió en las elecciones de 2020 en la segunda vuelta frente a Lasso que ya enfrentaba denuncias por sus vínculos con paraísos fiscales publicadas por primera vez en PáginaI12 en 2015 y 2020. Experto en los entramados offshore que desangran a América Latina, Arauz analiza este nuevo escándalo que ha dejado en el camino un tendal de renuncias de altos miembros del gobierno y allegados al presidente.

– ¿Por qué llama al gobierno de Guillermo Lasso un gobierno de narco banqueros?

– Comencemos por la revelación de parte de medios aliados al mismo Lasso de que su cuñado Danilo Carrera, presidente del directorio del banco de Guayaquil, segundo o tercer banco del Ecuador, tenía vínculos con sectores de la mafia albanesa, una organización narco criminal en el Ecuador, que designaba a personas dentro de las empresas públicas y ministerios del Ecuador. La Fiscalía llegó a allanar el propio palacio presidencial buscando evidencia de esta corrupción y denominó el caso como caso “encuentro” en alusión al eslogan de segunda vuelta de Guillermo Lasso llamado el “gobierno del encuentro”. Aquí está involucrada la familia de Lasso, funcionarios públicos, instituciones financieras, mafias, criminales. La Fiscalía ha decidido reabrir el caso que fue cerrado por el propio Lasso hace dos años y además el parlamento está investigando. Esto hace posible la destitución de Guillermo Lasso de la presidencia de la república. ¿Por qué hablo de un gobierno de narco- banqueros? Porque al contrario de la narrativa de Lasso que quiso convencer al Ecuador que todo el país estaba lleno de narcos, resulta que quienes estaban llenos de narcos eran los afines a la institución financiera de su propiedad. El país tiene funcionarios públicos que en su gran mayoría son honestos profesores, médicos, enfermeras, policías y soldados. El problema no es el pueblo. El problema es que estamos liderados por un presidente banquero vinculado a estas mafias organizadas.

– En el caso de Guillermo Lasso, PáginaI12 realizó dos sonadas denuncias sobre su red de intereses offshore en las elecciones de 2015 y las de 2019. ¿Nos puedes refrescar un poco cómo son todos esos vínculos del presidente con los paraísos fiscales?

– Lasso, al igual que una buena parte de las élites financieras latinoamericanas, ha escondido sus fortunas en el exterior: en las islas Caimán, en Panamá, en la Florida, los condados de Broward y de Miami-Dade, en los fideicomisos de Dakota del Sur, en las Islas Vírgenes Británicas. Pero además de todo esto, Lasso es propietario de un banco en Panamá, el banco Banisi, que contribuye a la fuga de capitales de recursos y evasión impositiva. Este banco fue creado en Panamá junto con otro banco que Lasso fundó en la isla de Montserrat para evadir la normativa ecuatoriana y poder tanto otorgar créditos como captar depósitos de sectores del propio Ecuador pero sin cumplir la legislación ecuatoriana. En los viajes oficiales de Lasso al exterior y particularmente a los Estados Unidos, suele ir acompañado por Danilo Carrera. Éste es su cuñado, pero además es el presidente del directorio del Banco de Guayaquil, una persona de extrema confianza de Lasso. No tiene sentido que un funcionario de un banco privado esté en un viaje oficial del gobierno ecuatoriano, pero resulta que este banquero, Danilo Carrera, además tiene otro entramado de empresas offshore en el exterior. Carrera es muy amigo de un personaje denominado Rubén Chérez que ha sido sentenciado ya en el Ecuador por narcotráfico y operaba una red de mafia de venta de cargos públicos con vínculos con lo que se denomina la mafia albanesa, una organización criminal transnacional que tiene un protagonismo importante en la exportación de droga desde América del Sur hacia Europa. Lasso, su familia y sus allegados conforman este gobierno de narco-banqueros. Repito: el pueblo ecuatoriano no tiene nada que ver con esto.

– Todo esto está sucediendo en un momento de extrema debilidad política luego de su catastrófica derrota en febrero tanto en las elecciones de autoridades locales y provinciales como en el referendo. Las elecciones presidenciales son recién en 2025. ¿Puede sobrevivir tanto tiempo cuando además el país está sumido en una grave crisis económica y social?

– Lamentablemente Lasso puede sobrevivir dos años más con el apoyo de los medios de comunicación hegemónicos, de la policía y las fuerzas armadas y la influencia de la embajada de los Estados Unidos que ha asignado recientemente un presupuesto de 100 millones de dólares a través de la oficina de iniciativas de transición de la USAID para tratar de sostener su gobierno influenciando los medios, las organizaciones sociales y los partidos políticos, buscando dividir y conquistar. El que no va a poder sobrevivir dos años más es el pueblo ecuatoriano y la mejor demostración de esto es la tasa de homicidios que hay en el país, la más alta de la historia y la tasa de migración, es decir, de salida de ecuatorianos. El éxodo de ecuatorianos en este año 2023 ha superado el éxodo de otros países hermanos de la región que están enfrentando un bloqueo económico, sanciones financieras y ataques de toda índole. El mayor drama se vive en la selva del Darién entre Colombia y Panamá donde los ecuatorianos están cruzando a pie en su intención de buscar una oportunidad, una ilusión de futuro. Habrá que ver si la clase política nacional y el sistema judicial ecuatoriano responden al mandato popular del 5 de febrero cuando el pueblo se pronunció contundentemente en contra del gobierno de Lasso y podamos tener algo de oxígeno, algo de refrescamiento en el liderazgo político en el Ecuador. Tenemos una recesión crónica, una crisis de falta de empleo, una crisis de la salud pública, lo que ha llevado a aumentos de la tasa de morbilidad y mortalidad, una crisis del sistema de seguridad ciudadana. Lasso se ha dedicado a la persecución política aprovechando el manejo del aparato de seguridad en vez de luchar contra los problemas que están sufriendo los ecuatorianos que van del sicariato al asesinato, robo, extorsión, o lo que en Ecuador llamamos la vacunación, que es cuando se extorsiona a pequeños negocios para que les paguen un dinero y así evitar ser atacados por organizaciones criminales.

– Ahora Lasso fue el responsable principal de la crisis bancaria de los 90 que llevó a ese chaleco de fuerza que es la dolarización para la economía ecuatoriana. Y, sin embargo, cuando vinieron las elecciones de 2021 resultó elegido democráticamente. Parecería que algo está fallando en la sociedad ecuatoriana.

– Falló la memoria frente a un poder inmenso del otro lado: mediático, económico, histórico. De nuestra parte también hubo errores. Porque en las últimas elecciones el voto nulo fue del 17%. Hay que enmendar la relación con este sector de votantes que son los sectores indígenas – la CONAIE o el Pachakutik -, pero también otros sectores. Creo que con la pandemia han cambiado mucho las cosas. Si efectivamente la Asamblea logra destituir a Lasso, que sería el camino institucional de hacerlo, se abrirían posibilidades enormes en momentos en que la región está otra vez poniéndose de pie y haciendo propuestas que llevan hacia la integración y la patria grande.

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