La falta de presupuesto para la actual edición de Bailando por un Sueño es una versión que se hace oír cada vez con más fuerza y que pasó de rumor a un hecho de forma evidente, luego de que el último lunes se cortara una fase de la luz del estudio donde graban el programa en Martínez y que a mano no hubiese un grupo electrógeno como para salir del paso. De hecho, el imperfecto técnico sorprendió a Marcelo Tinelli mientras esperaba la devolución del jurado hacia Romina Uhrig y su bailarín Iñaki Iparraguirre. Y aunque no duró mucho, lo cierto es que dejó helados a los presentes y motivó al conductor a ingeniárselas para iluminar, al menos algo, la pistan de baile.
"Pueden poner luces ahí, parece un boliche. ¡Ah, nos quedamos sin luz! Y hay que pagar la luz. Hay un corte como general", expresó el conductor. "Yo no veo nada, no veo la tribuna", agregó. Cabe destacar que la experiencia de más de 30 años de "El Cabezón" en la tevé fue fundamental para salir del paso. Esa misma fue la que logró que, los minutos sin luz pasen muy rápido entre los chistes que hacía y otro tipo de juegos como el halo de luz para planos selfie que le pasó Florencia de la Ve.
Lo cierto es que, por más que este talento de comer un alfajor y hacer el pico de rating del año se haya puesto en práctica, los hechos revelan una realidad que desde hace meses viene detallando BigBang: el presupuesto del reality en América TV está muy lejos del que tenía en El Trece, y hasta quizás más parecido al de Canta Conmigo Ahora que a las viejas ediciones del programa.
Es verdad que, en términos económicos, es mucho el esfuerzo que hacen desde la señal televisiva, la cual depende del rendimiento del rating para poder lograr que el certamen camine y sea un faro para mejorar el bolsillo del canal. Es por eso que los números de la audiencia son analizados todas las noches cruzando los dedos para que el respaldo obtenido hasta el momento no se vaya por una plataforma de streaming.
Justo en el momento en el cual se cortó la luz, estaba por comenzar la devolución de la ex diputada nacional y ex Gran Hermano. Es conocido que ella tuvo fuertes enfrentamientos con Ángel de Brito, tras haberse negado a ir a LAM en algunas oportunidades. Si bien Uhrig no tuvo una excelente performance en términos de baile, como sí lo hizo su partenaire, la devolución fue muy dura en comparación con otras parejas que ya desfilaron por el programa.
Pero más allá de la calificación de siete puntos totales, las palabras que se dijeron tuvieron más peso aún. "Bailaste como una principiante. Me dio un poco de miedo el truco. No quedó lindo, vi algo monótono. Pueden ir agarrándole la mano, espero que antes de la final del concurso", disparó De Brito, cargado de rabia contra su rival y la mujer que, en pleno éxito, se negó a ir a su programa.
"No la benefició la elección del tema. Me parece que les faltó química, les faltó una semana más de ensayo. Tienen todo para mejorar", destacó Carolina "Pampita" Ardohain, tratando de no ser tan malvada como su compañero. En la misma tónica votó Moria Casán, quien fue crítica pero no le expresó odio en ningún momento. "No me gustó. Vendió mucho, pero coreo facial. Hay que mejorar, aunque tienen buena actitud. El movimiento de caderas se lo olvidaron en la casa. Me faltó esa cosa picante. Mi voto es un tres", opinó la One.
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El golpazo llegó cuando Marcelo Polino tuvo que dar su devolución que terminó con un cero en la calificación. "El error fue de la coreógrafa, mala elección. Es una chica que solo bailó en la Unidad Básica. ¿No la asesoran? Chicos lo lamento, no me gustó. La previa fue fea y antigua", concluyó el periodista. Antes había dicho otras palabras despectivas contra ella: "Me llamó la atención cómo sonreíste de que arrancó hasta que terminó pese a todo lo que pasó en el medio, ese es el arte de los políticos, se ríen pase lo que pase, se nota que sos una política de sangre".
La vinculación despectiva entre Unidad Básica y baile de mala calidad es una frase de autor, que demostró el antiperonismo del chimentero. Mientras que muchas veces los jurados deben hacer un personaje malo para impulsar el show, en este caso eligió una forma que reveló su deseo por las bananas y la vida en la selva, ya que estuvo cargado de gorilismo y antiperonismo explícito.
A la otra participante que mataron en la devolución fue a la paraguaya Lali González, quien para el final de su coreografía realizó un truco junto a su bailarín Maxi Diorio que la hacía girar por completo. Si existiera un telebeam, como el famoso método para medir las posiciones adelantadas en el Fútbol de Primera de los años 90', hubiera dado sólo algunos milímetros de distancia entre la cabeza de la actriz y el piso. Inclusive, cuando acordó volver a realizar el truco para ver cómo le salía, estuvo mucho más cerca aún. Si bien la maniobra era bastante peligrosa, la actriz no se mostró perturbada al respecto, aunque el voto del jurado no fue nada positivo para la pareja.
Contenido original de BigBang News