Se trata de trips, unos insectos que crecen en el campo y a raíz de la sequía se expandieron a zonas urbanas. Las temperaturas extremas y la falta de lluvias provocaron la explosión de la población. La titular del INTA Olavarría explicó a Central de Noticias las características del fenómeno.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias son dos aspectos fundamentales en la generación de las condiciones ideales para la invasión de pequeños insectos negros llamados trips.
Lía Oyesqui es la Jefa de Agencia de Extensión Rural de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Olavarría e Ingeniera Agrónoma. En diálogo con Central de Noticias habló sobre estos insectos que “aparecieron” en nuestra ciudad y otras partes del país.
Estos “bichitos” negros, que ya se vieron en la zona del AMBA, “son especies fitófagas, se alimentan de herbáceas tanto en cultivos extensivos (hay presencia en soja en la zona) como también en cultivos intensivos, en las hortícolas y también las fundamentales. Tiene una amplia variedad de hospederos”, describió Oyesqui.
La invasión de diversos sectores de la ciudad está relacionada directamente por las condiciones climáticas: “es un efecto de carácter climático, claramente. Tiene que ver con el estado que están los cultivos por este exceso de temperaturas extremas y el déficit hídrico. Al no tener los hospederos en condiciones, se han esparcido y ha explotado la población en búsqueda de otras alternativas de agua y alimentación”.
Los trips tienen una predilección por el color azul y el color amarillo. “Por eso aparecen por ejemplo, en las piletas”, indicó la ingeniera y brindó un truco doméstico para “capturarlos”: “se puede poner algunas placas pintadas de azul y amarillo con algún pegamento, eso los va a atraer y se van a quedar ahí pegados”.
¿Hasta cuándo van a estar presentes en la ciudad?
La titular del INTA Olavarría, señaló que los trips provocan daños en los cultivos y que más allá de la picazón que pueden registrar las personas “no tiene un efecto a nivel humano que se conozca”.
Estos insectos “tiene un aparato bucal raspador, que es lo que hace el efecto en la epidermis en los vegetales. Afecta las ornamentales (las más tiernitas) y los cultivos extensivos, en soja hay presencia, en la lechuga… hay una población importante”, resaltó Oyesqui.
Por otra parte, la profesional contó que esta especie “a través de una especialista en entomología de la estación experimental de Balcarce, se la identificó como Caliothrips phaseoli”.
“Es de esperar que cuando se reviertan las condiciones, este déficit de humedad y se restablezcan las lluvias y estemos en un momento donde las temperaturas sean más apropiadas para la época, se restablezca el equilibrio y vuelvan a estar más presentes en cultivos”, explicó.
Si bien, en otros veranos se han dado temperaturas extremas “la gran diferencia es la cantidad de días sucesivos. Además, no solo las altas temperaturas sino también el déficit hídrico”, concluyó la ingeniera Oyesqui.
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