Ana Peroggi, de la Comisión de Lucha contra las Plagas, contó que las aplicaciones terminaron el sábado. Se centraron especialmente en Espigas e Iturregui. La campaña fue más extendida que la anterior: los Partidos linderos que no fumigan y mejores condiciones económicas.
La campaña de fumigación contra la tucura en Olavarría se extendió entre el 20 de diciembre y el 4 de enero y alcanzó a 127 mil hectáreas en 11 polígonos ubicados en el sector noroeste del distrito.
Central de Noticias dialogó con Ana Peroggi, tesorera de la Comisión de Lucha contra Las Plagas, entidad que lleva adelante la campaña desde hace unos 15 años. Integra la Comisión como representante de la Sociedad Rural de Olavarría.
Contó el desarrollo de las actividades desde agosto del año pasado para la detección de los nacimientos de tucura y destacó que se logró finalizar con la fumigación.
La campaña 2024-2025 fue superior a lo realizado previamente en cuanto a la superficie alcanzada. En esta oportunidad se fumigó alrededor de 75% más que en la campaña 2023-2024 (30.726 hectáreas) la que se vio condicionada especialmente por la situación económica del país, según contó la productora rural. También tuvo mayor alcance que las campañas 2022-2023 y 2021-2022.
El Concejo Deliberante aprobó a mediados de diciembre una erogación total de 1.100 millones de pesos para solventar la campaña.
Detección y aplicación
Ana Peroggi detalló la labor realizada por la Comisión de Lucha contra las Plagas para llevar adelante la campaña de lucha contra la tucura. Aclaró que el objetivo del trabajo es “controlar la plaga. No la extinguimos, porque es imposible. La controlamos para poder convivir con ella”.
En el mes de agosto comenzó el conteo de los desoves, tarea que se extendió hasta los primeros días de octubre. “Se hacen distintos sitios, se va sacando tierra y se ve dónde están los huevos. Hay 175 sitios relevados” indicó. Luego se hace un segundo recorrido para detectar la cantidad de huevos que hay por sitio. Se concretó entre octubre y diciembre. “A mediados de diciembre, cuando se termina otra vez todo el conteo -son más de 700 mil hectáreas recorridas-, se ve dónde hay que hacer fumigación” agregó.
Los productos que se aplican “son los que están permitidos porque no todos los productos están permitidos, tratamos de usar productos que no afecten a las demás especies”. Así explicó que una vez definida la zona de aplicación, se verifica si coincide con la ubicación de colmenas: “los colmenares están todos declarados por coordenadas, entonces nosotros le decimos a los apicultores que por ahí va a pasar la aplicación. Ellos tienen que tener recaudo con los apiarios para que no sean afectados”.
También contó que a los pilotos de cada avión que se encarga de la fumigación se les entrega un mapa que detalla la ubicación de casas, escuelas, montes y cursos de agua. En esos puntos, así como en los que hay colmenas, se corta la aplicación unos metros antes de llegar y unos metros después.
“Todas esas cosas hay que tener en cuenta. No es poco. Entonces, por eso nosotros trabajamos todo el año. Somos una comisión que está conformada por todas las entidades del campo. Yo soy de la Sociedad Rural y también está el INTA, Cooperativa Agraria, Cooperativa Agropecuaria, Colegio de Ingenieros Agrónomos, Colegio de Veterinarios y la Municipalidad” expresó.
En cuanto a la aplicación propiamente dicha, comenzó el 20 de diciembre y terminó el 4 de enero. “Algunos días no se trabajó porque no se podía, de las inclemencias del tiempo también depende mucho. Si hay mucho viento tenemos que tenerlo en cuenta” aclaró en la charla con Central de Noticias.
El alcance inicial previsto iba a ser de 118 mil hectáreas en 10 polígonos, “pero a último momento hubo que incluir un polígono más porque no lo podíamos dejar sin hacer. En ese trayecto que se dejó de hacer el monitoreo apareció mucha tucura” señaló Ana Peroggi. Y completó, “tenemos el problema de que los Partidos linderos no hacen nada, no fumigan”. En cuanto a la zona geográfica dijo que “este año se hizo muchísimo en la parte de Espigas y de Iturregui”. Agregó que “lo que hacemos es, continuamente, en los límites con el partido de Olavarría” sostener la fumigación en cada campaña para controlar el paso de los insectos.
Para las aplicaciones trabajaron tres aviones de Maquieira Fumigaciones y de Aviación Agrícola Argentina.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Sociedad Rural Olavarria Sro (@sociedadruralolavarria)
Sin inflación y con más hectáreas alcanzadas
–¿A qué se debe el aumento de las hectáreas fumigadas en comparación con la campaña anterior?
A.P.- Nosotros decimos que es mucho por el tema de que los límites no fumigan. Acá las matamos, pero la tucura es saltarina y se nos meten desde los Partidos vecinos. También depende de que el año pasado no hicimos mucho por el tema de la inflación y demás, porque nosotros a esto lo vamos recaudando en la Tasa Vial.
–¿Cómo se definen el presupuesto y la financiación?
-Se hace un presupuesto, se pide precios a las agronomías por los insecticidas y se pide a la aviación. Después pasamos al Concejo Deliberante ese número que nos aprueba para hacer la aplicación en el Partido, y depende del Concejo que nos habiliten o no. Nosotros cobramos de acuerdo al Índice de Arrendamiento a cada productor. Realmente es muy poquito lo que se cobra. Tenemos dos cuotas. La solidaria, que es para aquel al que no se fumiga. Y la efectiva, al que se le fumiga. Al que no se le fumiga, le cobramos 43 gramos por hectárea por mes de carne. Y al que se le fumiga le cobramos 171 gramos de carne por hectárea por mes. O sea, si uno lo va a hacer particular le sale muchísimo más.
Desde la comisión, al principio, nos costó hacerle entender al productor. Teníamos quejas. Hace unos 15 años que lo hacemos, el productor gracias a Dios ya entendió y realmente ve que tiene sus beneficios.
-¿Y qué pasó en la campaña anterior?
-Bueno, lo que te decía de que la campaña un poco depende de los Partidos linderos y otro poco del tema de la inflación. El año pasado teníamos un presupuesto de 340 millones de pesos. Aparte buscábamos productos y no había. No sabíamos cómo pagar. Teníamos que financiar y nos costaba mucha plata. Era tremendo. Fue, yo creo, un cuello de botella que gracias a Dios este año aparentemente salimos. Este año fuimos a comprar los productos y había, los traían, los tenían ahí. El año pasado no, teníamos que esperarlo. Y no podíamos esperar porque la campaña había que hacerla. Hay un determinado momento para aplicar y después ya no se puede hacer.
-¿Querés agregar algo?
-Estamos contentos que se cumpla otra campaña más. Y yo es como que me pongo la camiseta de los productores. Entonces, me gusta haber terminado.
Fuente: cdnoticias.com