El Día Internacional de la Mujer, que se conmemora todos los 8 de marzo, llegó -otro año más- con alarmantes cifras que exponen la violencia machista de la Argentina. Sólo en los primeros dos meses del años, hubo 44 femicidios, un transfemicidio y 24 niños y niñas que perdieron a su madre, por crímenes que fueron perpetuados, en un 50 por ciento de las veces, por las parejas estables de las víctimas.
Los datos se desprenden del Registro Nacional de Femicidios que realiza el Observatorio de las Violencias de Género, una organización especializada en monitorear esta controversial realidad que demuestra, con datos y hechos, que ser mujer es un factor de peligro. Según esta estadística, sólo en 2023 hubo 61 intentos de femicidio y 9 intentos de femicidio vinculado.
El contundente dato de que un 50 por ciento de estos crímenes fue realizado por la pareja de la víctima expone la realidad de la concepción machista que impera en las relaciones sentimentales y emocionales de la sociedad. Además, la otra mitad está compuesta por un 13,6 por ciento que corresponde a ex parejas, y una cifra idéntica para algún conocido. A su vez, no existen los datos de un 18,2 por ciento de los femicidas.
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El 56,8 por ciento de estos crímenes fue cometido en la vivienda de las víctimas, mientras que un 18,2 se hizo en la vía pública, un 11,4 en una vivienda compartida, un 4,5 en el hogar del agresor y se desconoce dónde fue -o no hay datos al respecto- en un 9,1 por ciento de los casos.
Respecto a las regiones donde ocurrieron estos crímenes, la provincia de Buenos Aires encabeza el ranking con 17 muertes, la siguen Córdoba y Salta con cuatro cada una, Neuquén y Santa Fe con tres, Mendoza, Corrientes, Chaco y Tucumán con dos, y la CABA, San Luis, Entre Ríos y Santiago del Estero con sólo uno.
Otro dato alarmante sobre esos 21 femicidios de enero y 23 de febrero, es que cuatro de ellos se hicieron aun con medidas judiciales dispuestas, a la vez que siete de estos contaban con una denuncia previa.
Por otro lado, tres de estos femicidios fueron vinculados con hombres y niños. Eso significa que, además de matar a la mujer en cuestión, al mismo tiempo, ya sea por voluntad o por quedar en la línea de fuego del femicida, hubo otras víctimas.
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Un 31,8 de los femicidios de enero y febrero fueron cometidos con armas de fuego, un 15,9 perpetuado a golpes, un 9,1 hecho con armas blancas, con la misma cifra de casos de mujeres que fueron prendidas fuego. Además, el 31,1 por ciento restante de los casos fueron por otras vías o no se tienen datos certeros al respecto.
Mientras que de los 44 femicidios, en 12 de ellos no se tuvieron datos del agresor, de los restantes se pudo conocer la edad de los asesinos. 15 de ellos tenían entre 21 y 40 años, 14 tenían entre 41 y 60 años, y los tres restantes, más de 60. En el caso de las víctimas, 22 de estas tenía entre 21 y 40 años, 13 entre 41 y 60, tres entre 16 y 20, otras tres más contaban con más de 61 años, y de las restantes tres se desconocían con precisión los datos.
Datos, no relato. No hay nada que festejar, es un día de lucha.
Contenido original de BigBang News
